Pierre llega junto a mí y me lleva en sus brazos. - Penélope, eres mi hija así que tienes que ser fuerte para que nadie dude en siquiera pensar en mirarte mal.
- Yo.. Yo.. No puedo.
- Claro que puedes, lo llevas en tus venas y está noche lo demostraste al no dejarte de esas arpías.
- Papá no es lo mismo pelear con las manos a sacar un arma y quitarle la vida a otra persona.
- ¿Cómo me llamaste?
- Que.. Lo siento padre no fue mi intención.
- Llámame así otra vez.
- No.
- Por favor.
- Papá.
- Bien así que te gusta pelear mano a mano y dices que no eres un Morfeo. Tienes un buen gancho y agallas sin duda alguna llegarás a ser incluso mejor que tus hermanos.
- No diga eso, solo me defendí.
- Ven es hora de que veas tu regalo.
Todos los presentes ya estaban en el patio y Pierre me trae la cosa más hermosa que jamás pude imaginar.
- Este cachorro ahora es tuyo, Penélope.
- No lo puedo creer. ¿Está bien obtenerlo?
- Es la cría de Sansón claro que solo puede ser para ti.
Mis manos van al cachorro de leopardo mientras puedo escuchar a la gente hablar.
* No puedo creer que le esté dando un leopardo a esa niña.
* Es la ley de la familia Morfeo cuando un hijo llega a la mayoría de esas y es recibido como parte de la organización.
* Pero esa niña ha vivido siempre encerrada. ¿Acaso sabe siquiera como trabajar?
* Esto sin duda es el máximo honor y más porque es el cachorro de Sansón, pero a que ella lo merezca es otra cosa.
Mi mano se detiene antes de acariciarlo, volteo y le pregunto a Pierre. - ¿Qué significa que me des este cachorro?
- Sansón es mi viejo y fiel amigo, que yo te dé a su hijo significa que eres favorecida y que cuentas con todo mi apoyo.
- Porque.. Porque así de repente y de la nada me das algo tan valioso y no hablo del animal.
- Penélope...
Salgo corriendo de regreso a la casa, no entiendo nada de lo que está pasando. Estas personas jamás se interesaron en Penélope y de buenas a primera incluso le dan un leopardo... Algo anda muy mal, muy mal.
- Puedes ver lo grosera que se está poniendo esa niña, Sebastián. Fue capaz incluso de rechazar el valioso regalo de tu padre.
- Cállate Taylor.
- Porque tengo que callarme, después de esta noche toda la familia estará en boca de todos. Lo que más me molesta es que incluso le dieran ese cachorro a ella cuando debería ser de mi hijo.
- Que diablos estás diciendo ahora.
- Ella es una mujer, se casará y se marchará, en cambio, nuestro hijo siempre se quedará aquí así que ese cachorro tendría que ser para él y así ponerlo sobre todos los demás.
- Taylor estás pasando todos los límites.
- Vete al diablo yo he contribuido más que esa niña a la organización, he puesto mi vida en peligro incontable veces mientras ella se queda en casa jugando con los animales. Merezco ser reconocida.
- Esa fue tu decisión y tu obligación, ella es de la familia, mi única hermana puede hacer lo que se le dé la gana si así lo desea.
- Es gracioso que lo digas cuando la tratan como algo viejo y olvidado en el cobertizo.
- Que yo o mi familia la trate así no te da el derecho a ti de hacerlo Taylor. Entiende cuál es tu lugar de una buena vez por todas.
- Soy tu esposa, tu familia también.
- Prometida y puede que siempre te quedes con ese puesto si sigues con esta actitud.
- Que hay de nuestro hijo.
- Una vez que abandone tu cuerpo lo puedo criar solo.
- Eres un maldito, te juro que te arrepentirás.
Esta mujer me está sacando de quicio, su actitud de todopoderosa únicamente porque lleva a mi hijo me está cansando, si supiera que es gracias a ese bebé que aún está viva pensaría dos veces antes de hablar.
A la mañana siguiente Penélope baja al jardín en donde ve al cachorro jugando, sin dudarlo se acerca a el y este viene sin miedo.
- Hola pequeño como puedes ser tan feliz en un lugar así de aterrador.
- Es porque sabe que aquí es su hogar.
- Sebastián me asustaste.
- Por fin lo aceptas como tuyo.
- No creo que sea correcto, es una vida y no una cosa para reclamarlo como mío.
- Se forma un vínculo en el, este pequeño te toma como familia y todo indica que le caes bien. Además se trata de jerarquía y eso te deja por encima de todos incluso de mi.
- Sebastián porque únicamente nosotros dos tenemos nombres diferentes.
- Te da curiosidad eso... Bueno, mamá era latina y quiso que su primer y último hijo tuvieran nombres extraños ja ja. Somos especiales, Penélope y nunca lo dudes.
Así que latina he. Ahora tengo más curiosidad por saber como terminaron juntos y como fue que conquistó el corazón del tirado más frío y cruel de la historia.
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Editado: 12.10.2025