No me lo puedo creer, están planeando un atentado en la casa y son más infiltrados de los que pensábamos.
- ¿Escuchaste eso?
- Será mejor que nos movamos rápido antes de que alguien venga, he escuchado que la niña anda mucho por aquí y ese animal del infierno también.
Acaricio a Woody para tranquilizarlo, aunque es una buena oportunidad para atraparlos y ver que información le sacamos nada me asegura de que no estén más personas cerca.
Los veo irse a una dirección y cuando están lejos mando a Woody a ver si no hay nadie cerca, él hace un recorrido rápido y cuando vuelve comienzo a bajar. El caballo se fue aterrado y ahora me toca caminar de regreso a casa. El sol ya está cayendo para cuando logró salir toda sucia y con hojas donde no tendría que haberlas.
- Se te está haciendo una costumbre escapar Penélope.
- Pa.. Papá no es lo que piensas.
- Ya sé, fuiste a pasear a Woody otra vez.
- Para qué te digo que no si fue exactamente lo que pasó.
- No me gusta lo que estás haciendo hija y no me quiero ver en la obligación de tener que prohibir tus salidas.
- Únicamente doy una vuelta con Woody por la propiedad, no es como si saliera fuera de los muros.
- Es peligroso incluso dentro.
- Ya estoy cansada de vivir encerrada porque no lo puedes entender.
- Mírate estas toda sucia y llegas casi de noche cualquiera que te vea pensaría lo peor.
- No te vuelvas loco tampoco, estaba jugando no haciendo nada malo y no tienes por qué preocuparte si a tu lado está Matthew.
- Él no es el único hombre aquí.
- Aunque fuera el único tampoco lo tocaría.
- Penélope...
- Ja ja ja Papá ya deja los celos, de verdad estaba jugando con Woody y nada más incluso perdí el caballo.
- Vamos adentro ahora mismo.
Matthew se me pega como chicle. - De verdad estabas sola.
- No me vengas con tus cosas también. No estoy de humor.
- Es por eso que ya no quieres nada conmigo, encontraste a alguien más y estás pasando tiempo con él en el bosque.
- Okay lunático veo que tu cerebro si funciona después de todo. ¿Quién es ese hombre misterioso del que hablas?
- El chico del establo por ejemplo. Me pregunto que le va a hacer Pierre si se entera.
Lo agarro de la camisa furiosa. - No metas a Demian en esto, yo estaba sola y lo sabes muy bien.
- Me gustas más cuando te pones agresiva.
- Que te den imbécil.
Pierre se ve enojado, tanto que no me ve a los ojos, pero tengo que conseguir mi celular sin recibir un no como respuesta.
- Papá quiero mi celular.
- No.
- No es una petición.
- Te estás volviendo insolente.
- Lo necesito y lo quiero ahora.
- Sigue siendo un no.
- Ya soy mayor de edad y por ley puedo irme de aquí así que por favor manda a que me dejen ir.
- Ja ja ja ja De donde sacas esas cosas estúpidas y sin sentido. Lárgate a tu cuarto y no salgas hasta que yo lo permita.
Maldito, lo peor es que no sé que otra táctica usar en mi defensa. - Por favor.
- No.
- Bien entonces no te diré lo que sé.
- Buenas noches, hija y date un baño antes de dormir.
¡Ahh porque tiene que ser tan insoportable!
Subo molesta, pero no me voy a mi cuarto sino más bien al pequeño lugar de Sebastián.
- Hermano.
- Si padre dijo que no es no.
- Déjame hablar al menos.
- Lo siento Peny, pero no te puedo ayudar.
Como los odio a todos, no me puedo rendir todavía queda alguien a quien si puedo sacarle algo. Bajo a toda prisa y veo que Matthew para mi suerte no se ha ido es una lástima que esté en compañía de Katie y Dayton.
- Amor tu hermanita ya llegó.
- Hola princesa.
- Hola.... Matthew que bueno que estás aquí, ven un momento a la cocina conmigo.
Él se me queda viendo como si tuviera orejas o algo extraño en mi cara. Quiero reírme aunque no es el momento.
- ¿Yo?
- Si tú ven un momento y ayúdame con algo.
Rápidamente, se levanta, pero Dayton lo detiene agarrándolo de su brazo. - Espera amigo a donde vas tan rápido.
Yo lo tomo del otro extremo y lo jalo a mi lado. - Déjalo, quiero pasar tiempo a solas con él.
- Padre te mando a tu cuarto.
- Ya soy mayor de edad y puedo hacer lo que quiera con quien yo quiera.
- Matthew por hoy puedes irte a casa.
- No, él se va a quedar conmigo un poco más.
- Suéltalo.
- Suéltalo tú.
Algo estúpido se volvió en una pelea infantil muy rápido y no fue hasta que Katie interfirió que me di cuenta de mi comportamiento.
- Dayton amor no seas así, ella tiene razón déjala compartir un poco con su amigo.
- No la dejaré a solas con este cretino.
- Tranquilo.. Que les parece si los dejamos a solas 10 minutos.
- Es genial gracia Katie.
- No tienes porque Penélope yo me encargo de tu hermano.
Dayton retrocede y yo hago lo mismo, Matthew acomoda su ropa para luego tomarme de la mano y llevarme a la cocina.
- Tan ansiosa estabas por mí.
- Cuando te comportaras como un hombre y no como un niño estúpido.
- Peny no te entiendo en lo más mínimo, me alejas y luego me buscas, me tratas mal, pero luego vienes por mí. A que estás jugando.
- Para empezar tú eres quien viene a mi casa.. No espera no quiero pelear contigo ahora.
- Que quieres entonces.
- Un favor, me puedes regalar un celular.
- Como para qué.
- Para hablar a solas cuando no nos podamos ver. Quiero intentar formar una amistad contigo aunque con Papá presente nunca vamos a poder hacer nada.
No esperaba que esa mentira funcionará, pero todo indica que si por su gran sonrisa, lo único que espero es que escuchará bien cuando dije "Como amigos".
#1122 en Fantasía
#4721 en Novela romántica
mafia peligro amor misterio, fantasía moderna, amor en la mafia
Editado: 22.10.2025