°°°Maggie Amato
—¡Ya déjalo grandísimo idiota!, ¡Déjalo en paz!
Jack sonrió y le hizo una seña a es imbécil, ver la cara de Silas con moretones, cortadas en sus pómulos y un poco de sangre en sus labios
—Muñeca...
<<Joder, mis ojos se estaban cristalizando>>
Jack se acercó a mí, se arrodilló hasta quedar a mi altura y agarró mi mentón.
—Para la próxima puede ser tu querido Damon, y esta vez no ordenare que lo golpeen si no que lo maten —. Lo miré a los ojos y me contuve las ganas de escupirle la cara —. sabes que soy capaz...
<<Se que era capaz, no correría ese riesgo>>
—Ven conmigo Magg—Me soltaron de repente mis manos cayeron en el piso, Jack estiró su mano para que aceptase —. Te prometo que los dejaré en paz, pero tú tienes que venir conmigo...
Acepte su mano haciendo que él sonría.
—Te prometo que la pasaremos muy bien juntos.
Miré a cada uno, a Bea se le salían lágrimas de sus ojos, Los hermanos me miraban suplicándole que no aceptara, y ahí fue cuando lo vi, Damon y sus manos atadas...
—¿Los vas a dejar en paz?
Jack asintió
—E-está bien, acepto, me iré contigo.
La sonrisa de Jack se extendió más y beso mi mano.
—Muñeca...
—¡Morocha, por favor!
Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, mi atención estaba en Jack su cabello ruido y esos ojos azules viéndome con orgullo, no lo pensé y lo bese, Él no lo dudo y me siguió el beso.
Hasta que...
El beso se detuvo, su boca quedó entreabierta y sus ojos se abrieron de par en par, sonreí con malicia, Nuestros ojos pasaron a ver su estómago donde encajé la misma daga de mango rosado pálido que él me había dado.
—A veces uno tiene que jugar el mismo juego que el contrincante...
Mi hermano se soltó de la soga y yo con un movimiento ágil mientras caía, agarre la pistola de Jack, Dispare a lo que más pude, cubriendo a mi hermano mientras desataba a los hermanos, Bea se posicionó a mi lado y empezamos a disparar juntas. dejando cadáver tras cadáver.
Silas me envolvió en sus brazos y me besó.
—Tenía tanto miedo, de que fueras a aceptar en serio —dijo mientras pegamos nuestras frentes —. No vuelvas a hacer eso, Muñeca, Por favor no.
Le di una sonrisa y asentí.
Mis ojos negros pasaron a encontrase con unos azules.
Alec corrió hasta mí y pegó sus labios contra los míos.
—Morocha...
Lo calle con otro beso
—Lo siento, no quería asustarlos
—Sabes que te hubiéramos buscado hasta el final de los tiempos ¿No?, Nos importas mucho Morocha.
Una risa débil resonó. No sé cómo, pero Jack se había movido hasta una pared, sus labios estaban pálidos, ya no tenía fuerzas.
Bea y yo nos acercamos a él.
Me dolía quererlo, me dolía todavía sentir ese sentimiento de amistad, pase tantas cosas con Jack que me dolía que muriera.
—Jack...
Bea sentía lo mismo que yo, se lo veía en la cara
—Lo siento tanto Jack.
Una lágrima resbaló por mi mejilla.
—Lo siento tanto...
El dejo de respirar, me dolía saber que esos ojos azules ya no me verían más con felicidad cada vez que sacaba una buena nota en Matemática.
Damon me abrazó y yo escondí mi cabeza en su pecho.
—Entendemos que te duele, Enana, no te culpes — Damon me abrazó más fuerte —. Era muy obvio que le ibas a tomar cariño tranquila...