«Comencé a correr entre la oscuridad , mis piernas estaban hechas gelatina pero aun así podía permitirme correr lo suficiente para que no me pillaran , estaba jodida si me alcanzaban.
—Aunque corras te alcanzaré pequeña , no te vas a librar de mi tan fácilmente .— Dijo esa extraña voz gruesa y masculina. Esa voz hacía que mis piernas fallaron, sentía como mi piel se erizaba conforme pasaban los minutos o segundos, había perdido la noción del tiempo.
.—¡Aléjate de mí por favor!.—Suplicaba mientras seguía corriendo aún más rápido. Estaba corriendo a tal velocidad que yo misma estaba impresionada.
Esa voz seguía retumbando en mi cabeza, mientras mis lágrimas quemaban conforme hacían un recorrido por mis mejillas. Realmente no sabía por qué corría, de hecho, estaba segura de que si me dejaba atrapar iba a acabar peor.
Giré a la izquierda y me adentre a un callejón sin salida. Mierda, iba a morir, tierra, trágame, por favor. Asustada, miré a todos lados, intentando encontrar un escondite pero no encontraba nada, maldigo en bajito, sabiendo que era mi final.
.—Ya te tengo Jade.—Dijo esa voz acercándose a mí con las manos formada en un puño. Oh no , me iba a pegar.Me senté en una esquina encogiendo mis pies y protegiéndome del próximo golpe que iba a recibir.»
.—¡No!—.Grité asustada. Miré a los lados asustada pero al darme cuenta de que me encontraba en mi cuarto mi pulso se relajó.-Solo fue una pesadilla...- Me repetía una y otras vez hasta que conseguí estacionarme en el presente.
Mire el reloj aún con la respiración agitada .—¡Mierda! .—Ya era de día, aproximadamente eran las diez o las once A.m, por la cual ya tenía que levantarme, vestirme y asegurarse de que todo estaba en orden.
Hoy era mi primer día de Universidad, me alejaré de lo que me queda de familia y emprenderé mi vida como autónoma.
Me levanté de la cama pesadamente y miré lo que quedaba de mi ropero, escogí unos simples pantalones pitillos de color negro, una blusa color crema y mis viejas vans negras.
Esas vans eran la mejor inversión que hice en mi vida, eran súper cómodas.
Me hice una cola ligeramente desordenada y agarré las maletas que estaban al lado de la puerta de madera blanca después de asegurar que todo estaba en orden.—¡George! ¡Mueve tu trasero y ayuda a tu prima a bajar las maletas!— Grité arrastrando las maletas hacia las escaleras.
Si llegar hacia las escaleras era casi imposible bajar las escaleras sería misión fallida.
Al no recibir respuesta de mi primo chasqueé la lengua y volví a gritar su nombre, pero esta vez aún más fuerte.
.—Ya voy por dios Jade ¿Estas en tus días?.—Gruñó George acercándose a mi dándome un casto beso en la mejilla.
George era la mejor persona que había cruzado por mi vida, fue la única persona que me ayudó cuando más lo necesité, sin duda nuestro parentesco daba a confusión de que éramos hermanos, pero sin embargo solo somos primos.
Me miré en el espejo y arqueé una ceja al verme con un aspecto horrible , mi melena color casi negro parecía un nido de pájaros, mis labios estaban secos y rojos, mi piel era tan blanca que se parecía al papel. A pesar de haberme intentado arreglar aunque sea un poco seguía pareciendo horrible.
Suspiré, volví a fijarme en George que me hacía señas extrañas para que saliera de mi pequeño trance.—¡Jade! ¿Jade?.* Repetía una y otras veces chasqueando la lengua. Parpadeé un par de veces y miré a George
.—¿No ves lo horrible que estoy? Solo estaba distraída, déjame tranquila.— Fruncí el ceño haciendo pucheros. George me miró con una ceja levantada y formó en sus labios una leve sonrisa.—Si quieres bajo sin tus maletas y las bajas tu solita.— Se burló de mí.
.—Por favor George, no seas malo conmigo, sabes que me voy y me veras muy poco ¿tan mal primo eres como para no querer hacerme ese favor?.—Comencé a reprimir mientras le daba pequeños golpes en el abdomen. Este método siempre funcionaba , por eso siempre conseguía lo que quería.
.—¡George ayuda a tu prima a bajar las maletas!.—Gritaba mi tía desde la cocina. George borró la sonrisa, encogió sus hombros y prosiguió a coger las dos maletas más pesadas, comenzando a bajar las cien escaleras que había entre la primera y segunda planta.
Apreté con fuerza las dos maletas pequeñas y bajé con total naturalidad, las maletas pequeñas no pesaban por que contenían pequeños bolsos que utilizaba y la ropa interior en otra.
Llegué a la primera planta y George suspiró al soltar las maletas con demasiada fuerza.— ¡Eh! ¡Que eso es mio inútil!.—Protesté pegándole un leve coscorrón en la cabeza.
.—Pequeña, ¿estás lista? creo que llegamos un poco tarde.— Dijo mi tía Lorde con un tono de preocupación . El viaje era de más o menos dos o tres horas en coche. Iba a asistir a la gran universidad Notthingham en la región de East Midlands. Meneo la cabeza para concentrarme y marcharme ya, tenía que estar como mucho en la universidad entre las tres o dos y media, si no me daba prisa puede que llegue tarde a mi primer día.—Bueno , digamos que llegaré tarde en ser la primera en llegar a mi cuarto.—
Miré a George que había llegado de colocar las maletas en el coche de mi tía Lorde. Sonreí y me acerqué a él .—¿Te vas a portar bien, vas a echarme de menos, no me robaras mi habitación y serás caballeroso con las mujeres?.—Le miré con una sonrisa. El levantó una gran carcajada y luego carraspeó la garganta
.—No te prometo nada primita pero lo intentaré ¿y tú? ¿dejarás de ser tan gruñona y de ser tan antisocial? yo sé que quieres superar tus problemas pero mientras antes afrontes las cosas antes podrás ser feliz.— Dijo él, besando mi mejilla. Yo solo asentí y le dí un leve abrazo. Puede que suene raro pero solo he abrazado en mi vida a mi primo George, supongo que es por el hecho de que él ha sido el único que ha conseguido que ''afronte'' las cosas como son.
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Editado: 22.08.2019