Intentando olvidarte.

Eres tú.

Capítulo 29.

El mes paso más rapido de lo que pense, todos estaban saliendo de la universidad para ir a sus casa, mientras yo estoy esperando a Nathan en las escaleras de afuera de mi departamento.

Nosotros no vamos a nuestras casas, vamos a Myrtle Beach, realmente tenia muchas ganas de ir a ese lugar aunque sea muy lejos pero tengo que ir, ese lugar es magico, se que me hará bien.

Despúes de unos eternos veinte minutos llegó mi novio sonriendo en su auto, subí la maleta a la parte de atrás y luego me subí yo al lado de él, volteo y lo encuentro observandome serio.

—¿Qué ocurre? ¿qué tengo?—niega y acerca su mano a mi mejilla, la acaricia lentamente para luego sonreir y acercarse para darme un beso.

—Estas hermosa—sonrio al abrir los ojos y encontrarme con esos verdes encantadores.

—Gracias—sonrie y recarga su frente en la mia.

—¿Lista?—asiento energeticamente.

—Sí, muy lista.

Nos acomodamos en nuestros asientos y arranca el auto. Media hora despúes coloque musica en la radio para no aburrirnos.

—¿Estas emocionada?—pregunta él mientras mira la carretera.

—Si, demasiado—sonrio alegre— he querido ir ahí desde que pasaba todos los veranos con mi abuela, siempre me enseñaba fotos en internet y me contaba de lo agradable que es el mar en ese lugar.

Una hora y media más tarde ya habia escuchado todas las canciones que tiene Nathan en el estereo, habia leido un libro y me habia comido cinco galletas de avena.

Me aburro y todavia falta para llegar.

Nathan Cooper.

Es emocionante irme de viaje con Esmeralda por dos semanas, los dos solos.

Ella lo necesita despúes de todo lo que paso y yo tambien, de verdad que si.

Me doy prisa en recoger todo, me dormi muy tarde y me quede dormido en la mañana. Termino de recoger y salgo apresurado para buscar a Esmeralda.

Llego y la veo sentada en las escaleras, le sonrio y ella sube la maleta al auto para luego subirse ella a mi lado. 

No puedo dejar de mirarla, esta muy hermosa.

—¿Que ocurre? ¿que tengo?—niego y acerco mi mano a su mejilla, la acaricio lentamente para luego sonreir y me acerco para darle un beso.

—Estas hermosa—sonrio al ella abrir sus hermosos ojos.

—Gracias—le sonrio y recargo mi frente en la suya.

—¿Lista?—asiente  energeticamente.

—Si, muy lista.

Nos acomodamos y arranque, despúes de media hora Esme pone musica, lo agradezco silenciosamente.

Las horas pasaron y Esme se quedo dormida, ya faltan tres horas y llegamos a Myrtle Beach. De Misisipi salimos a eso de las diez de la mañana y siendo diez horas en carretera, llegamos como a eso de las ocho de la noche.

Gracias a que mi padre tiene contactos con grandes hoteles en todo el pais me consiguio una reservacion con todo incluido en el mejor hotel de Myrtle Beach.

Que loco mi padre ayudandome, la persona más fria del mundo esta haciendo algo por su hijo mayor, nunca pense que lo haria pero aqui estoy recibiendo algo de él.

Espero y a Jason le den mejor trato y mayor atencion, que no lo crien como a mi, que a él si le den amor y no solo objetos materiales.

Mi mamá es más pasable pero siempre se dejó guiar por mi padre, nunca estuvo conmigo porque él la necesitaba a su lado en todos lados, los viajes, juntas, reuniones y fiestas.

Todo siempre tenia que ser torno a él, olvidandose que tenian un hijo que necesitaba de ellos, que lloró todas las noches antes de dormir porque se sentia solo, porque no tenia a quien contarle lo que le ocurria.

Mi vida fue un desastre desde que naci y todo empeoro en la universidad, no salia de una fiesta, siempre amanecia con una chica diferente a mi lado, era tan carente de sentimientos que me asuste cuando vi a

Esmeralda esa noche y mi corazón no paro de saltar en mi pecho.

Todo se puso peor cuando la vi llorando, sentí tantas ganas de protegerla, envolverla con mis brazos y no soltarla nunca. No me explicaba el interes que sentia por ella, para luego darme cuenta que era, es y sera siempre el amor de mi vida.

La amo con una intensidad apabullante, sin ella me siento vacio, sin vida. Ella es esa luz al final del tunel, ella es la luz que llego a  mi vida para encenderlo todo.

Nos pertenecemos, somos uno.

Despúes de tres horas más en carretera llegamos, Esme se habia despertado hace una hora y media y estaba habla y habla.

Tenia tantas ganas de parar el auto y besarla para que dejara de hablar pero me contuve, tenia que.

Se veia tan feliz contandome sobre su nueva compañera de clases que no quise interrumpirla, me gusta verla sonreir.

Llegamos al hotel y pedimos la llave de la habitación, subimos al quinto piso ya que nuestra habitacion se encuentra allí.

Entramos y pude ver la sorpresa reflejada en el rostro de mi novia, es que si es muy lujosa, grande y hermosa.

—Que hermosa—dijo sonriendo Esme—¿una cama?—me miro alzando las cejas y yo me encogi de hombros y ella sonrio— estoy cansada voy a darme una ducha para dormir—se fue dejandome solo y yo me sente en el borde de la cama a esperar que salga.

•••••

El sol entra por la puerta corrediza que da a la pequeña terraza, abro mis ojos lentamente y la veo dormir acurrucada a mi costado, su cabello rubio por todo su rostro y sus mejillas sonrojadas.

—Te amo tanto Esmeralda—Le doy un beso en la frente y voy descendiendo por todo su rostro hasta llegar a sus labios, ella comienza a abrir sus ojos y sonrie al verme.

—Si asi seran todas las mañanas—me acaricia la mejilla—que no se acabe este viaje nunca.

•••••

Despúes de desayunar fuimos a dar un paseo a la playa, ella va descalza sujetando sus zapatos con sus manos mientras camina por la orilla de la playa dejando que el agua moje sus pies.




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