Narra Kendall
Estaba durmiendo de lo mas tranquila en mi cama, cuando siento mi cara moja y despierto de golpe y me encuentro con la pendeja de mi mejor amiga Emma.
-¿¡Se puede saber que te pasa!?- le grité tirándole una almohada.
-Venga levántate que tengo que dar una noticia- dijo ella con una sonrisa.
-¿Y no me podías despertar como a una persona civilizada?- dije alzando una ceja.
-Lo intenté, pero parecias muerta y se me ocurrió la idea de tirarte agua- dijo ella con una sonrisa angelical.
-¿Y que es tan importante que nos tienes que decir?- pregunté ya que estaba rara.
-Necesito que esten todas, así que levántate de esa cama y arréglate -rodé los ojos mientras que la veía irse de mi habitación.
-¡NO ME RUEDES LOS OJOS!- dijo pegando un grito desde el pasillo.
Me levanté regañadamente y fui al baño hice mis necesidades, me arreglé un poco y me fui a dar una ducha. Salí de la ducha y fui hacia mi armario.
Me puse una camisa de tirantes de rayas blancas y negras, un short de tiro alto y mis vans, Ya lista decidi bajar a ver lo importante que tenia quedecir Emma.
Llegué a la cocina y vi a Emma cocinando, al rato llegan Mía y Skay y estan igual que sorprendidas que yo.
-¡Oh por Dios!, es el fin del mundo- exclamé y se oyeron las risas de Mía y Skay.
-Callate ¿quieres?- exclamó Emma sirviendo café para todas, mientras se hacian las tostadas.
-Lo que pasa es que es raro verte cocinar- dijo Mia mientras que tomaba de su café.
-sii, siempre lo hace Mia- dijo esta vez Skay.
-Tal vez, pero hoy le quise dar el dia libre a Mía- dijo la rubia algo ¿Nerviosa?.
-Ok ¿que tramas rubia?- dije mientras la miraba con los ojos entre cerrados.
-Y-yo es-esten n-nada - dijo mientras desvía la mirada.
ESO SIGNIFICA UNA COSA.
-¿Porque mientes?- dije mientras alzaba una ceja.
-Y-yo n-no p-pa-para nada - aún sigue sin verme a la cara.
-Sueltalo rubia teñida- dijo Skay muy seria, eso es raro en ella ya que siempre es la animada del grupo.
-¡No soy teñida!-dijo- Es natural.
-No cambies el tema y di lo que tienes que decir- dijo esta vez Mía ya perdiendo la paciencia.
-Bien-suspiro rendida- Mi hermano se quedará un tiempo con nosotras.
-¿¡QUE!? -gritamos a la veces
¿Es es una broma de mal gusto? ¿cierto?