internado de la institución vampírica

capitulo 4

ATHENA.

Al día siguiente.

Okey, algo tiene la tía contra mí, a mis hermanas les a regalado cosas super wow, y a mi tan solo me dio un libro viejo con un leguaje que no es ni francés ni español.

¡ASI COMO QUIERE QUE LO LEA SI NO SE QUE MADRES DICE JODER!

En fin, la vida.

p.d. jamás dejes que te den algo si no te va a servir.

-oye tu rojita-me hablo la insoportable voz de aquel chico que golpe y repito lo volvería hacer-.

-ya te dije que mi nombre no es rojita-dije con el detrás de mi siguiéndome por los viejos y antiguos pasillos del internado-.

-¿bueno pues no me has dicho tu nombre?-me dijo el burlón mientras caminábamos por unos pasillos con casilleros solitario-.

-cállate.

-pienso que rojita es un buen nombre.

-cállate.

-queda con el color de tu pelo.

-cállate.

-ya sabes porque eres pelirroja-solté los libros al igual que él y lo estampé contra los casilleros provocando un ruido fuerte-.

-¿nunca te callas verdad?-dije con las manos sobre su camisa negra de botones su pelo café se encontraba cayendo sobre su rostro con ligeros mechones lacios sus ojos azules me miraban no con miedo si no con diversión-.

-ay distintas maneras de que me callen las mujeres-al escucharlo sabía que sus palabras tenían doble sentido-.

Lo solté bruscamente al entender sus palabras.

-me das asco-me limpie las manos con la falda del uniforme como si me afectara su tacto-.

cuando estaba decidida a irme el fue ahora quien me estampo en los casilleros yo solté un jadeó ante mi espalda quien recibió el golpe.

-pero si soy un encanto-comento con orgullo con sus manos en mi cadera-.

Yo al sentirlas puse las mías en su pecho tratando de alejarlo, pero tal parecía que se acercaba más a tal punto que tenía su miembro en mi vientre.

-quítate-le dije al sentirlo así-.

-¿Qué no te gusta la posición en la que estas?-mire a los lado tratando de ver si alguien venía a salvarme de este loco-.

-suéltame-dije seria ya que en realidad no le tenía miedo-.

-eres la única chica que no se muere por mi-comento con una sonrisa burlona-.

-¿será porque no quiero morir por un idiota?-le pregunte con sarcasmo-.

-a pesar de ser muy seriecita-continuo el cerca de mi oído- piensas lo contrario-se alejó mientras rosaba sus labios sobre los míos-¿no es así?

-al igual que tú te mueres por besarme-dije coqueta mientras le acariciaba la mandíbula con mi uña larga color negra-¿no es así?-repetí lo mismo que el-.

-estas en los cierto-cuando estaba decidido a besarme lo detuve con mi dedo-.

-lástima que no eres el que me besara primero-aproveche su desconcierto para golpearlo entre las piernas recoger mis libros y salir corriendo-.

Joder que tan lejos esta el bendito salón, dije mientras corría por los pasillos que ya estaban con algunos alumnos.

Vi a lo lejos el salón que me tocaba, toqué tres veces desperada hasta que abrió el profesor.

-llega tarde señorita Athena-me regaño el profesor-.

-lo siento tanto profesor-me disculpe-es que no sonó el despertador.

-que sea la última vez que le pasa esto señorita ahora tome asiento.

Me fui al último asiento a lado de Scarlette quien me miro confundida cuando me senté.

-¿Qué te sucedió?-me pregunto-estas sonrojada y despeinada.

-luego te cuento-dije con falta de aire-Que pedo con los chicos de hoy, ya ni respetan el espació personal joder.

Uf eso fue…caliente, pensé.

-No puede ser ¿el clima no está prendido aquí? -le pregunte a Scalette quien me iba a responder después de ser interrumpida por el maestro-.

-usted también joven Thiago-abrí mi libreta fingiendo que estaba escribiendo en mi cuaderno-.

Si el es Thiago, es el mayor de dos Hermanos Velkov, y es el que golpe entre las piernas, pobre hombre siempre sale golpeado por mí.

Eso le pasa por haber escogido a una chica a la cual molestar que tiene un temperamento fuerte.

-lo siento profesor ubo un problema en los casilleros-le explico-.

-no me interesa ya tome asiento atrás de la señorita Athena.

El obedeció mientras se acercaba a paso lento y decidido cuando se sentó detrás de mí y yo seguía fingiendo escribir, pero podía sentir su mirada.

- ¿qué hiciste qué? -dijo Scarlette después de haber terminado la clase me encontraba explicándole lo sucedido-.

Nosotras dos no dirigíamos a nuestros respectivos castigos, al igual que Amaya y Colette que de seguro ya estaban en sus castigos en algún lugar de la academia.

-¿Qué querías que hiciera Scarlette?

-es que no te creía capas de eso-se excusó-.

-puedo parecer que no mato ni a una mosca, pero… se me defender tampoco soy una debilucha.

-bueno ¿no sé qué pensar?

-no pienses solo escúchame-puse mis manos sobre sus hombros-¿crees que estuvo bien lo que hice?

-bueno no creo que estuviera bien que lo golpearas dos veces-la interrumpo-.

-no me ayudas-seguí caminando con ella a mi lado-.

-bueno, Athena, ¿sabes que lo que hiciste no está bien? ¿no te arrepientes?

-ahg ¿alguna vez has golpeado a alguien? -ella guardo silencio mientras evitaba mi pregunta-Oh, por dios, ¿lo has hecho?

-solo fue una vez- llegamos a la gran puerta de madera frente a las escaleras de los dormitorios-pero no me agarre a golpes como tú.

-en fin.

-suerte-me dijo cuando abrí la puerta de la biblioteca y la serraba detrás de mi-.

Al ver la biblioteca frente a mi no pude evitar odiar a Thiago, tenía razón había más de quinientos libros y tu dirás…Oh están en los estantes.

No carajo, están en unas venditas mesas de madera acomodados desordenadamente a este paso jamás terminaremos.

Díganme ¿alguien ha visto la bella y la bestia?




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