Intercambie almas con la hija del tirano.

Capitulo 66

Esa maldita lunática comienza a reírse sin parar, me veo obligada a golpearla para que entienda que ella es la que tiene todas las de perder.

- Si muero hoy me las voy a llevar a las dos conmigo.

- Esa es la idea perra.

Penélope y yo comenzaron a luchar contra Rowena, a pesar de todas sus heridas ella es una gran luchadora y nos arrincona en más de una ocasión poniéndonos a temblar de sus golpes acertados.

- Son solo unas cachorras asustadas, les falta mucho todavía.

- Cállate.

No importa cuanto peleamos, es una oponente digna y nos da batalla hasta el final, estamos cansadas y muy dolidas, pero no podemos rendirnos, no es una opción después de llegar tan lejos no nos vamos a rendir aquí. Le hago una seña a Peny y ella me entiende de inmediato.

Rápidamente, corro por el arma y comienzo a dispararle a los agarres de la reja.

- Ja ja Estás ciega o que.

Penélope la lleva rápidamente contra esta y de un último disparo la reja cede por el peso, corro junto a ellas.

- Te dijimos que nos vamos las tres juntas.

- Malditas...

Antes de caer alguien nos sujeta de los brazos y al alzar la vista es Sebastián y Baltasar.

- ¿Están locas?

Vemos para abajo y está el cuerpo de Rowena aun con vida. - Maldición no ha muerto.

- Chicas son solo dos pisos, pero ya la tenemos.

- Joder lo arruinaron todo.

- ¿Qué?

Oh no, teníamos que caer juntas y estos idiotas nos quitaron la oportunidad de volver a nuestros cuerpos.

- ¿Penélope? Ya todo acabo... Ganamos.

No puedo evitar llorar por la frustración mientras ellos me abrazan preocupados por mi actuar.

- Vamos a casa.

Mientras volvemos al interior vemos más cuerpos y aunque muchos son de nuestro bando es bueno ver que el enemigo quedó derrotado por completo.

- ¿Están seguros de que nadie más vendrá?

- El tío junto a un equipo especial fueron por los demás, tardarán en regresar, pero nos vamos a asegurar que no quede nadie.

- Estás sangrando Peny.

- Tú también ja ja ja.

- Eres increíble hermanita, ambas lo son muchas gracias Alisha por ayudar a acabar con esa mujer incluso poniendo en peligro tu vida.

La veo abrazar a sus hermanos olvidándose de todo, los dos no saben que cara poner, pero es lindo de ver...

- Gracias a ustedes por no dejarme sola y rescatarme.

Es bueno ver que la niña no tiene su corazón completamente cerrado al perdón. Ojalá y todo funcione bien para ellos.

Rowena tenía las dos piernas rotas al igual que muchos huesos más, aun así no suplico clemencia en ningún momento, todo el viaje se mantuvo maldiciendo e insultando.

Al llegar a casa junto a la niña nos vamos a nuestro cuarto olvidándonos de que pasará abajo.

- ¿Vamos por un baño? Mientras limpiamos las heridas nos podemos bañar juntas.

- Me parece bien, no hay una sola parte de mi cuerpo que no duela.

- Que vamos a hacer ahora Alisha, perdimos la oportunidad.

- Buscaremos otra, no pensemos en eso, no es el momento.

- Tienes razón, estoy muerta y lo único que quiero hacer es dormir.

Luego de un largo y relajante baño caemos rendidas una junto a la otra, ni siquiera nos importa los ruidos de la plata baja o lo que le estén haciendo a esa mujer.

- Penélope... Penélope despierta.

- Mmm 5 minutos más.

- No tenemos 5 minutos, anda levántate.

- Que pasa Katie, no me siento bien y quiero dormir.

- Tienes que bajar ahora mismo, te necesitan abajo. ¿Alisha puedes cuidar al bebé?

- Sii.

Katie literal me lleva a rastras abajo, mi cuerpo pesa más de lo normal y el cansancio no es por la batalla más bien parece que me han drenado toda la energía y ahora soy una gelatina.

- Que es tan importante como para que tenga que ir yo.

- Están decidiendo el destino de Rowena y esa desgraciada dijo a todos que Demian es su hijo, que si lo dejan vivo tomara venganza en su nombre y ahora él tiene la soga al cuello también. No era necesario que fueras, pero sé que ustedes dos son amigos así que pensé que al menos te gustaría despedirte de él.

¿Demian va a morir? Esa bruja no tiene piedad ni siquiera por su propio hijo, no puedo permitir que Demian muera.

Lo veo en el medio de todos, esposado y lastimado junto a esa desalmada. - ¡DEMIAN!

- No puedes intervenir.

- Quítame las manos de encima. ÉL NO ES UN CHICO MALO.

- Penélope....

- Cállate, me traicionaste yo confié en ti y así me pegas mi confianza. Si no fuera porque Demian nos dio toda la información hoy en día todos estaríamos muertos, él le dio la espalda a su madre poniendo su vida en peligro.

- No quita el hecho de que es su hijo, el último que queda. Si lo dejamos con vida nada nos asegura que te esté usando.

Comienzo a golpear su pecho alterada. - No dejaré que lo lastimes.

- Por favor ya para.

Lo empujo lejos y corro al lado de Demian, no puedo dejar que muera.

- Penélope esto es lo correcto no llores por mí.

- No dejaré que te maten, te lo prometí.

- Estoy bien con eso, no me fallaste así que quédate tranquila.

- NOOO...

Todo me da vueltas y caigo desmayada, puedo ver como los chicos vienen a verme y la cara de preocupación de Demian, no quiero que nada malo le pase por favor que nada malo le pase.




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