Instructivo para (des)enamorarme de ti

Capítulo final: El día que dejé atrás el instructivo para desenamorarme de ti

Shane

El fin de semana transcurrió aparentemente con normalidad, los cuatro cumpliendo el castigo, el tío Benji aun en su misión de conquista con la vecina, mamá regresando a su casa en la ciudad y Keiry… evitándome indirectamente.

No se acercaba a mí por iniciativa propia, cruzábamos palabra solo cuando yo iniciaba la conversación y simulaba reírse de mis chistes, aun cuando se le notaba la incomodidad a flor de piel.

Me sentí culpable por haber leído su libreta, sabía que estaba mal haber invadido su privacidad de esa forma, pero ese descubrimiento fue el que me hizo entender tantas cosas que antes no podía ver. Y ese descubrimiento me impulsó a luchar por lo que ahora sabía que no era producto de mi imaginación: su amor.

Estos días me sirvieron para reflexionar y decidir muchas cosas que podrían cambiar el rumbo de todo en mi vida. Si Keiry tenía miedo de sentir amor por mí, si creía que el beso en la obra no significaba nada y que yo simplemente lo hice por el impulso del momento, debía demostrarle que no era así. Que yo también estaba enamorado de ella y que esta vez no se trataba de un sentimiento pasajero. Tenía que demostrarle que, así como nuestra amistad no tendría fin, mi amor por ella tampoco.

Ella necesitaba valentía y un empujón para creer en mí, para aceptar mi amor. Y ya sabía perfectamente cómo lo haría.

Faltaban menos de veinticuatro horas para el inter escolar, y la presión de la inauguración se veía opacada en comparación del plan que tenía que cumplir para que Keiry desechara su instructivo para desenamorarse de mí.

Con esa idea en mente, detuve el auto en el estacionamiento y el ambiente enérgico y festivo se hacía visible en cada rincón del instituto. Carteles de apoyo a los Búfalos, letreros con nuestra cara y muchos globos y decoraciones adecuadas para la inauguración del evento deportivo.

—No me esperes después de clases, me iré con Tammie a una sesión de fotos con Colin Blake —comunicó Amir, bajándose del auto. Iba a responder que de todas formas no tenía tiempo para esperarlo, pero se marchó con una rapidez sorprendente.

Mi mirada recayó en Keiry, abrí la boca para hablar y ella fue la siguiente en dejarme con la palabra en la boca.

—Adiós —dijo, casi corriendo fuera del vehículo.

Negué con la cabeza, sonriendo y liberando un suspiro.

Las mujeres podían llegar a ser muy complicadas.

Bajé del auto y apenas di los primeros pasos, Jaden, Jonas y Noah, llegaron corriendo en mi dirección.

—¡Felicidades, Shane! —celebró Noah, dándome un abrazo—. Esa fue la mejor decisión que el entrenador pudo tomar.

—Sí, hermano, ya era hora —continuó Jaden, palmeándome la espalda.

—Por fin el equipo tendrá lo que se merece —afirmó Jonas, asintiendo satisfecho.

Mis cejas se arrugaron, formando una línea en mi frente y ladeé la cabeza, sin comprender a qué se debía tanta celebración y felicitación.

Mi cumpleaños ya había pasado.

—¿De qué hablan? —pregunté con desconcierto, cruzándome de brazos.

—¿No lo sabes? —cuestionó Noah de vuelta.

Me encogí de hombros.

—¿Qué debería saber?

Jonas y Jaden se observaron con complicidad.

—Que tú, Shane Wayland, eres el nuevo capitán de los Búfalos —anunció Jaden, guiñándome el ojo.

Mi mandíbula se desencajó por completo.

—¡¿Qué!?

No podía creer lo que escuchaba, ¿Yo? ¿Capitán? ¡¿Yo capitán a un día de la inauguración del inter escolar?!

—¡Sí! —gritó Jonas, tomándome las manos y obligándome a levantarlas, agitándolas en el aire—. El entrenador Clark suspendió a Lexter del equipo por haber hecho ese vídeo sobre ti. Le dijo que no podría volver hasta nueva orden, así que no podrá participar en el Inter escolar y tampoco volverá a ser capitán.

—Ese título ya es tuyo —agregó Noah.

Di un salto en mi lugar, lanzando un grito de alegría y elevando mis puños al aire. Sin previo aviso, los tres juntaron sus brazos conmigo, cerrando un circulo improvisado y comenzamos a saltar todos juntos, de manera torpe, pero muy feliz.

—¡Soy el capitán! —vociferé, casi sin aire, mientras seguíamos saltando como unos completos idiotas felices.

Noah rio tan fuerte que terminó tropezando y rompiendo el círculo. Jaden lo agarró del cuello de la camiseta para que no se fuera de bruces.

Tantos años de esfuerzo, tantos años pensando que nunca podría lograrlo por mi condición y saber que el sueño se estaba cumpliendo, me hacía ver que con dedicación todo podía ser posible.

—Ahora vamos a la cancha, el entrenador va a dar la noticia frente a todo el equipo —mencionó Jaden, incitándonos a caminar tras él.

—No puedo creerlo… —susurré, más para mí que para ellos.

Caminamos a paso rápido por el pasillo abierto que bordeaba los salones, el sol golpeaba la cancha y el olor a césped recién cortado me invadió las fosas nasales. Varias personas estaban acomodando las gradas, revisando cables, ajustando lámparas, ultimando detalles para que la inauguración fuera impecable.

Los chicos del equipo estaban reunidos en un rincón de los escalones, sentados hablando entre sí y Jaden levantó una mano para llamar la atención del entrenador Clark, quien al vernos hizo un gesto para que nos acercáramos.

Al estar junto a todos, el hombre levantó la vista, señalándome que me ubicara a su izquierda.

—Muchachos —proyectó su voz sobre la cancha—, necesito que escuchen un momento. Tenemos un anuncio importante antes del último entrenamiento.

Todos callaron, miraron al entrenador y después a mí.

Pude notar que Lexter no se hallaba presente.

—Como saben, Reed no participará en el Inter escolar —continuó Clark, cruzándose de brazos—. Y eso nos obliga a definir quién llevará el liderazgo del equipo.

Un murmullo recorrió la fila. Algunos ya habían juntado las cejas; y otros miraban directamente mis manos, que temblaban un poco a pesar de mi intento por aparentar calma.




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