Llegamos al trabajo, el amanecer se mostraba después de la tormenta. Verificamos nuestra llegada, hacemos la misma rutina y de un momento a otro estamos en el descanso y estoy sentada a lado de Zen comiendo nuestro almuerzo.
— Y bueno, me dijiste que irás a la fiesta — habla Zen después de un bocado.
— ¿Fiesta?... ¿Qué fiesta? — decía confundida, no recordaba alguna invitación a una fiesta. — Lo siento, no lo recuerdo.
— Te dije antes de venir al descanso... Es el cumpleaños de Dante, nuestro líder.
— ¿Hoy qué fecha es?
— 24 de junio... ¿Acaso lo olvidaste? Te dije hace…
Zen continúa hablando mientras mi atención se desvía hacia una esquina del lugar donde hay una mesa con una cafetera y los vasos a un lado con unas servilletas, debajo de la mesa hay un líquido color morado oscuro se esparce por el suelo mientras las luces comienzan a parpadear y volteo viendo a mi alrededor a las personas que al parecer no se percatan de la situación y siguen con lo suyo. Comenzaba a estar en un trance de ansiedad hasta ver a Dante con un traje blanco con manchas del líquido morado empezando a acercarse hacia mí.
— ¿Qué es lo que pasa?... Ya no puedes controlar nada, ¿Verdad?. — su sonrisa era algo macabra, y los guantes que se ponía son de un color negro. — Te ofrezco mi ayuda, y todos a tu alrededor estarán bien.
— No sé a qué te refieres, ¿Acaso es una maldita broma?
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Los noticieros nacionales están sorprendidos con la reciente noticia del fatal accidente en que algunas personas murieron y otro más están en el hospital.
— El hecho ocurrió durante la madrugada del pasado 6 de enero y hasta el día de hoy nos han notificado que hay 3 muertos, 15 heridos y 8 en el hospital... — seguía hablando la presentadora del noticiero cuatro días después del accidente.
En las fábricas – donde algunas personas del transporte trabajan – dieron a conocer que estarían dando todo el apoyo a las familias afectadas por el fatal accidente.
El estado en el que se encuentra Amber es crítico con los enfermeros y doctores tratando de evitar más convulsiones... El jefe de la empresa de Tlixe hacía lo posible por encubrir el estado de sus trabajadores a los medios de comunicación, no era su culpa, pero pagar por la muerte de un trabajador sería muy costoso.
Walter por el contrario de su hermana se encuentra estable solo con su brazo izquierdo roto al igual que su pie derecho y en su cuerpo algunos golpes.
Pasaron semanas de lo sucedido y las empresas daban a conocer el estado de sus trabajadores diciendo que había sido un milagro que sobrevivió la mayoría solo con unos golpes y/o partes del cuerpo rotos... A diferencia de Tlixe que aún no comunicaba nada.
– Padre, quiero salvar la vida de Amber, está muy grave. – Dante se dirigía hacia el jefe del hospital.
– Estan haciendo lo posible por ella, la empresa no se quiere hacer cargo de todo esto, fueron muchos heridos además de los otros conductores de la pista.
– Amber es fuerte, sé que el cuerpo va a resistir al suero que le estamos proporcionando.
– Pero ¿Qué es lo que dices?... ¡Nunca aprobé que le dieras ese maldito suero! – se levanta del asiento con el ceño fruncido dando un golpe en su escritorio.
– Nadie lo sabrá, sabes que oculto muy bien las cosas. Yo estuve en estado crítico al igual que ella cuando era un niño.
– ¿Por qué quieres que esté viva?
– Por la misma razón por la que tú me salvaste de una muerte lenta.
– Aun así, no debiste darle ese suero... No sabemos lo que puede suceder, a ti te pudimos estabilizar cuando... Cuando... – Sergio no pudo continuar ya que nunca se lo dijo a su hijo por lo que se volvió a sentar en su silla con la mirada perdida y sus pensamientos un caos por los recuerdos que lo inundaban.
– Padre... ¿A qué se está refiriendo? – al no obtener respuesta se acerca a él tomándolo de su hombro – ¡¿Estabilizar?!... ¡Mi cuerpo fue capaz de soportar tantos químicos!... ¿No fue eso lo que me dijiste?
El ambiente se volvió tenso cuando Dante recibió una llamada del hospital.
– ¡Dante, ¿Que le has hecho a mi hermana?! ¡Esta...! – la llamada se corta repentinamente dejando a Dante en un trance.
Horas antes los enfermeros enviados por Dante atienden a Amber estando en coma, a los minutos de inyectar el suero su cuerpo comienza a reaccionar haciendo visibles sus venas, su cabello se empieza a decolorar quedando totalmente blanco, los enfermeros se veían entre sí sin saber que hacer al respecto hasta que la puerta se abre de golpe mostrando a un Walter exasperado viendo a su hermana en la camilla.
– ¡Largo de aquí! ¡¿Quién los ha mandado?! – intenta apartar a los enfermeros con la muleta mientras arrastra su pie.
– El mismo Dante nos dio indicaciones de salvar a su hermana. – habló uno de ellos mientras guardaba algunos utensilios.
– Este suero no debe ser inyectado de esta forma... – empieza a verificar los ojos de su hermana viendo que están completamente negros.
En un intento desesperado agarra una jeringa vacía para ponerlo en una de sus venas y absorber un poco de sangre, una vez que termina vuelve a hacer el mismo proceso con Amber depositando su sangre.