Intentando olvidarte.

Sin fuerzas.

Capítulo 24.

Quedé inmovil y es que efectivamente habia despertado, no era mi subconciente haciendome una broma, cai en cuenta de que ahora no iba a saber que hacer y es que la culpa crecio a niveles estratosfericos al ver su sonrisa. 

Me aleje unos centimetros de la cama, mi alma caia en pedazos cada vez más y no lo podia controlar, quiero huir lo necesito pero él me necesita a mi, no podria dejarlo solo, no ahora. 

Sali sin dirigirle la palabra, se que suena estupido pero necesito pensar en una disculpa, una gran disculpa, como no sentirme culpable, es que todo ocurrio por mi, porque por salvarme a mi él esta ahí.

Pero lo amo y por amarlo hare todo lo que este a mi alcance para que me perdone. 

Busque al doctor y lo llevé hacia la habitación, me recargué en el marco de la puerta a esperar que el doctor termine de revisarlo, tiene los ojos cerrados.

Me quedo mirandolo y me doy cuenta que su barba esta descuidada, que esta más delgado y me duele, me duele saber que todo esto está pasando por mi culpa, aunque yo fui la primera afectada, se que cometí un error al no darle chance para que me explicase pero ¿quien me entiende a mi?.

A la que humillaron con solo verlos salir de ese baño, a quien hicieron llorar, a quien le rompieron el corazón.

Sé que debo olvidar todo pero en mi cerebro se repite una y otra vez esa escena.

Me tortura, me aniquila. 

Al igual que el último acontecimiento y es que mi vida no puede estar más plagada de desgracias, agradezco al cielo que Esteben haya llegado.

Escucho que alguien carraspea y me doy cuenta que el doctor ya salio y Nathan me mira preocupado. 

Me acerco lentamente perdiendome en esas cuencas verdes, un poco azorada conmigo misma por lo sucedido ultimamente.

—Hola...perdo—— Nathan me jalo por el brazo y junto nuestros labios.

¡Dios! extrañaba tanto esto.

Me deje llevar por el toque sutil de sus labios en los mios, se mueve lentamente llevando la sincronia de nuestras bocas. 

—Aquí el que tiene que pedir disculpas soy yo, yo cometí el error, yo me gane el que te alejaras y pese a lo que me dolio, si que lo mereci, por que esto tenia que pasar, mis errores tenian que reprenderme algún día y lamento que hayas estado involucrada, que justamente hayas sido tu a la que le cayo toda mi basura —— yo lo mire fijamente sin poder hablar —— Te amo y daria mi vida por ti mil veces más si es necesario.

—Te amo Nathan —— y lo bese perdiendome en su aroma, deleitandome con su sabor. 

Pegué mi frente a la suya mientras nos mirabamos para luego reirnos y volvernos a besar. 

Ya han pasado dos dias desde que Nathan despertó y todo ha marchado de maravilla, él cada vez se recupera más rápido y yo estoy ansiosa porque salga ya de aquí.

Mis padres vinieron a ver como se encontraba, él me pidio que no le avisara nada a su familia porque no queria preocuparlos, yo acepte a ocultarlo pero obligandolo a que los llamara luego.

Esteben y Marifer se fueron a la casa de los padres de ella prometiendo que regresarian para cuando ya tuvieramos que salir del hospital.

Dominik, de él no he sabido nada desde que lo vi la ultima vez.

No he querido salir de aquí, alejarme de él no está en mis planes, dejarlo solo mucho menos pero hoy tengo que ir a la casa a bañarme y buscar alimentos. 

Paso por recepción y le sonrio a la chica que ocupa el puesto, estoy en la cafeteria comprando mi desayuno ya que a él se lo da el hospital.

Entro a la habitación y lo veo haciendo una mueca de asco mientras observa su desayuno, seguro le dieron avena otra vez.

Me acerco lentamente y él levanta su mirada sonriendo ampliamente, le lanzo un beso y le doy un trago a mi batido. 

—¿Qué sucede Nathan?—— le pregunto acercandome a él.

—No quiero comer esto——dice haciendo puchero.

—¿Por qué? ¿qué tiene?—— él me mira como si una manada de monos me hubiesen defecado encima. 

—Porque es asqueroso, no entiendo por que siempre me ponen avena —— y arruga la boca —— yo quiero comida de verdad no cemento semi procesado. 

Me rio a carcajadas y le doy de mi ensalada de frutas.

Despúes de varias horas me levanto para ir y volver rapido.

—Nathan voy a la casa y regreso al rato —— me hace puchero y me inclino para besarlo, él profundiza el beso y hace que caiga encima de él, me separo un poco acalorada, debo tener las mejillas rojas —— Te amo.

— Yo más amor... yo más —— me despido de él y salgo de ahí. 

Llegué a la casa y fui directo a bañarme pensando en todo lo que ha pasado y no sé como resisti tanto, es mucho para mi.

Mi vida se convirtio en un total desastre, pensar que casi caigo en depresion por lo que ocurrio con Drew y no se me puede ocurrir como se volvio tan enfermo. 

Intentar violarme... 

Eso es mucho para mi. 

Gracias al cielo todo está en su sitio ahora.

Salgo del baño y me visto, cepillo mi ahora largo cabello y me dirijo a la cocina para guardar las frutas que llevare.

Llego a la cocina agarro una manzana y comienzo a ingerirla, comienzo a guardar frutas y galletas, y escucho que suena el timbre.

Voy rapido hacia la puerta y al abrirla me encuentro a un sonriente Dominik en frente de mi, me hice a un lado para que pase y él negó. 

Lo mire intrigada asintiendo para que hable.

—Vengo a despedirme —— lo miro y está totalmente serio —— voy a irme a estudiar en California —— sonrio——necesito que sepas que me gustas y que por eso me voy, no quiero y no puedo verte y no sentir mi mundo colisionar de alegria al verte sonreir, mi corazón eligio mal y por eso me voy —— se acercó lentamente a mi, me acaricio la mejilla y me dio un beso en la misma para luego irse. 

Quedé totalmente petrificada, porque pese a sospechar que sentia algo por mi nunca lo vi como una opcion viable. 




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