Bajamos nuevamente y ahora quien me espera es Pierre con su clásica expresión fría y dominante, como les explico que la presencia de este hombre hace que tus rodillas tiemblen y sientas la necesidad de suplicarle clemencia aunque seas inocente de cualquier cargo.
Es simplemente fascinante ver que una presencia, que una postura provoca todo ese pánico sin siquiera abrir su boca. Ahora entiendo por qué es el jefe.
- Hija mía ven aquí.
Extiendo mi mano intentando mantenerme serena, las miradas de los precedentes no ayudan en nada y enfrente está Sebastián ya cambiado junto a esa mujer quien lo tiene bien aferrado, parece un perro del que le tiran la correa.
- Patético. - Oh maldición esa palabra salió de mi boca sin permiso.
- Dijiste algo querida.
- No, padre.
- Quiero que me concedas una pieza antes del juicio.
- ¿Juicio?
- Tienes que pensar cuál es el castigo para las personas que se atrevieron a faltarte el respeto, esto será una clara advertencia para los demás así pensaran dos veces antes de cometer un error. Además, tengo una sorpresa para ti.
Siento las manos grandes de ese hombre tomarme por la cintura mientras comenzamos a girar por la pista, unas cuantas parejas se nos unen luego de eso.
- Hoy estás hermosa pequeña y te pareces tanto a tu madre que siento nostalgia en mi corazón.
- De verdad.
- A ella le gustaba bailar conmigo y siempre encontraba una escusa para hacerlo, es más fue ella y su dedicación lo que me llevaron a aprender.
- ¿Cómo era ella?
- Hermosa, una diosa de buen corazón y carácter fuerte dispuesta a todo por su familia.
Puedo ver el amor que aún tiene por ella en sus ojos, en sus palabras y en como su cuerpo se tensa. Después de todo hasta el hombre más cruel se vuelve un gatito ante la mujer que lo logra domar, esas eran las palabras de mi padre, ya que mi madre es de carácter fuerte y solía ser él quien solía disculparse por todo.
- Que te causa risa pequeña.
- No me imagino a padre siendo tierno.
- Yo tampoco.
Sebastián intenta pedir mi mano, pero lo rechazo de inmediato. - No quiero bailar contigo.
- Entiendo.
Él se da la vuelta y se marcha sin decir más seguido por su mujer mientras Baltasar y Dayton llegan a mi lado para pasar a otro lugar.
- Pequeña ya pensaste en el castigo.
- Que se supone que diga Baltasar.
- Pide que le corten las manos.
Dayton me abraza mientras susurra en mi oído.
- La lengua también.
- No quiero hacerlo.
- Peny que la gente te respete depende de tu decisión ahora además no es por nada, pero el honor de la familia está en tus manos, si eres blanda nos dejas como fresas a todos.
Oh que carajos se supone que haga ahora yo no quiero que esas mujeres pierdan partes de su cuerpo, pero si no soy firme siempre seré el blanco para todos.
Al entrar a ese lugar las puedo ver a las tres llorando desesperadas, todos las rodean mientras ellas suplican misericordia. Pierre toma la palabra.
- Todos aquí saben el porqué estas tres hijas de la organización están siendo juzgadas. ¿Alguien tiene algo que decir en su defensa?
Mi mirada ve a cada uno de ellos esperando que alguien de un paso al frente, pero nada.
- Bien, Penélope Morfeo dinos tu veredicto para las acusadas.
- Yo.. Yo quiero que se les corten los dedos.
Los murmullos se esparcen rápidamente mientras dos hombres se acercan y toman a una de ella, la sientan en una silla y extienden su mano mientras el otro saca unas pinzas.
Intento voltear la vista, pero Dayton me sujeta con fuerza de los hombros. - Tienes que ver hermanita.
- ¡AHHHH!
- Un dedo, vamos por el siguiente.
- NO.. POR FAVOR.. Perdóname NUNCA MÁS VOLVERÉ A COMETER UN ERROR. AHHHH !!!
- El segundo dedo.
Quiero salir corriendo de este lugar, Dayton no me permite moverme, pero cuanto más puedo soportar ver esto... Pierre se levanta y camina justo a ella.
- ¿Esta fue la mano con que lastimaste a mi hija?
- Se..Señor lo lamento mucho..
- Contesta lo que pregunte.
- Si.. Sí.. Perdón.
Algo que no me esperaba era que ese hombre que solo poco tiempo atrás bailaba conmigo sacara un arma de detrás de su espalda y le diera un golpe de gracia dejando el cuerpo de la joven sin vida luego se voltea a las otras dos y hace exactamente lo mismo.
- ESTO ES LO QUE PASA CUANDO TOCAS A ALGUIEN DE LA FAMILIA MORFEO. QUE LES SIRVA DE LECCIÓN A TODOS.
Yo me abrazo a Dayton intentando ya no ver más, nunca entenderé como estas personas pueden ver un acto tan cruel sin inmutarse en lo más mínimo.
- Vamos pequeña el show termino.
Quiero volver a casa, quiero ver a mamá y papá y tener mi vida ordinaria y corriente.
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Editado: 12.10.2025