Invierno en cenizas

Capitulo 6 | Oh sheisse

Era de mañana y estaba sentado en el comedor, había un silencio rotundo, solo se escuchaba el sonido de los cubiertos chocar con los platos y uno que otro tic tac del reloj pegado a la pared. Claramente el silencio era sofocante tanto que sientes la necesidad de comer rápido para salirte de ahí, pero una vez que lo presencias como 3 veces al día te acostumbras.

—Provecho, estaba muy rico todo—digo mientras me levanto de mi asiento y me dirijo directamente a la puerta que lleva hacia afuera.

—Werner—dice mi madre con un tono que hace que se me erice la piel y yo solo me detengo—¿A dónde vas? Se supone que pronto llegara tu Profesor ¿No deberías estar alistándote?

 Scheisse se me había olvidado, estaba pensando en ir con Arne que ya no me acordaba que hoy tengo clases.

—Em solo quería tomar aire—digo mientras me toco la oreja y más que una afirmación parece una pregunta, la verdad no le estaba mintiendo al ir con Arne iba a tomar aire—Pero si quieres me voy alistando, si es una mejor idea—voy hacia las escaleras apresuradamente mientras que mi madre al igual que mi padre se miran el uno al otro confundidos sin entender porque el cambio de planes, al parecer siguen comiendo restándole importancia.

Al llegar a mi cuarto solo agarro algunos lápices que tenía en mi mesa de noche, al parecer tendría que ir a mis clases o más bien las clases vendrían a mí, la verdad no tenía ganas de tomar las clases o sea nunca me gusto esa idea, pero ahora tenía menos ganas que otras veces aparte de que si me quedaba en ellas iba a dejar a Arne solo cuando claramente fui yo quien le dijo que nos viéramos de nuevo, lo cual no sería muy educado de mi parte y mis padres siempre me dijeron “los modales primero” así que en conclusión le estaría obedeciendo en parte a mis padres.

A todo esto, hay un pequeño detallin que falta, si no voy con el profesor ahorita que llegue mis padres se darán cuenta de eso e inmediatamente me castigarían así que tengo que idear un plan para que esto funcione, mi primer escape sigiloso en mis clases, nunca pensé hacer eso, pero bueno la vida da cambios y como siempre digo hay que seguirlos y adaptarse a ellos, la verdad es la primera vez que lo digo sin mencionar que se me acaba de ocurrir. Solo salgo de mi cuarto sin más y después de abrir esa puerta de madera vieja y de escuchar como rechinaba me siento en la única silla que había en aquella habitación, poco después de jugar con mi lápiz y ver el reloj cada vez que se movía una manecilla llego por fin la persona por la cual nunca pensé esperar con tantas ansias, mi profesor.

Observe cuidadosamente cada uno de sus movimientos, desde que me saludo hasta que empezó a explicar un tema el cual ahorita sinceramente era lo que menos me importaba, espere a que el me diera una actividad y se relejara en su asiento, estuve seis minutos viendo el reloj de la pared hasta que le pedí al profesor ir al baño, el solo asintió sin ni siquiera dirigirme palabra o mirada, salí apresuradamente de aquel cuarto y antes de salir de cada pasillo y de bajar las escaleras me figaba si no había alguien pasando, salí con éxito de la casa sin nadie que me viera. La verdad sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero la verdad estar con Arne sonaba como mejor idea que estar en aquel cuarto que solo visitaba por mis clases, la verdad ese cuarto parece el más sofocante de todos y puedo decir que hasta el profesor se cansaba de estar ahí seguido.

 

(…)

No vi a Arne al llegar y no voy a culparlo, no dijimos una hora exacta así que se puede justificar ¿No? Digo, si yo fuera Arne no sabría a que horas llegar, si en la mañana o a la misma hora que nos vimos o cuando nos fuimos, es algo confuso o al menos para mí. Me senté en el árbol de siempre, con la esperanza de que el viniera, no importa si llega tarde con que no se haga oscuro para poder leer.

Ya van como unos veinte minutos desde que llegue y todavía no se ha visto señal de él, esto me está poniendo ansioso tal vez podría levantarme e ir por un bocadillo, para así cuando venga tal vez el esta acá y así lo compartimos y luego leemos el libro. Aun que podría irse al no verme y cuando llegue no este y puede que piense que lo deje.

—¡Hay no sé qué hacer! —grito y al mismo tiempo me levanto para solo dar vueltas alrededor del árbol.

De hecho, ahora que lo pienso solo le dije que trajera su libro la próxima vez, o sea que no solo no especifique hora si no tampoco un día para vernos.

Sheisse

Me volví a sentar en aquel árbol quejándome por no ser especifico, pero viendo el lado bueno perdí un poco de clases y con este tiempo libre podría ir a comprar algo por ahí. Perfecto eso es lo que voy a hacer, voy por un poco de pan y luego regreso cuidadosamente a la casa por la bicicleta y ando por el parque.

¿Iba a terminar con tremenda regañada? Claro que si ¿Tenia ganas de enfrentarme a mis padres ahorita? Obvio que no y la verdad dudo que tenga ganas aun cuando regrese a la casa, pero tengo ganas de pan aparte esos son problemas para el Werner del futuro.

Me levanté del suelo y me sacudí por que tenia un poco te tierra, observo alrededor para ver si llega Arne, pero al no ver señal ni de un pájaro suelto un suspiro y me dirijo hacia el tranvía que no esta muy lejos de el árbol. Como siempre espero un poco a que llegue y al escuchar el sonido del tranvía llegar todos los que estaban junto a mi se subieron de inmediato a él, solo veo como se desesperan por encontrar un lugar en el y justo antes de que el tranvía arranque solo me quedo encima en uno de los escalones mientras siento el aire pegándome en el rostro.




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