Intercambie almas con la hija del tirano.

Capitulo 12

Una morena de gran estatura se me pega exageradamente y me abraza. - Mi querida cuñada que te han hecho esas estúpidas, desde ahora tendremos que salir más así las personas recuerdan tu linda carita.

Ella pellizca mis cachetes como si fuera una niña pequeña, no es con cariño más bien lo hace como una persona que te odia, pero no lo deja ver. - Por favor, me estás lastimado. ¿Quién eres?

Su sonrisa es nerviosa, nada creíble.- Ja ja ja Como que no sabes quién soy, que bromista estas está noche.

Empujó su mano lejos de mí. - No sé quien eres y si no quieres decirlo entonces simplemente quítate de mi camino que quiero subir a mi cuarto.

Esa mujer no sabe de qué color ponerse, parece un camaleón.

- Yo soy Taylor la mujer de Sebastián, la futura madre de tu sobrino. Tu cuñada.

- Oh ya veo, si me das permiso te lo agradeceré Taylor.

Subo ignorándola, puede ser la mujer del presidente y aun así me importaría un pepino, ella no me quiere y yo no le voy a seguir el juego de familia feliz para elevar su popularidad.

Taylor estaba furiosa tanto que se podía escuchar el rechinar de sus dientes, las miradas la seguían mientras se desplazaba por el lugar llegando al baño.

- Maldita mocosa insolente, desde que conozco a Sebastián ni una sola vez vi que la tratarán como un ser humano incluso los hijos de las criadas eran mejor tratados que ella. Así que como se atreve a mirarme siquiera a los ojos. Esto no se quedará así yo voy a ser la única señora de la familia Morfeo aunque eso signifique tener que desaparecer a la pequeña zorrita. Con lo poco que la quieren nadie notará su ausencia.

Penélope se quitó el vestido y se dio una ducha rápida para sacar el olor a vino de su cabello mientras recordaba todo lo vivido.

- Esta noche no sólo le falte el respeto al primer príncipe de este lugar sino que también golpee a 3 chicas que eran las conquistas del 3 príncipe y ahora no se que pasará con ellas o conmigo.

Genial Alisha cuando lo quieres arruinar lo haces a lo grande.

Escucho como alguien llama a la puerta y me apresuro a ver quien es, tal vez ya están preparando el juicio.

- Quien es.

- Pequeña soy Dayton te traigo otro vestido.

- No voy a volver a bajar.

- Peny hay que curar esos rasguños. ¿Ya pensaste en el castigo de esas mujeres?

- ¿Castigo? Eso lo tengo que decidir yo.

- Quien más quieres que lo haga si fue a ti a quien se le faltó el respeto de una manera imperdonable. Te sugiero pedir que le corten ambas manos y las expulsemos para siempre del círculo.

- Que dices.

- Por mí pediría que les abran el abdomen y coloquen ratas dentro de ellas. Una tortura larga y muy dolorosa perfecta para estúpidas así.

No me puedo creer lo que piensa esa cabesita loca, si eso se le hace a alguien que le lanza vino a una persona entonces que me espera a mí que le rompí el bonito rostro a Sebastián.

- Her.. Hermano que me pasará a mí ahora.

- Como que te pasará no entiendo pequeña.

- Yo le pegué a Sebastián.

- Ja ja ja Excelente gancho derecho luego puedes unirte a practicar conmigo tienes potencial pequeña.

- De verdad te lo digo. ¿A mí también me van a cortar la mano?

- Penélope como se te ocurre eso, si lo golpeaste fue porque se lo merecía y nadie te dirá nada por partearle el trasero a uno de tus hermanos.

- ¿Eso te incluye a ti también?

- Bueno puedes intentar patearme el mío en el ring. Listo ya curé todas tus heridas ahora cámbiate y baja, padre te está esperando.

Dayton se levanta llevándose las pomadas consigo, pero antes de salir me da una última mirada.

- Estuviste increíble está noche pequeña, nunca dudes en hacerte respetar.

Esas palabras me dejan más tranquila, aunque todavía no sé que esperar de Pierre y claro está de Sebastián porque una cosa es lo que dice Dayton y otra muy diferente es lo que piensa Sebastián quien se ve mucho más serio sin contar que también ofendí a su amada esposa. Ahhh Alisha tienes que aprender a mantener la boca cerrada.

Me cambio rápido, ya lo hecho, hecho está y llegó la hora de dar la cara. Al abrir la puerta Dayton todavía estaba esperando por mí.

- Que haces aquí.

- Te quería escoltar, hoy estás muy bonita y no dejaré que ningún idiota se te acerqué.

Ja ja Actúa igual que Terry, sus mismas palabras y sus mismas expresiones solo que Terry lo hacía de corazón porque me amaba, en cambio, Dayton lo hace por versé bien ante el público, ya que se muy bien que nunca quisieron a Penélope ninguno de ellos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.