Intentando olvidarte.

Perdóname.

Capítulo 19.

Me levanté agotada por no haber dormido en toda la noche, era imposible cerrar los ojos sin imaginarme lo que vi, es como una puñalada en el corazón la cual se esta desangrando por no poder cerrar la abertura hecha.

Me consume pensar que me cegué y terminé confiando en la persona menos indicada, a la que le di todo de mi. 

Hoy es el ultimo día de clases por las vacaciones de navidad y no pudieron caer mejor, me termino de arreglar para ir a la universidad completamente preparada para evitarlo.

No me tomo el tiempo de desayunar porque mi estomago esta cerrado y seguramente vomitare si me obligo a comer algo.

Salgo rápidamente y me dirijo a la universidad. Las clases pasan normal, me lo cruce varias veces pero lo ignore, así es mejor no estoy preparada para hablar con él.

Voy pasando cerca del baño y veo a la mayoría de los estudiantes reunidos en ese espacio, me abro paso entre la gente para poder ver lo que esta pasando.

Mi garganta se seca inmediatamente en cuanto lo veo, es como una película en donde la protagonista no soy yo pero sufro más que cualquier otro, como una pesadilla en la que yo no salgo ganando.

Es horrible ver a la persona de la que estas enamorada siendo sacada del baño de hombres con una víbora sin sentido común y ver lo desarreglados que están te lleva a pensar miles de cosas y yo no podía ser la excepción, escuche lo que se suponía estaban haciendo ahí dentro y es como un fuerte golpe en el estomago.

Él me miro y pude percibir un fuerte dolor en mi pecho al ver sus hermosos ojos verdes reflejando tanto dolor y eso me debilita más, veo como una lágrima que corre por su mejilla y me enerva el que se la este dando de víctima, sin pensar en lo que en  este momento estoy sufriendo yo.

Aparto la mirada y me voy corriendo de ese lugar, no me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que llego a la seguridad de mi hogar y me término de derrumbar en ese lugar, en donde compartí tantos momentos junto a él.

Pero como pensar que esa persona que estaba puesta ahí para ser tu acompañante, sea más falso que cualquier otra persona y es que yo fui la que decidí esto, yo decidí que no me importara que fuera un mujeriego, yo me metí en esto por no saber diferenciar otra vez un idiota de un chico bueno, por no diferenciar al chico en el auto con el chico que me ayudo.

Me levanté del piso, me sequé las lágrimas, fui al refrigerador y agarre un helado de chocolate y me lance en él sofá y me puse a ver televisión entonces empecé a escuchar fuertes golpes en la puerta.

Esa voz...

—Esme por favor abre, tengo que explicarte las cosas, yo te amoo——en serio pensaba que le iba a creer esta vez y los golpes se hacían mas fuertes yo para evitarlos me levante del sofá con mi helado y me fui a mi habitación.

Después de varias horas se fue, pensé que no se cansaría pero como yo si me canse me quede dormida.
Me caí de la cama mientras dormia,  me levante y me volví a acostar para dormir otra vez y sonó mi teléfono.

NATHAN: Esme perdoname todo tiene una explicación se que ya ha pasado antes pero me tienes que creer, todo fue una trampa de Alicia, sin ti no se que seria de mi vida no me dejes te lo suplico todo tiene una explicación.

¿Tendría que creerle? ¿Volvería a caer en ese juego? No, es imposible. 

Yo prometí no meterme con un idiota otra vez y lo hice, ahora tengo que valorarme, pensar en mi y nada más que en mi, sera una lucha contra mi corazón que enfrentare pero no la perderé.

Borre el mensaje y me levante a hacer mis maletas, mi mente trabaja muy rápido mientras la hago, tengo que ir a Seattle, a reencontrarme con los recuerdos de mi abuela en esa casa, a enfrentarme a ellos sola.

Llamo al aeropuerto para reservar un vuelo, lo hago y llamo al taxi.

En menos de diez minutos el taxista esta fuera del apartamento y yo estoy montando las maletas para luego subirme yo. Escucho un grito y volteo es él, trato de no mirarlo más y término de entrar al auto. 

Este arranca y Nathan se queda atrás viendo fijamente el auto amarillo que me lleva lejos de él.

Esto me va a hacer bien, me estoy alejando de él y se que estando en la casa de mi abuela, en mi casa voy a estar mucho mejor. Sin darme cuenta una lágrima esta bajando por mi mejilla dándole paso a todo un torrente detrás de esa. El chofer me pregunta si necesito algo y amablemente le digo que estoy bien.

Llegamos al aeropuerto y me bajo para ahora si, alejarme de todo. Soy lo suficientemente inteligente para mantener mi celular apagado y así él no este llamándome.

Escapar de eso me hará bien.

Esas fotos que recibí no se salen de mi cabeza, es difícil concentrarse en otra cosa que no sean esas fotos, se repiten como película en mi cabeza. Me aprieto a un costado de la cabeza por el dolor punzante que me genera, necesito descansar con urgencia, si no lo hago puedo desmayarme y eso no esta incluido en mis planes.

Llaman mi vuelo y hago todo lo correspondiente, en menos de diez minutos ya estoy abordando el avión.




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