Con todo listo para partir busco a Baltasar, estoy emocionada por disfrutar de la libertad y a la vez aterrada por no poder volver, sin duda alguna está gente vive al límite cada día de sus vidas.
Subo a buscar al pequeño hermano cuando pasó por el cuarto de Taylor y la escucho discutir con Sebastián.
- Tengo que ir a casa.
- Vamos juntos.
- Sebastián ya demostré que yo no tengo nada que ver con lo que sucedió.
- Sabes Taylor antes me acusabas de ser distante y ahora te molestas por intentar estar presente. No te entiendo.
- Ahora estás aquí porque desconfía de mí y no porque yo te interese. Ese es el problema y no lo entiendes.
- Si quiero ir contigo es porque estoy preocupado por ti y el bebé la que no lo puede ver eres tú.
Okay esto no es asunto mío, pensé que sería algo más importante, pero es una típica pelea de pareja que no saben como admitir sus sentimientos.
Golpeo ligero la puerta para que ellos no sepan que yo escuche. - Baltasar puedo pasar.
- Adelante. ¿Ya estás lista?
Al entrar puedo ver al tercer apuesto hermano de la pequeña, está familia tiene muy buena genética y sin duda alguna uno es más guapo que el otro empezando por Pierre terminando con Baltasar.
- Si, aunque creo que mejor esperamos un momento porque Taylor y Sebastián están teniendo un momento incómodo entre ellos.
- Siempre es así, solo ignóralos. Mejor hablemos de nosotros.
Una simple frase que logra acelerar cualquier corazón. Como odio a los chicos guapos.
- De que quieres hablar.
- Ahora vamos a salir en un auto brindado aunque antes que nosotros saldrán 3 y tomaremos rutas diferentes, presta atención a todo el proceso.
- Entiendo.
- También tienes que pasar a prepararte, yo no lo creo necesario, pero padre insistió.
- ¿Qué tengo que usar?
- Chaleco antibalas, armas, unos cuantos cartuchos. Las chicas te ayudarán en todo.
- ¡Pensé que esto era un simulacro!
- Lo es.
Ya quiero abortar la misión, siquiera voy a poder moverme con tantas cosas encima. Salgo arrastrando los pies cansada de solo imaginar en todo lo que viene. Para mi suerte los tortolos ya no están.
Mientras voy a mi cuarto me quedo viendo el cuadro, es muy hermoso la verdad y estoy segura de que encierra un gran secreto, pero ahorita no tengo tiempo.
Llamo al servicio y estas me comienzan a preparar, aunque creía que quedaría muy incómoda al final se siente liviano y lo mejor es que me veo grandiosa. Incluso parezco una agente. Juego frente al espejo en diferentes poses.
- Te ves bonita.
- Ahhhh.
- No grites, perdón no quería asustarte.
- ¡Que te pasa! Acaso intentas matarme del susto.
- Lo siento no pensé que de verdad te sorprenderías así.
- Vete al diablo Dayton, ya te dije que no te quería ver.
- Penélope por favor no entiendo que pasó entre nosotros.
Él intenta acariciar mi mejilla, pero lo rechazó de inmediato, todavía no logró controlar mi estúpido corazón y es peor cuando estamos así de cerca.
- Por favor solo para.
- No logro entenderlo, nos llevábamos tan bien y de un día para el otro todo cambio. Ahora me ignoras y juraría que cuando me ves escapas de mí.
- Necesito tiempo Dayton. Quiero pasar tiempo con cada uno de ustedes y ahora es el turno de Baltasar.
- Está bien, diviértete mucho y sobre todo mantener a salvo.
Tanta Alisha, ya déjate de comportar como una adolescente embobada por una cara bonita, nunca ni en mis más locos sueños voy a poder estar con este hombre lo mejor es arrancar todo de raíz aunque ahora duela será lo mejor para todos y más para mi misma.
Salgo después de recomponerme y veo a todos listos para partir. - Nos vemos pronto familia.
- Cuídate mucho y recuerda que estamos detrás de ti.
- Gracias papá.
Veo salir a la distracción y espero nuestro turno, mi corazón palpita acelerado, hay tantas cosas que pueden salir mal justo ahora y aun así estoy aquí deseando lo mejor.
- No estés nerviosa yo estoy a tu lado.
- Gracias hermanito.
- Vamos a por ellos pequeña mariposa.
Es verdad, ahora soy más fuerte y mis instintos están alerta tengo que confiar en mi misma y seguir avanzando hasta lograrlo.
Para mi fortuna nada malo paso, estuvimos en la carretera por más de 6 horas y en algún momento me quedé dormida incluso, pero aquí estamos ya. Un lujoso hotel que pertenece a Pierre y Baltasar comienza a preparar todo para la integración con los socios mientras yo me cambio para el gran espectáculo.
- Bien pequeña yo realizo todo y tú distraes y localizas.
- Tomado hermano.
Luego de prepararnos vamos a un bar que está repleto de gente aunque la parte crucial es bastante ligera, Baltasar comienza el negocio y yo doy una vuelta sutil por la pista.
Mis pies se comienzan a mover por voluntad propia al son de la música y es que yo amaba salir de boliche con mis amigos los fines de semana. Tanto que olvido todo y me veo en la mitad del lugar bailando como si fuera una persona normal y corriente.
Las luces y el sonido nubla mi juicio hasta que siento unas manos en mi cintura. - Bailas muy bien.
- Gracias, tú no estás mal tampoco.
Al voltear veo a un joven de casi mi misma edad, deslizó mis manos con sutileza por su cuerpo y puedo notar que no está armado así que le sigo el juego y me dejo llevar.
#1122 en Fantasía
#4721 en Novela romántica
mafia peligro amor misterio, fantasía moderna, amor en la mafia
Editado: 22.10.2025