Después de que Demian me muestra a chispas y está me rechaza rotundamente casi pateándome, literal esa hermosa yegua se pudo muy agresiva al sentir mi toque, nos fuimos a otro lugar. Me sentía mal por ponerla incómoda es increíble ver como los animales saben incluso que algo está mal y que yo sin duda alguna no soy su dueña.
- Nunca la había visto así de agresiva. Está bien señorita.
- Estoy bien tal vez hoy está de mal humor.
- Puede ser porque lleva casi un mes sin verla que la ha desconocido.
Un mes, la primera pista y sin esfuerzo.
- Demian sabes donde he estado este último mes.
- ¿Acaso no estaba enferma en reposo?
Genial mi avance llegó hasta aquí. - No recuerdo nada ni siquiera como termine en cama. ¿Me viste enferma la última vez?
- La verdad yo la veia muy feliz planeando un viaje, su primero de hecho.
- Te dije a donde planeaba ir o si alguien me acompañaba.
- La verdad no dijo mucho simplemente comenzaba a girar diciendo lo emocionada que estaba por poder salir de aquí.
- Ya veo. Demian yo te llegué a contar como me trataban mis hermanos o padre.
- Señorita lo que me pregunta es muy personal y nosotros no teníamos esa clase de confianza.
- Entonces que clase de relación teníamos nosotros dos.
- La de una maestra con su sirviente, yo le enseñaba a montar y como cuidar de los caballos. A veces me contaba de lo que le gustaba como pintar o su música favorita.
- Yo pensé que éramos amigos.
Creo que mi cara de decepción me delata por completo, me gustaba al menos pensar que está solitaria chica tenía al menos un amigo en este lugar.
- Señorita si quiere podemos ser amigos lamentó si no lo entendí antes y fui grosero con mis palabras.
- Está bien Demian no puedes obligar a las personas a entablar una amistad y si es forzada no la quiero.
Me levanto algo triste y desilusionada, no puedo imaginar lo sola que se sentía está niña alejada de todo el mundo sin nadie en quien confiar.
Tal vez es porque yo crecí rodeada de amor en una familia numerosa con muchos amigos, primos, tías y gente buena que no dudaba en ayudar en cualquier momento que no puedo imaginar lo doloroso de esta situación.
No sé si la tristeza que siente mi corazón es mía o es de Penélope o de ambas porque es demasiado peso casi que no puedo respirar, pero por alguna razón no siento la necesidad de llorar tal vez es porque a esta niña ya no le quedan lágrimas por derramar.
Quiero volver a casa, quiero abrazar a mamá y papá, pero antes de hacer eso les voy a mostrar una lección a todos estos cretinos.
Estoy tan pérdida en mis pensamientos que no veo al bastardo número 2 frente a mí.
- Penélope que estás asiendo jugando en el establo.
- Que te importa, quítate que ya casi es hora de mi clase.
- Como me acabas de contestar pequeña.
- Eres sordo o solo estas menso, quítate de mi camino AHORA.
Pasó a su lado chocando su hombro sin miedo a nada, este idiota no es el primero y estoy segura de que no será el último a quién me enfrento, pero lo que ellos no saben es que yo crecí junto a 14 primos y que si no eras ruda todos te pateaban el trasero.
Sebastián no podía procesar lo sucedido, se quedó parado sin poder reaccionar por al menos 5 minutos.
Ja que diablos se le metió a esta pequeña mariposa de repente. De verdad el golpe la a dejado un poco más tonta de lo que ya es.
- Hermano que pasa. Que es lo que tanto estás viendo.
- Dayton quiero que vayas y hables con Peny.
- Porque, de que se supone que hable con ella.
- No sé invéntate algo maldita sea.
- Bien ya entendí, no te enojes conmigo cabrón. Ah por cierto tu mujercita ya viene en camino, llamo para que le mandaran un chofer parece que se volvió loca comprando otra vez.
- Entiendo ahora ve y cumple con la orden.
Su mujer es la preñada y resulta que el desquiciado es él. Que se supone que hable con la pequeña mariposa.
Entro en el estudio y la veo leyendo un libro, maldición estoy nervioso ni siquiera sé cómo hablar con mi propia hermana. Tocó la puerta para no asustarla.
- Buenas tardes Peny, puedo pasar un momento.
- Esta es tu casa y puedes hacer lo que se te dé la gana hermano.
Arrastro la silla junto a ella. - Veo que las clases se te están dando bien aunque no recuerdo que tuvieras una materia para aprender a faltar el respeto a tus mayores.
Su mirada fría me hace dudar por un segundo casi al punto en que me pregunto si debí pedir permiso para sentarme al lado de ella.
- Si quieres respetó primero debes mostrar respetó.
#1178 en Fantasía
#4794 en Novela romántica
mafia peligro amor misterio, fantasía moderna, amor en la mafia
Editado: 12.10.2025