Todavía sentía ese nudo en la garganta al ver el cadáver de ese chico decapitado...
Silas había llegado unos segundos después, con el pelo revuelto de recién levantado.
—Oh... —Suelta haciendo una mueca
Maggie y Alec se paran.
—¿Qué hacen aquí? —Suelta la chica con Miedo —. ¡¿Cómo mierda lo sabían?!
—Escucha Muñeca, Si tu cabecita retorcida lo piensa, No fuimos nosotros...
—...No eres la única que está recibiendo esas notas —Lo interrumpe Alec mientras saca del bolsillo de su jogging Gris un papel que le entrega con cuidado a Maggie.
ella lo abre y lo lee:
"A las tres de la mañana un cuerpo se hallará y podría ser el de M.Amato..."
ella alza la mirada hacia ellos sin decir una palabra al respecto, ¿Qué coño estaba pasando?Silas vuelve a la escena del crimen espantoso "Vengan unos segundos" los llama, Alec agarra la mano de Maggie al verla insegura de volver a ver eso.
cuando llegan a donde Silas se encontraba ven ahora el cuerpo de James con la misa abierta y en su pecho había hecho unas cortadas que formaban el nombre "M.Amato"
—¿Qué mierda? —Suelta Alec mientras esconde la cabeza de la morocha en su pecho
—La iban a inculpar —Termina Silas.
Los tres vuelven a la zona lejos de los cubículos y Silas se lavabo las manos, se había manchado un poco de sangre al tocar a James.
—¿Qué vamos hacer? —Pregunto la chica
—Podemos... esconder el cuerpo...
Maggie ve con atención al chico de ojos azules
—... Es la única que nos queda, no podemos dejar que lo encuentren.
—Estoy de acuerdo —Silas mira a Maggie —. Puedes salir mal de esto Muñeca, tenemos que hacerlo.
***
Alec se encargó de desactivar las cámaras de seguridad por unas horas, luego de unas horas volverían a funcionar, Silas y Maggie se quedaron con el baño limpiando la sangre, esperando que las luces rojas de las cámaras se apagaran, Por suerte ya eran alrededor de las << 4:00AM>> Nadie deambulaba por los pasillos, solo unos guardias sin importancia, otros dormían en sus puestos de trabajo.
Silas y Maggie vieron la señal —Las cámaras se apagaron— y en unos minutos Alec apareció en el baño todo agitado por haber corrido.
—Maggie eres nuestros ojos, Yo y Alec la llevamos.
Ella asintió.
Maggie tenía una salida oculta en el internado, en el sótano clausurado de este había una pequeña salida secreta por si ocurría algún problema, pero nadie la usaba, solo Maggie y sus amigos cuando querían irse de fiesta.
Los tres salieron del baño cautelosos, Silas agarraba a James por debajo de los hombros y Alec por los pies, la cabeza de James estaba arriba del cuerpo, ellos rogaban que no se callera al piso, Maggie los guía.
Con extremo cuidado vagaban por los pasillos del internado con sus pijamas.
Una luz blanca se aproximaba, Maggie miró a los dos chicos con horror , se acercó a ellos, Agarró a uno de ellos por el brazo no sabe bien cual fue, y los empujo hacia un armario donde había escobas y productos de limpieza. dejaron el cuerpo en lo más profundo del armario y entraron los tres, Alec en el lado izquierdo, Maggie en el medio y Silas en el lado derecho, sus hombros chocaban ya que no había suficiente espacio para ellos tres y un muerto, así que Maggie optó por ponerse de costado mirando a Alec, él hizo lo mismo, Silas miraba por las ranuritas pequeñas que tenía la puerta, Alerta por el guardia.
Maggie sentía la respiración de alec en su cara, estaban tan cerca que un simple empujón conectaría sus bocas, la luz de la luna entraba por la puerta del armario pudiendo ver un poco su cara, su pecho subía y bajaba lentamente, su pelo cubriéndole la frente, Sus labios entreabiertos y sus ojos azules mirando los labios de la chica.
de repente la luz blanca hizo que entrecierren sus ojos, hasta que paso de largo, Silas soltó un suspiro de alivio.
—Rápido tortolos —Anunció mientras con cuidado abría la puerta del armario.
Al llegar al sótano los tres se sintieron aliviados, Según Maggie detrás del internado había un descampado, donde podían enterrar el cuerpo, Era un descampado aterrador de día y de noche, el césped estaba quemado y no había árboles.
cómo pudieron con sus manos empezaron a cavar un agujero, dejaron a James ahí junto con su cabeza.
Sus ropas manchadas de tierra, sus manos rojas.
y sin más se largaron.