Intercambie almas con la hija del tirano.

Capitulo 34

Estoy tan molesta, teníamos la oportunidad y no la supimos aprovechar aunque ahora sabemos que esa mujer quien quiera que sea es igual o incluso más poderosa que nosotros. ¿Pero por qué yo? No entiendo su odio hacia mí cuando está niña a vivido siempre encerrada, no creo que ella le faltará el respeto de ninguna forma lo que me lleva a pensar que todo esto se debe a Pierre.

Me arrancó el vestido y me lanzó sobre la cama, ni siquiera sé porque estoy tan molesta con ellos ahora si no dudaron en venir corriendo en mi rescate, espera un momento.

Me levanto y veo una mancha sobre la cama, ahora lo entiendo todo. Abro la puerta ligeramente y llamo a Baltasar.

- Que pasa niña.

- Tengo un problema.

- Cuál.

- Necesito que compres algo por mí en la farmacia por favor.

- Acaso estás lastimada en alguna parte.

Su voz alterada llama a los otros 3 que no dudan en venir a ver que pasa y yo no sé de qué color ponerme.

- Hija sucede algo malo. ¿Dónde duele?

- No es nada malo papá solo tengo un problema de chicas, puede alguien ir a comprarme algo a la farmacia.

Ellos se miran entre sí sin lograr entender nada. Hasta que Sebastián parece entrar en razón. - Oh ya entiendo necesitas esas cosas de mujeres.

- Sí.

- ¿Qué necesita?

- Toallas sanitarias idiota descerebrado.

- Oh. Bueno entonces ve tú que ya sabes de eso.

- Ni loco voy a ir yo, mejor ve tú por ser él menos.

Ellos comienzan a pelear como niños mientras yo me muero de vergüenza, Dayton da un paso al frente y se ofrece a ir él.

- Yo voy, vuelvo pronto niñitas.

- Como me llamaste maldito mocoso.

No puedo evitar sonreír aunque mi sonrisa se borra rápido al verlo salir y lanzarme un beso. Él no tarda mucho en regresar con todo lo necesario y me siento agradecida por su dedicación. Luego de bañarme salgo para darles la información.

- Pude ver el rostro del sujeto.

- Su disparo fue grandioso, justo en el blanco y sin vacilación si el mal nacido no estaba brindado hoy estaría muerto.

- Esa es mi chica. ¿Cómo era ese desgraciado?

- De rostro extranjero sin duda, rasgos fuertes y un tatuaje en su mitad de rostro, un dragón. Cabello castaño oscuro y ojos cafés.

Sebastián se levanta y me abraza. - Eres increíble hermanita, en una situación extrema lo lograste analizar a la perfección. Ahora déjame todo a mí.

- Me alegra ayudar.

Pierre se levanta y lo aleja de un solo movimiento. - Si te luciste Peny y eso que estabas borracha.

Oh ya había olvidado ese detalle, de seguro también sabe lo que hice en el bar.

- Papá únicamente fueron unas copas.

- Y el hombre del bar que.

- Un hombre, nada importante. Ya me voy a dormir.

- No podrás escapar para siempre pequeña.

Me conformo con hacerlo esta noche ya mañana veré como me mantengo con vida junto a estos 4 locos de remate.

- Padre no seas tan duro con ella, es la primera vez que sale y se estaba divirtiendo mucho además yo la estaba vigilando.

- Aun así no me gusta, quiero que le den una lección a ese bastardo.

- Como ordene.

- Nadie se va a aprovechar de mi hija y el que lo intente tiene que estar preparado para asumir las consecuencias. Eso incluye a las personas de esta noche, quiero a esa mujer a mis pies para yo mismo despellejarla.

- Si, señor.

Adentro de la habitación Alisha escribía en un papel la información obtenida durante el día.

*Ahora sé que Taylor es la sospechosa número uno en todo esto, no lo quise mencionar antes porque ella sigue siendo la madre del bebé de Sebastián, pero su insistencia en salir de casa antes que nosotros y luego el atentado no deja duda de que puede ser ella el topo que está dando mi ubicación al enemigo.

También está el hecho del cuadro, cuando vuelva lo revisaré a fondo al igual que tendré que ponerle una prueba y esperar a que caiga en ella. ¿Pero qué hago a continuación? Si de verdad Taylor está uniendo fuerzas con el enemigo eso significa que la mataran y también la bebé que no tiene culpa alguna en todo esto. No puedo creer que esté dispuesta a poner la vida de su hijo en juego por algo así.

Tengo que conseguir un celular a como de lugar y llamar a la niña lo antes posible. Bueno al menos estoy avanzando para bien o para mal.

◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇

En la mansión Taylor no dejaba de dar vueltas intentando contactar con Sebastián, pero las llamadas no ingresaban y con todas las miradas sobre ella no sabía qué hacer. El niño dentro de su vientre no paraba de moverse mientras ella lo acariciaba con suavidad.

- Tranquilo amor mami siempre te va a cuidar.

Esa mañana ve llegar a toda la familia y sale a su encuentro, pero la fría mirada del patriarca la hace retroceder de inmediato.

- ¿Cómo les fue?

- Excelente..

- Sebastián.

- Ahora no Taylor.

Incluso Penélope no me ve a los ojos y se va detrás de ellos dejándome sola junto a la entrada. ¿Ahora yo soy la ignorada de este lugar?.

Cada quien toma su camino y se va a sus respectivas habitaciones, antes de ingresar Baltasar sujeta la mano de Penélope.

- Perdón por acortar nuestra salida hermanita.

- Está bien, entiendo que todo se salió de control.

- La próxima vez será mejor.

- Gracias por todo Baltasar, eres un buen hermano y te quiero.

- Yo también te quiero. Descansa un poco.

Cuando lo veo irse tomo el cuadro y lo llevo conmigo, tengo que saber que esconde dentro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.