Capítulo 23.
La desesperación se apoderó de mí a niveles inalcanzables, la cordura ya no forma parte de mi sistema, estaba perdiendo al amor de mi vida y me cuestionaba el estado mental en el que me encontraba.
Hace más de una hora que llegamos al hospital y no me han dado noticias, todo instintivamente me da vueltas, siento como las paredes totalmente blancas se contraen hacia mí y me asfixian sin contemplación.
Mis manos sudan, estoy hiperventilando, mi corazón va desbocado y mi cerebro se desconecta de a poco.
Abro los ojos desorientada examinando el lugar en donde me encuentro, estoy en una camilla de hospital, me levanto azorada y un mareo de golpe haciendo que quede suspendida en la camilla.
Esperé unos segundos y me levanté otra vez pero con más calma.
Miro hacia mi derecha y esta Marifer mirando por la ventana.
—Eh...——mi voz sale un poco ronca—Mari—ella volteo acercandose apresuradamente.
—¿Estás bien?——asentí
—Nathan...
–Él está en terapia intensiva, el golpe fue muy fuerte, lo que provoco varias fracturas pero nada preocupante——pude percibir algo de mentira en eso último.
Me arranqué la via y sali corriendo por el pasillo, los enfermeros trataron de deternerme pero nada me impediría ver a Nathan, no ahora.
Llegué y lo vi ahí tendido en esa cama forrada de sabanas blancas y él luciendo como un ángel, realmente en estos momentos no estoy pensando racionalmente. Mis ganas de tenerlo cerca aumentaron, aunque es totalmente imposible pero solo quiero sentirlo, quiero tocarlo para saber si es él, si es mi amor el que esta luchando por su vida en esa cama de hospital.
Entré empujando la puerta sin importarme los gritos de Marifer, entré y me congele al instante.
Es impresionante como valoras algo más de lo que lo hacias, cuando sientes que lo estas perdiendo, cuando sientes que tu alma se va, dejando solo ese gramo de vida que no sirve para subsistir.
Verlo pálido y conectado a esas maquinas hace que mi corazón se contraiga a tal punto que no sienta los latidos de este, siento mi vida suspendida en el aire, mi alma pendiendo de un hilo y mi cordura con ganas de abandonar el barco.
Me acerqué lentamente, agradecí que no me sacaran porque no lo permitiría, necesito estar a su lado aunque sea un momento, ser testigo de que el que esta en esa camilla es mi Nathan.
Me senté en un banquito que está al lado de la cama y respiré profundamente.
Llegó el momento de sentir un pedazo de mi alma regresar a mí.
Fui acercando lentamente mi mano a la suya, la toque con miedo, con miedo de sentirlo frío, mi estomago dio un vuelco al sentir su calor colarse por la palma de mi mano, lleve mi mano a su mejilla y la acaricie sintiendo su insipiente barba pese a estar descuidada, lo que me hizo sentir viva.
¡La extrañaba!
Me acerqué y le di varios besos en los labios, perdiendome en su textura.
Amo sus labios.
Me siento tonta haciendo esto pero lo extrañaba tanto, después de saber todo me resigne a intentar de olvidarlo por que es muy difícil, es difícil tratar de olvidar a esa persona que se coló hasta lo más profundo de mi alma.
Y es que solo él es dueño de cada fibra de mi ser, él es mi complemento, mi amor verdadero, un amor que iba a dejar ir, pese a eso el persistió y por eso esta aquí, en este hospital.
Todo es culpa mia, solo pense en mi y no me detuve a pensar en lo que él sentia, en lo que estaba pasando.
Mi trauma lo supere al verlo volar por encima de ese auto, el hecho de que me iban a violar paso a ultimo plano cuando lo vi caer al asfalto y ver como la sangre se escurría alrededor de su cuerpo.
No me di cuenta cuando empece a llorar pero es imposible no hacerlo, por mi culpa él esta aquí solo por mi estupida terquedad.
Me acuesto a un lado de él con la esperanza de que al sentir mi calor abra los ojos y me perdone por que yo no voy a poder hacerlo.
Abro mis ojos lentamente acostumbrándome a al luz, estudio el lugar en donde me encuentro y dejo de respirar.
Estoy en la morgue...
Me levanto y miro a mi lado, ahí está una persona, camino lentamente y levanto la sabana que lo cubre, caigo de golpe al ver que es mi novio el que está tendido en esa cama totalmente inerte y sin vida.
Retrocedo asustada por lo que veo, trato de salir pero la puerta está cerrada escucho voces y me escondo detrás de una estantería.
Siento mucho miedo, esto no tendría porque estar pasando, no así, no a nosotros.
La puerta se abre y veo a Drew entrar con Alicia, mi respiración se corta al ver como se acerca a donde se encuentra mi novio y lo lanza haciendo que vuele en el aire y caiga justo al lado mio, ahogo un grito tapandome la boca con mi mano.
No los veo más y cuando intento moverme de lugar pensando que se habían ido aparece él y me agarra del cabello arrastrándome hacia la camilla en donde estaba Nathan, trato de soltarme pero él es más fuerte que yo.
Me acuesta sin ningún cuidado y comienza a romper mi camisa, miro hacia Alicia quien se encuentra de rodillas al lado del cuerpo de mi novio llorando como si su vida dependiera de ello.
Lágrimas caen como manantiales de mis ojos nublandome la vista, me siento perdida y sin fuerzas, mi amor se ha ido y con él mi alma, mi ser, mis ganas de vivir.
Siento un metal muy frío adentrarse por mi estomago, él se ha alejado de mi al verse cubierto de sangre, a su lado está Alicia cubierta de sangre y con el cuchillo en su mano.
Su sonrisa me causa escalofríos pero no le tengo miedo, ya no tengo miedo de nada ya voy a ser feliz al lado de Nathan.