Intercambio de Esposa

Capítulo 17

Recepción

◇◆◇

Krysia

Damos varios giros en el altar tras apartar nuestros labios, una representación simbólica de la eterna vuelta entre marido y mujer en la vida marital. Tras los plausos y un montón de felicitaciones, avanzamos saludando a todos los presentes, mi esposo se asegura de que esté cómoda con cada paso que damos, esa pequeña acción de protección es una garantía para mí de que nadie podrá separarnos.

—Vamos, esposa —cuchichea en mi oído al tiempo que empieza a conducirme fuera de la iglesia para alejarnos del ruido y la aglomeración—. Me encanta poder llamarte así.

—Se siente como un sueño.

—Finalmente te tengo en mis brazos, para siempre...
Al salir, notamos el estruendo de miles de cámaras y micrófonos que se cierran sobre ambos, una marea de luces junto a una explosión de ruidos desafiantes que me toman desprevenida.

Pensé que esto sería más íntimo, pero parece que me he equivocado.

—¿Qué diablos está pasando? —pregunto con incredulidad mientras mis ojos van de un foco eléctrico al siguiente.

—Mantente a mi lado y no me sueltes.

La multitud enloquecida de reporteros hace preguntas sobre nuestra unión puesto a que apenas hace unas semanas atrás se enteraron del compromiso.

Al no poder responder ante aquella tormenta de preguntas, mi mente se mantiene en modo de supervivencia instintiva. Izak toma el control de lo que está sucediendo al hacer discretamente una señal para llamar a sus escoltas, un grupo compacto y seguro de hombres vestidos completamente en negro, estos se encargan de protegernos al mismo tiempo que nos hacemos paso, ellos nos rodean en forma de circulo hasta que abordamos un automóvil espacioso y blindado.

—Vamos a llegar tarde al fiesta si no nos movemos pronto —una mueca de frustración se dibuja en mi rostro mientras me acomodo en el asiento, mi atuendo blanco y las perlas tintinean levemente al moverme

—Deja eso en mis manos, preciosa —repone Izak al encender el vehículo y ponerlo en marcha—. Conozco cada curva y camino de estos lugares.

Cuando finalmente el coche negro logra escapar del tumulto de reporteros enloquecidos, al fin puedo sentir un momento de tranquilidad. Al menos allí dentro estoy relativamente segura, esa breve oportunidad me permite tomar consciencia de lo mucho que he cambiado.

Sé que antes dije que nunca lo ví con otros ojos, pero creo que estuve mintiéndome a mí misma.
Al llegar a la recepción, los escoltas que habían estando custodiandonos en la carretera se aseguran de que salgamos sin problemas antes que lleguen los demás. Una mujer de mediana edad de uniforme negro abre la puerta del maravilloso salón perfectamente decorado con flores naturales como si fuese un palacio real.

—Bienvenidos señor y señora Novak.

—Gracias —respondemos, moviéndonos después de que algunos de los escoltas monitorean el área.
Izak inclina levemente su cabeza, su brazo me envuelve, apretando mi cintura con poderío, ni por un momento cesó su intensa atención hacia mí, como si temiera perderne en cualquier segundo.

—No puedo esperar para tenerte a solas una vez que esta noche acabe —sus ojos oscuros siguen fijos, esperando una respuesta— ¿Qué me dices Lena? ¿Preparada para recibir felicitaciones y brindar con mi familia y amigos?

—No podría estar más lista —contesto con una sonrisa brillante y natural, enlazando cada palabra con una suave melodía—. Gracias por ofrecerme este hogar y esta vida —añado acercando mi cara a su cuello para inhalar su aroma personal.

—Estoy completamente alucinado contigo—susurra contra mi cabello antes de encontrar mis labios con una pasión intensa pero reservada, como si tratara de mantener el contenido de su deseo oculto para respetar el lugar y la situación.
La muestra de afecto habla por sí solo de la profunda conexión y adoración que ambos sentímos.

—Parece que álguien está más animado de lo normal hoy.

—En efecto, soy un hombre recién casado y tengo un plan para esta noche —susurra de vuelta con una sonrisa peligrosamente divertida y excitante en sus labios, como si fuese a revelar un secreto exclusivo y prohibido.

—¿Y cuál es ese plan?

—Entra conmigo y descúbrelo luego —añade con un guiño y una caricia suave en mi mejilla antes de ofrecer su mano.




Reportar suscripción




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.