Internado

Túnel secreto

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Bajo las aguas frías y turbulentas nadaba en la piscina. No tenía más idea de estar de ocio nadando, aunque sabía que en mí estaba frotando un nuevo sentimiento hacia una persona totalmente diferente a Michael. Era Esteban, durante todo este tiempo me ha parecido muy cariñoso, también caballeroso, pero esto me generaba dudas en quien confiar. Sabía que Michael estaba con Haydy, pero aún sentía el mismo sentimiento por él. ¿Será amor; me he enamorado de los dos? Aún no sabía qué decisión tomar, pero aun así intenté no pensar en más nada. Cuando me asomé a la terraza, miré el manto frío de niebla que sobrecargaba las nubes en lluvia; el clima estaba demasiado frío que me temblaban los huesos sin parar. Esteban entró a la sala de natación y me llevó ropa cómoda y gruesa para las bajas temperaturas cuando me vestí. Esteban me esperaba afuera; decidí salir y mostrarle mi nueva chamarra de cuero; me encantó mucho que la compré a 89,00 dólares. A Esteban le gustó mucho que me invitó a cenar. Cuando salimos a la sala principal, en la salida escuchamos que tocaron la alarma. No sabíamos qué sucedía, pero todos los estudiantes salieron de sus habitaciones. Esteban se acercó a mí y me dijo.

− ¿Sabes que está sucediendo? es extraño hoy no pronosticaron reunión importante. − Dijo Esteban sugestionado.

− No sé− Respondí, los dos estábamos siendo ignorantes de lo que ocurría de repente se asoma el maestro y nos dijo.

−Tengo algo muy importante que decirles el día de hoy− Dijo el maestro observando a todos los estudiantes detalladamente.

− Ayer me enteré que alguien entró a mi oficina y saquearon algunas de mis cosas incluso robaron una de mis pertenencias− dijo el maestro observándome, no sabía que estaba sucediendo y tampoco porque me observaba tanto, al parecer le caía muy mal o pensaba que era culpable de algo que no sabía no encontraba los motivos de su forma de verme, Esteban se acercó a mí y me tocó el hombro no sabía que quería, pero no me dejaba tranquila seguía molestándome así que me acerqué a él.

−Verónica necesito tu ayuda− Dijo Esteban susurrándome al oído.

− ¿Ayuda? ¿Por qué? − Dije mirándolo fijamente.

−Yo fui el que entró a su oficina y tomé algunas de sus cosas, pero te juro que no robé nada− Dijo estaban susurrándome al oído.

− ¡Que! − Exclamé accidentalmente de la impresión, todos me observaban el maestro se acercó a mí y me dijo.

−Necesita decirnos algo señoría Verónica− Dijo el maestro delante de todos los estudiantes no negaré que sentía vergüenza.

− No señor− Respondí nerviosa.

Cuando el maestro volteo y se distrajo, Esteban tomó mi brazo y me llevó a una sala llena de estantes antiguos le dije.

− ¿Qué haces estás loco? − Dije asustada.

− Verónica necesito decirte algo importante− Respondió Esteban poniendo sus manos sobre mis hombros.

− Que quieres decirme Esteban, dilo ya no tenemos tiempo ¿Quieres que nos descubran? − Dije alterada mirando la puerta cerrada, temía que el maestro la abriera y nos encontrara.

−Verónica, la maestra Thalía aún está en la institución con el nuevo maestro Abraham te lo digo porque ayer que llegamos de la fiesta lo vi en su oficina charlando con la maestra Thalía, no logre escuchar mucho su conversación, pero al parecer la maestra es inocente, porque ella estaba buscando el culpable al parecer alguien más le tendió una trampa para que la culparan a ella− Dijo Esteban.

− ¿Sabes que está sucediendo? Es extraño que hoy no pronosticaron reunión importante. — Dijo Esteban sugestionado.

−No sé —respondí; los dos estábamos siendo ignorantes de lo que ocurría; de repente se asomó el maestro y nos dijo.

—Tengo algo muy importante que decirles el día de hoy —dijo el maestro observando a todos los estudiantes detalladamente.

—Ayer me enteré que alguien entró a mi oficina y saquearon algunas de mis cosas, incluso robaron una de mis pertenencias —dijo el maestro observándome. No sabía qué estaba sucediendo y tampoco porque me observaba tanto. Al parecer le caía muy mal o pensaba que era culpable de algo que no sabía. No encontraba los motivos de su forma de verme, Esteban se acercó a mí y me tocó el hombro. No sabía qué quería, pero no me dejaba tranquila. Seguía molestándome así que me acerqué a él.

−Verónica, necesito tu ayuda —dijo Esteban susurrándome al oído.

− ¿Ayuda? ¿Por qué? —dije mirándolo fijamente.

−Yo fuí el que entró a su oficina y tomé algunas de sus cosas, pero te juro que no robé nada —dijo, susurrándome al oído.

—¡Qué! —exclamé accidentalmente de la impresión; todos me observaban y el maestro se acercó a mí y me dijo.

− ¿Necesita decirnos algo señoría Verónica? —dijo el maestro delante de todos los estudiantes. No negaré que sentía vergüenza.

− No señor− Respondí nerviosa.

Cuando el maestro volteó y se distrajo, Esteban me tomó del brazo y me llevó a una sala.

− ¿Que haces estás loco? − Dije asustada.

−Verónica, necesito decirte algo importante —respondió Esteban poniendo sus manos sobre mis hombros.



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En el texto hay: homicidios, venganza, traición de amigos

Editado: 18.09.2025

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