Estaba encerrada en mi cuarto mientras veía a través del gran cristal de la habitación como caía la lluvia. Estaba aburrida y lo único que podía escuchar eran los truenos y los gritos de Ingrid. Ella estaba como una bestia, regañando a todos sus empleados ya que Masky también logro escapar por un tal SLENDERMAN.
- para que mierda les pago !!! - grita Ingrid desde el pasillo frente a mi habitación, frente a ella estaban todos sus empleados con la cabeza gacha mostrando sumisión - no saben hacer nada bien !!! Quiero que me digan el porque rayos trabajan !!
Nadie respondía, solo miraban el suelo aceptando cada grito y grosería que Ingrid soltaba.
- no se queden callados !! Díganme porque trabajan aquí, para que les pago !!!
- pa....para...supervisar...a...los pacientes de...aquí - habla un hombre alto, delgado, su cabello era rubio y parecía tener unos 25 años
- exacto, para supervisar, para cuidar, para encargarse a los hijos de puta que están aquí bajo camisa de fuerza !!! - estaba roja de la rabia que tenía, daba miedo - Toby se escapó y Masky también lo hizo........y ustedes......dejaron que sucediera........SON UNOS INÚTILES !!! - camina de un lado a otro mientras resopla - quien estaba a cargo de cuidar a Masky ....
- y...yo....- hablo el mismo rubio
- dame una maldita razón para no echarte de aquí, PORQUE MIERDA DEJASTE QUE ESCAPARA !!
- lo que sucedió fue...que....- comenzó a temblar del miedo, Ingrid estaba muy cerca de el, tanto que la respiración agitada de Ingrid chocaba con la cara del chico rubio
- mejor no digas nada, ve inmediatamente a mi oficina, ya hablaremos ahí - dijo para alejarse del chico
El rubio se retiró y pensé que el regaño había acabado, pero no, los gritos de Ingrid volvieron a ser presentes.
- ustedes dos - señala a dos hombres que mantenían la cabeza abajo - están despedidos por dejar que Toby escapara
- Ingrid no me puedes hacer esto, yo necesito el trabajo - hablo un hombre calvo pero mantenía su barba castaña
- cállate, no quiero escucharte, recogen sus cosas y se largan, por sus malditas culpas hay dos asesinos sueltos !!
- Ingrid por favor, necesito este trabajo, necesito el dine.....
- no me interesa lo que hagas con tu miserable vida, lárgate !!! - lo interrumpe
Los dos hombre se van a paso rápido. Ingrid no para de caminar de aún lado a otro mientras grita y amenaza a sus empleados. Podía ver miedo en ellos, le tenían miedo a Ingrid, incluso los de seguridad que tenían un cuerpo musculoso, atlético capaz de estrangular a Ingrid con una sola mano temblaban con la presencia de Ingrid. Ingrid es una chica delgada pero definida a la vez. De pelo castaño y de baja estatura. Tiene carácter fuerte, pero a veces suele ser amigable, a veces.
Minutos después deje de sentir los gritos y groserías de Ingrid, para volver a escuchar la lluvia. Me relajaba, pero los truenos y relámpagos arruinaban mi relajación. Unas horas después victor entro con la típica bandeja de plata y la dejo sobre el escritorio. Antes de que se fuera le pedí que me trajera algunas hojas, como no tenía nada que hacer pensé que para matar el aburrimiento sería bueno seguir haciendo garabatos :3
Una hora solo había pasado, el tiempo parecía transcurrir lento, yo solo me dedicaba a dibujar, pero no eran garabatos, me parecía interesante la criatura alta llamada SLENDERMAN. Así que solo lo comencé a dibujar, también me dió por intentar dibujar el pato de Ingrid. Lo que hace el aburrimiento. 15 minutos después y la puerta se había abierto, era Ingrid quien vino a traerme unos libros y un cuaderno.
- toma, me dijo victor que estabas aburrida, así que te traje esto - dice colocando las cosas sobre la mesa - que dibujas......- toma las okas con los dibujos de SLENDERMAN y el peluche de ella, el peluche de ella le dibuje un corazón en el pecho ya que recordé la vez que pegue la oreja y escuché aquel latido, pero....Ingrid tenía una expresión algo extraña - adiós
Se va y con ella se lleva el dibujo del pato y deja caer al suelo el de SLENDERMAN. Aburrida, sola, sin ganas de nada. Me puse a leer los libros que me había traído, pero debo ser sincera, nunca me ha gustado leer. Tenía el cuaderno en mis manos, así que tenía una idea, lo convertiría en mi diario. Se imaginan que después de mi muerte alguien lea esto y sepa por todo lo que pase en esta injusta vida
Escribí bastante, escribí todas las injusticias que tuve que pasar. Deje el cuaderno y me puse a mirar a través del cristal. La lluvia no dejaba de caer, cada vez era más fuerte al igual que los truenos. Pero ví un chico parado frente al psiquiátrico. Se estaba mojando, lo único que hacía era observar. No lo podía ver bien debido a la distancia, pero su cabello era castaño casi rubio, llevaba una bufanda y vestía ropa oscura.
La medicina que me habían dado estaba haciendo efecto, me estaba quedando dormida, sentía mi cuerpo pesado al igual que mis párpados. Caí en los brazos de Morfeo, aquel Dios de los sueños.