Corea del Sur
Ciudad de Seúl
Año 2016
Hacía frio como cualquier otra noche, la luz de la Luna podia verse en el pequeño espacio que había entre una cortina y la otra, se podía escuchar el viento soplar y las gotas de lluvia golpear la ventana.
Tae-yang daba vueltas por toda la cama, con el ceño fruncido jadeaba, su respiración se volvía pesada y de la nada se levantó de golpe.
-Ahhg ahhhg- observó a su alrededor asustado.
Pudo notar debajo de la puerta de su habitación una sombra que de repente desapareció. Así que se levantó de su cama, salió de la habitación y se dirigió a la de sus padres.
Tae-yang golpeó suavemente la puerta una vez. Al no oir respuesta volvió al golpear, pero esta vez un poco más fuerte.
-Mamá...Papá...- dijo antes de abrir la puerta de la habitación.
El pequeño observó la habitación que claramente estaba vacia, se alarmó al no ver a sus padres en la habitación y de la nada un sonido extraño se pudo escuchar provenir de abajo.
Tae-yang caminó hacia las escaleras, se quedó parado frente a ellas en silencio. El pequeño no podía ver nada, pero si podía escuchar esos fuertes ruidos, era como si alguien o algo estuviese arrastrando algo pesado, se escuchaban llantos y jadeos.
Tae-yang un poco asustado decidió armarse de valor y bajar las escaleras, pero justo antes de pisar la última grada escuchó un disparo y de la nada apareció su madre. Ella estaba lastimada y podía ver el terror en sus ojos.
-Tae escuchame...c~corre, llama a la policía y e~escóndete...- dijo su madre dandole un teléfono justo antes de ser arrastrada y que esta desapareciera en la oscuridad.
-MAMÁ- gritó el pequeño mientras lloraba fuertemente.
-Ve por el mocoso- ordenó una voz ronca.
Tae-yang no quería dejar a su madre así pero en cuanto escucho aquella horrible voz subió rápidamente aquellas escaleras, en las que cada que pisabas hacian un terrible ruido.
El niño volteó a ver hacia atrás y pudo notar una gran sombra perseguirlo, así que corrió a una de las habitaciones y se apresuró a ocultarse en un armario. Sus manos temblaban mientras marcaba al número de emergencia y las lágrimas no dejaban de salir.
- 9 1 1...¿Cúal es su emergencia?-
-Ayuda...h~hay...hay alguien en la...c~casa, tiene a m~mis Papás- dijo Tae-yang susurrando mientras lloraba.
-¿Podría hablar un poco más claro? No te entiendo niño.- dijo la mujer.
-Ayudeme...Por favor...- lloro fuerte, pero al darse cuenta de que había hecho ruido cubrio su boca con una de sus manos y con la otra sostuvo el teléfono fuertemente.
-¿Dónde estás? No tengo tiempo para jugar a las escondidas niño, mejor acabemos con esto de una vez por todas.- dijo el hombre despúes de haber pateado la puerta para entrar a la habitación en la que se encontraba Tae-yang.
El pequeño se mantenia en silencio escondido dentro del armario, mientras observaba asustado por una de las rendijas Tae-yang sentia un miedo increiblemente horrible,sentia una presión extraña en su pecho y su respiración se volvía cada vez más pesada.
Cada que el hombre se acercaba, un escalofrío recorría su espalda...
Al darse cuenta, había mojado sus pantalones de pijama y esto fue una ventaja para aquel hombre, ya que este pudo notar un liquído salir del armario y de inmediato supo que ahí se encontraba Tae-yang.
-!Oh creo que fue mucho más fácil de lo que imaginé¡- exclamó el hombre abriendo las puertas del armario.
-No...no no no. Por favor no- negaba Tae-yang con la cabeza mientras se hacía hacia atrás.
-Te tengo maldito niño-
El hombre lo tomó del cabello y lo arrastró hasta la cama. Tae-yang trataba de defenderse pataleando y gritando, sin embargo eso no le sirvió de mucho ya que antes de poder hacer algo más el hombre lo sujetó del cuello y lo lanzo por la ventana.
Se pudo escuchar el fuerte estruendo del vidrio quebrarse y al segundo un fuerte golpe, el golpe de Tae-yang al golpearse contra el suelo, el pequeño quedó inconsiente al instante. El hombre bajó las escaleras con una sonrisa en su rostro.
-Imbécil, te dije que lo trajeras, no que lo lanzaras por la ventana- dijo el otro hombre.
-M~MI BEBÉ... NO...NO...NO... DEJENNOS EN PAZ....malditos desgraciados...-gritó la señora Kim mientras golpeaba el piso con el poco de fuerzas que le quedaban.
-Lástima que hasta aquí llegara tu familia Kim Yeyun, nada te costó darme la maldita información que necesitaba. Así que...te lo pediré una ves más ¿Dónde está?- lo tomó bruscamente de la cabeza-
-N~no te diré n~nada- dijo el señor Kim con dificultad.
-Bien, tú lo pediste...TRAEME AL MOCOSO- ordenó.
-Maldito hijo de p*ta-dijo el señor Kim antes de escupir un poco de sangre.
-Lo siento Kim, así serán las cosas- dijo el hombre tomando un cuchillo de la cocina y pasando sus dedos por el lado filoso mientras miraba al otro hombre que traia a Tae-yang.
Tae-yang fue atado a una silla y golpeado hasta el cansancio, sus padres gritaban y rogaban que pararan pero eso nunca pasó.
El hombre les dio una última oportunidad a los Agentes Kim, pero estos nunca desistieron. Tae-yang fue sujetado de la cabeza fuertemente y pudo ver como asesinaban a sus padres.
-NOOOOO AHHHHH NOO NO NO NOOOO- gritaba Tae-yang.
La señora Kim había recibido un disparo en la cabeza y el señor Kim había sido apuñalado una gran cantidad de veces.
Antes de irse, ambos hombres vertieron combustible por toda la casa y justo cuando escucharon las sirenas de los autos de polícia prendieron en fuego varias botellas de vidrio, las lanzaron dentro de la casa y rápidamente huyeron.
....
Tae-yang abrió sus ojos dificultosamente y empezó a llorar fuertemente mientras trataba de soltarse de la silla gritaba pensando en que sus padres iban a despertar en cualquier momento...