Internado Lordwest

Prólogo: El Olor a Incienso de un Entierro.

Aquí me encontraba, vestida con el color de ropa al que llamaban luto, en mi hogar, en ese lugar donde todo llevaba un sabor a festivo y amor. La muerte de mi hermana mayor nos había dejado devastados, mi madre se encontraba llorando y sollozando en brazos de mi padre, al lado de el ataúd de mi hermana. 

Mi madre había invitado a compartir su luto con sus dos mejores amigas de la escuela, y sus compañeras de gimnasio. Mi padre había invitado a sus compañeros de trabajo y a algunos de sus amigos. Todos estaban apoyándolos, estaban de sus lados y ellos estaban el uno para el otro. 

A mi lado también tenía a mis mejores amigos, los gemelos Harrison habían estado a mi lado desde que tengo memoria, ambos eran mis dos mejores amigos incondicionales. Camille y Andrew Harrison, ambos se encontraban a mi lado, yo estaba en medio de ellos. 

Solamente puedo decir que menos mal compré rimel a prueba de agua, porque sino, tendría mi rostro como si fuera un panda. Pero ambos intentaban hacerme sentir mejor con sus hermosas palabras, intentaban decirme que la vida sigue y que esto ya lo habría superado. Obviamente no la olvidaré nunca, era mi hermana, pero igualmente dejaría de llorar algún día cuando recuerde un momento que hayamos comparitido, uno de aquellos hermosos recuerdos. Aquellos recuerdos los guardé en un cajón, para cuando quisiera recordarla y llorar un poco.

Me levanté de mi asiento, soltando las manos de los gemelos Harrison para dirigirme a el ataúd de mi hermana. Tomé una de las rosas que había en uno de aquellos grandes ramos que mi familia había enviado, y la coloqué encima del cuadro que dejaba ver el rostro de mi hermana.

---Adiós, hermanita. Solamente espero que tu pérdida algún día no sea tan dolorosa, pero yo nunca dejaré de quererte, hermana, siempre recordaré que tuve la mejor hermana del mundo: tú.---Besé el cuadro, dejando un poco de mi labial, el cual limpié.---Nunca te olvidaré, hermana, nunca.---Terminé de despedirme del cuerpo de mi hermana, y le grité en mi mente al alma de mi hermana que me escuchara sollozar.

Lloré un poco, mis padres se acercaron a mi y me preguntaron cómo me encontraba, yo les dije que estaría bien, que el dolor era pasajero, que era una muestra de que estábamos vivos. Así que decidí aferrarme al dolor en aquél pequeño tiempo, para luego dejarlo pasar e intentar ir en busca de mi felicidad.

Los mellizos Harrison me acompañaron a mi habitación, y con mis ojos cargados de lágrimas les confesé un deseo lógico, que no le había dicho a nadie. El año escolar estaba a punto de acabarse, y mis notas siempre habían sido las mas altas, lo cual siempre había enorgullecido a mis padres. Pero aquél deseo no iban a aprobarlo, ni por las notas mas altas que pudiera sacar.

---Estás loca.---Había dicho Camille, mirándome como si no me reconociera.---Dime que estás bromeando, por favor, Kate. Dime que no quieres irte al internado Lordwest.---Suspiré.

---Quiero ir al internado Lordwest, Cam. Quiero descubrir qué fue lo que le sucedió a mi hermana, que fue tan malo como para que ella quisiera quitarse la vida.---Camille suspiró, y negó con la cabeza.

---Estás loca.---Repitió, pero su hermano negó con la cabeza.

---No está loca, Cam, ella quiere saber qué fue lo que le ocurrió a su hermana... y yo la apoyo.---Dijo Andrew, él era la voz de la razón en nuestro pequeño grupo de amigos, Andrew y yo siempre competíamos por el primer lugar en la lista de notas, pero nunca lo tomamos tan personal como para no ser amigos.

---Gracias, Andy.---Dije, a lo que él me abrazó y besó mi coronilla.

---Yo siempre te apoyaré en lo que necesites, Kate.---Camille nos miró, pero luego apartó la mirada hacia la ventana de mi habitación.

---No quiero que te marches de mi vida, Kate, eres... mi mejor amiga.---Se secó una lágrima que había caído de sus ojos verdes, me acerqué a ella y la abracé por la espalda.

---No me marcharé de tu vida, Cam, tan solo me marcharé de la escuela, y de la casa de mis padres. Pero, ¿de tu vida? Jamás.---Ella suspiró, pero luego asintió.

---Te extrañaré, Kate.---Dijo ella, y yo me abracé mas a ella, para que luego Andrew se uniera a nosotras.

---Yo también los extrañaré, demasiado, chicos.---Dije, la conversación siguió sobre cómo hablaríamos y que debía decirles todo lo que averguara sobre mi hermana.

Y yo sabía que ellos siempre estarían conmigo. Ahora solo faltaba que le dijera a mis padres mi deseo, y a ellos serían a las personas mas difíciles de convercer. 

 



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En el texto hay: investigar, romance, suicidio

Editado: 31.03.2019

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