Maggie no les había dicho nada a los hermanos sobre la daga, no era importante.
Pero por si acaso y como era una de las pocas cosas filosas que traía, decidió llevarla consigo siempre bajo su ropa.
Los hermanos se encontraban en la cancha de básquet, pasando el tiempo, Era un domingo por la tarde, la gran mayoría de alumnos en West para no decir todos se habían ido a la feria, Maggie se encontraba en los bancos leyendo y a veces levantaba la vista para observarlos, pero los chicos no se habían percatado de su presencia hasta que Alec, la vio, él sonrió y ahí fue donde Maggie levantó la vista de su libro y le devolvió la sonrisa.
Silas le pegó un balonazo en la cabeza mientras se reía, Maggie se tapó su boca con su palma para evitar soltar una carcajada.
—¡Qué me dices muñeca, ¿Juegas?! —Le gritó Silas mientras volvía a tener el balón entre sus manos.
Maggie se acercó hasta ellos.
—¿Juegas? —Volvió a preguntar
Antes de que alguno pudiera decir algo Maggie le quitó de las manos el balón y salió corriendo mientras lo hacía rebotar.
—¡He! no avisaste.
—Atrápenme si pueden, capullos.
Los dos hermanos sonrieron.
Alec se acercó a la chica despacio, Maggie lo esperaba con tranquilidad, Cuando Alec iba a atraparla Maggie lo esquivó y le saco la lengua.
—Serás cría —Dijo Alec divertido
Ella volteo a ambos lados de la cancha, pero no vio a Silas, Dejo de botar la pelota.
—¿Dónde está tu herman...
La pregunta quedó inconclusa ya que unas manos la envolvieron haciéndola levantar, Maggie soltó una risa tras las cosquillas de Silas y este por sus súplicas la dejó en el suelo.
—¿Qué pasó?, ¿Alguien es muy enana... —Silas recalcó "Enana" haciendo un gesto de altura baja con sus manos—? ¿Para encestar, Acaso?
Maggie le volvió a rebatar el balón de las manos.
—Atrás debiluchos.
Ella se colocó frente a la canasta y Alec a un lado de ella, traía otro balón en sus manos y la lanzó con todas sus fuerzas pero no encesto, Alec lanzó su balón y el sí encesto, El festejo como si lo hubiera hecho ella.
—¡Esa es mi Morocha! —Empezó mientras la hacía girar.
Silas sentado en el suelo de la cancha se reía de los dos y Maggie le seguía el juego a Alec.
***
Maggie salió de bañarse, se encontraba en su cuarto, Bea estaba en la cafetería así que se cambió tranquila, se peinó y al cabo de unos segundos su celular empezó a sonar era ....
Maggie sonrió, quería verla en las canchas de básquet.
Ella caminó hasta sentarse en unas de las bancas, todavía no había llegado.
Una mano tapó su boca, haciéndola soltar un grito ahogado y abrir sus ojos como platos.
Maggie no pudo hacer nada porque su vista se empezó a hacer pesada hasta el punto de quedarse dormida.