Ha sido robada
No puede ser
Imposible
Esta débil
No es cierto
Se lo tiene merecido
Eso era lo que se escuchaba por los pasillos. Por la ciudad. Por el reino. Que la habían robado. Habían robado una de las principales fuentes de energía del Invierno.
***
Una mujer caminaba por unos fríos pasillos de su palacio. La mujer tenia el cabello blanco como la nieve. Su piel tenia esa misma tonalidad y sus labios eran rojos como la sangre. A su paso, el suelo se iba congelando. Llegó a una oscura sala. En el centro de esta había una esfera que brillaba. Cuando la tocó, brilló con más intensidad. De súbito, la esfera la absorbió. Desapareció. Nadie más supo de ella. No hubo ningún rastro.
Esa mujer era el mismo Invierno personificado. Al tocar la esfera, su cuerpo se marchitó, se durmió. No murió. Tan solo su alma se trasladó a un cuerpo mortal para cumplir su cometido: recuperar la Rosa del Invierno. El origen de dicho poder.