Capítulo XXVI.

- patrón, le trajimos a Daiana porque encontramos esto debajo de su colchón.

Iván: ¿qué? ¿es cierto eso?

Dai: yo no sé cómo llegaron esas cosas ahí, pero yo no tengo nada que ver.

Panu: ¿pero eran tus cosas no?

Dai: Sí, pero...

Iván: ¿cómo las encontraron?

- entramos a la habitación de Perla, Daiana y Azucena y encontramos todo esto, bajo el colchón de la cama del medio.

Panu: ¿Y esa es la cama de Daiana no?

Iván: ¿por qué lo hiciste?

Dai: ¡yo no escondí todo eso ahí!

Iván: ¿entonces?

Dai: no sé.

- ¿Ahora resulta que a las cosas les salieron patas no?

Panu: entonces explícanos como Según tú llegaron todas esas cosas a tu cama.

Dai: sé que diga lo que diga, no me van a creer Y qué tienen que sacrificar a alguien por esto, así que está bien, fui yo, ahora sí pueden castigarme.

Alfredo: Aver no no, si tú no tuviste nada que ver, no tenemos porqué hacerte nada, solo queremos que expliques cómo llegaron todas esas cosas ahí.

Dai: ya les dije que no sé cómo o Quién puso todo eso ahí, pero también Sé que no me van a creer, así que llévenme de una vez.

- pues vámonos, si no nos vas a decir ahora, lo harás después.

Dai: mientras dos hombres de seguridad me llevaban al cuarto de castigos, pasé enfrente de todos Quién nos miraban algunos desconcertados y otras con una sonrisa.

- Pues aquí te quedarás, si no nos quieres decir por las buenas, lo harás con el tiempo

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Azucena: ¿Qué pasó?

Nini: descubrieron que las cosas que faltaban estaban escondidas debajo del colchón de Daiana.

Perla, Azucena y Zulema: ¿Qué?

Azucena: eso no puede ser posible, Daiana no haría eso.

Nini: Ya lo sé, pero no sé quién puso todo eso ahí.

Zulema: yo sé quién fue, es más que obvio.

Azucena: Sí, yo también sé quién fue.

Perla y Nini: Camila.

Azucena: cuídala Néstor por favor.

Nini: les prometo que lo intentaré, espero poder hacerlo.

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Kenia: ¿vieron Cómo se la llevaban?

Carolina y Camila: sí.

Kenia: ¿ustedes creen que la maten?

Carolina: No lo sé, pero lo que pasó fue muy fuerte.

Camila: Pues sí.

Azucena: escúchenme una cosa bola de culebras ponzoñosas, sabemos perfectamente que las culpables de todo esto son ustedes, pero aunque en estos momentos Daiana sea quién esté siendo castigada, todo se va a saber Y ustedes terminarán siendo las castigadas.

Perla: así que ya lo saben.

Azucena: vámonos.

Zulema: vamos.

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