—Voy a matar a esos hijos de puta —Hablo Jack
Los mejores amigos —Bea, Jack y Maggie — están reunidos en los aposentos de las dos chicas.
—No me lo puedo creer —Dice Bea
Maggie les había contado toda la situación de ayer.
—No sé qué coño les pasa —Admitió Maggie
—Yo los he pillado varias veces mirándote Magg...
—...Digo lo mismo —Jack interrumpe a Bea —. En la cafetería, en el patio, en los pasillos, ¡Joder! Esto es muy raro.
Era cierto, Maggie no era imbécil, obviamente se percató de las miradas que le daban esos dos, pero nunca les prestó atención.
—¿Y tú? —Maggie se vuelve a Jack—. ¿Por qué hiciste caer uno de ellos en la cafetería?
Jack sonríe
—Quería bajarles los humos, Desde que llegaron se hacen los importantes solo porque tienen a las chicas atrás.
Jack Bruno, Él era un verdadero capullo con Maggie y Bea, pero un día los obligaron hacer un trabajo grupal juntos, los tres hablaron y se entendieron, Desde ese día Jack trata a las dos chicas como sus hermanas menores, Las protege de imbéciles como los Bianco.
—Ciertamente... —Maggie separa del suelo frío —. No los provoques, si ellos no te provocan a ti no hagas nada.
—Per...
—...Dije nada.
Jack se cruza de brazos y frunce el ceño, pero se queda callado, Su pelo rubio caía por su frente, sus ojos azules la miraban enojados, Maggie mordió su labio inferior para no soltar una risa.
Aunque Maggie no lo demuestre mucho quería mucho a Bea y a Jack ellos se habían convertido en su familia.
***
Los gemidos se hacían presentes en el baño, En un cubículo se encontraban Maggie y James, James era uno de los amigos de Jack, Él y Maggie a veces se encontraban en los baños, No podían decir que se gustaban así que solo lo dejaban en Folladas casuales.
James había visto por arriba de la puerta ́por si había alguien y como no había nadie más que ellos, salieron.
Maggie se acomodaba la camisa dentro de la falda negra y James se abotonaba algunos botones de su camisa.
—¿Te veo mañana? —Le pregunto
—Si, por que no —Respondió la chica con simpleza
James se acercó a ella y dejo un corto beso en sus labios. Él salió primero y Maggie se miró al espejo para arreglarse el cabello.
Se sobresaltó cuando la puerta se abrió de par en par dejando ver a una figura varonil con las manos dentro de sus bolsillos,
El estupido de Alec Bianco.
—¿Follas con capullos?
le pregunta mientras deja caer su espalda en la pared del baño mirando a la chica por el espejo.
—Que te importa.
—¿Puedes dejar esa actitud?
Maggie se volteó para encararlo
—Perdón, pero yo no fui quien acorraló a una persona en los pasillos.
Alec ríe
—Primero, yo no fui, fue Silas y segundo... bueno no tengo segunda opción.
Maggie se dispone a caminar hacia la puerta del baño, pero él, la agarra de la mano deteniéndola.
—Lo siento ¿Sí? —Los ojos de Alec eran de un azul apagado casi grisáceo adictivo —. Escucha, sé que empezamos con el pie izquierdo, pero créeme que es mejor que nos llevemos bien.
Maggie se suelta de su agarre con brusquedad
—¿Tu que sabes, que es mejor?
y dejándolo con la palabra en la boca se va.
Ella se detiene en la puerta de su habitación donde pegada con cinta había una nota escrita con ¿Sangre?
"Maggie, Magg, Maggi, Cuida tus pasos en West, nunca sabes quién puede estar observándote"