Intercambio de Esposa

Capítulo 16

La boda

◇◆◇

Krysia

El vestido está suspendido delante de mí, es impoluto, majestuoso, la tela blanca es de una textura suave que se adapta a la piel con facilidad. Lo recojo con cuidado para ponérmelo con ayuda de mi madre y mi hermana, quiénes han estado conversando con las damas de honor.

Las dos comienzan a trabajar conjuntamente para ayudarme a ponerme el vestido sobre mi delgado cuerpo femenino. Me siento vulnerable al ser vista por ellas en ese estado tan personal de desnudez, pero ellas se encargan de ajustarlo con rapidez para que la tela cubra cada rincón.

—¿Cómo se siente hija? ¿Está bien apretado?

—Me siento divina mamá, es perfecto —digo orgullosamente mientras observo el reflejo de mi imagen en el gran espejo rectangular que ocupa la pared entera de la habitación del hotel que Izak rentó para la recepción de los invitados.

Verme con este vestido de novia blanco que resalta mi belleza natural y la aureola de perlas en mi cabello rubio en un peinado semi recogido hace que sienta una punzada en el corazón por saber que estoy a punto de dejar este refugio para enfrentarme a la decisión de ser la esposa de un hombre que cree que soy otra persona.

—Estoy orgullosa de ti, prométeme que serás feliz —dice Olga, mi madre con una calidez que representa su actitud maternal cuando se refiere a mí tras estar suplantando una identidad que no es la mía.

Le doy un apretado abrazo, esa acción es seguida del beso tradicional entre madre e hija en cada una de mis mejillas.

Las dos nos separamos luego de aquel emotivo momento para que mi hermana y yo tuviésemos tiempo a solas antes de llegar al altar.

Una última conversación para sentirme más segura, después de todo, estoy en esta posición gracias a ella, pero ¿alguna vez conoceré lo que es el amor verdadero? ¿Izak me amará por ser quién soy realmente? ¿Seré capaz de decírselo?

—No pensé que este día llegaría tan pronto en mi vida.

Lena acerca su mano hacia mi palma para reconfortarme, esa breve, pero intensa acción se mantiene algunos segundos más, permitiéndonos intercambiar una profunda mirada, una conexión entre ambas que podría haber durado horas.

—Relájate hermana, todo saldrá bien —me anima mientras su mano suave se posa en mi antebrazo, la sonrisa que recibo de parte de Lena es una garantía para mí.

—Extrañaré mi anterior vida y también te extrañaré a ti —susurro para que solo ella pueda escucharme.

—No te pongas triste o vas a arruinar tu maquillaje —me hace entrar en razón—. Cuando sea el momento, me comunicaré contigo, así que vive todo lo que te ha sido arrebatado.

Todas hacemos poses divertidas cuando el fotógrafo que ha sido contratado para el evento nos apunta con su cámara profesional, grabando para siempre una cantidad de recuerdos imborrables.

Nos ponemos en marcha luego de salir del hotel, duramos unos quince minutos en el auto hasta que llegamos al destino pautado, tras abandonar la Range Rover, subo por los escalones de la catedral junto a mi padre una vez que las demás han entrado, la ceremonia está por empezar pronto y la anticipación no tarda en hacerse palpable en el aire. Al llegar arriba diviso la figura gigantesca de mi prometido que espera entre las columnas del interior de la iglesia, Izak parece tallado en mármol, su figura imponente y sus rasgos pronunciados encuentran mis ojos ámbar con cada paso que doy.

El murmullo de los invitados inunda la sala a medida que avanzo hacia él como si estuviese en un campo de batalla. Siento muchos nervios, hacer algo tan sencillo como caminar y que al mismo tiempo una multitud gigantesca esté observándome de pies a cabeza me corta la respiración. Una oleada ardiente empieza a desencadenarse en mi interior cada vez que estoy cerca de él. Me muevo despacio, tomándome mi tiempo por ese camino lateral hasta llegar a su lado, mi padre deja un beso en mi frente y toma asiento junto a los demás que se mantienen a la expectativa.

Hay caras importantes y reconocidas por doquier, incluso los padres de mi prometido han volado desde Praga para estar aquí.

Izak me ofrece una sonrisa radiante, sus ojos se iluminan como si hubiese encontrado un diamante en medio de un lugar desierto.

—Estás preciosa —sus palabras son una ráfaga de fuego que quema en mi interior de la forma más placentera posible.

—Gracias, tú también te ves muy apuesto.

Los dos volteamos hacia el frente, dándole a entender al sacerdote que estamos preparados. El anciano encargado de la ceremonia, se ve cansado y agotado, su rostro arrugado por la edad hace un esfuerzo para mantenerse erguido.

Entonces, toma la palabra.

—Este hombre y esta mujer desean unir sus cuerpos y almas en este sagrado acto de matrimonio. Si Dios tiene misericordia y concede su bendición para unir a estas dos personas destinadas por su gracia.
Mi prometido toma mi mano entre sus dedos largos y fuertes, una acción que transmite autoridad.

—Prometo amarte hasta el fin de los tiempos —susurra a la vez que mi mirada brilla por la emoción, vislumbro como coloca el aro de bodas en mi dedo anular.

—Y yo prometo ser tuya en cuerpo y alma mi señor —respondo sin lugar a dudas, tal como lo había practicado en mi cabeza horas atrás y repitiendo la misma acción que él.

—Izak Novak, ¿acepta a Lena Lange como su esposa?

—Acepto.

—Y usted, Lena Lange, ¿acepta a Izak Novak como su esposo?

—Sí, acepto.

—Por eso, yo los bendigo —continúa el sacerdote, sosteniendo la Biblia sobre su pecho—, con el agua del Bautismo y con la unión de la carne, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

El detective acerca sus labios a los míos, cierro los ojos, sumergiéndome en la sensación de su beso apasionado frente a las personas que no dejan de aplaudir como locos.




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