Invierno Eterno

Capitulo III

La depresión en alumnos de secundaria es más frecuente de lo que se espera, algunos se distraen en videojuegos, series o con amigos. Pero Morgan Yeray toma como distracción la tecnología, arregla aparatos y construye pequeñas cosas mientras se encierra en su habitación escuchando Bon Jovi.

Su familia es de una economía estable ya que su padre tiene un puesto bueno en el trabajo y Morgan tiene una beca que le permite estudiar en una buena preparatoria.

– ¡Morgan, ya está la cena! – grita su madre desde la cocina.

– No me gusta que esté mucho tiempo encerrada, debe salir con amigos o alguna pareja – menciona su padre con preocupación.

– Hoy me llegó una cita de su escuela, quieren que esté presente en sus clases. No te quería decir pero en este último semestre bajó sus calificaciones.

– Aunque es buena arreglando cosas, el microondas funciona bien hasta ahora.

– Es una señorita y no es bien visto que solo se enfoque en eso.

Mientras sus padres hablan en la cocina, Morgan los escucha a escondidas arriba de las escaleras, pensando la manera en como los desilusiona, nunca será suficiente para ellos.

– Huele deliciosa la cena, tengo mucha hambre. – Morgan se sienta con sus padres y empieza a servirse.

– No comas mucho, eres linda, pero lo serias mas si adelgazas – habla su madre que toma el control de la cuchara con la que se sirve.

– Tienes razón, debo lucir bien para la graduación.

Y así continuaron con la cena, Morgan se encerró de nuevo después de un baño, se tenía que preparar para el siguiente día.

Llegó con su madre a la preparatoria, sus compañeros solo veían y hablan sobre lo que ven, van a su salón de clases que es historia, Morgan solo se sienta y saca un libro para continuar con su lectura.

– ¿Y tus amigas? – menciona su madre sentada detrás de ella.

– Besandose con sus novios – no tenía amigas, pero no era necesario decirlo.

Un profesor gordo entró al aula y los alumnos comenzaron a entrar, para sorpresa de Morgan, el profesor empezó la clase como si eso fuera de todos los días.

– ¿Quien quiere leer este párrafo? – el profesor busca quien levanta la mano y Morgan lo hace siendo obligada por su madre.

– Los juegos olímpicos ha unido a la humanidad después de los conflictos, y México fué el primer país latino en ser sede de uno de ellos, 12 de Octubre de 1968… 10 días después de una masacre que ocultó el gobierno a cargo de Gustavo Diaz Ordaz y que se convirtió en un mito después de los problemas que hubo hace 16 años, y que murieron muchos estudiantes como nosotros pero claramente con un pensamiento de justicia, pero ahora solo seguimos todo sin cuestionar nada, ¿verdad, profesor?... Quisiera ver otra pelea entre mis compañeros y cerrar las cortinas para que las autoridades no vean nada. – Morgan lo ve desafiante, era claro que eso no estaba en el texto.

– Es bueno que tu madre venga a ver como eres. – dijo con una repulsión el profesor.

– Así usted da la mejor clase que hemos tenido sin necesidad de estar junto a usted y tener una calificación decente.

– Voy a levantar un reporte… Señora, venga conmigo, necesito hablar con usted.

Hubo un silencio en el salón después de que se fueron, poco a poco los compañeros comenzaron a hablar y a mencionar que no se diga nada sobre lo que se hace en la clase del profesor, dando indirectas hacia Morgan.

El día transcurrió con normalidad en las últimas clases, la madre de Morgan había salido una hora antes, debía hacer algunas cosas. Tomaría el transporte público, lo cual le agrada a Morgan ya que se puede poner los audífonos y así ignorar a las personas, aunque al llegar, oiría lo que habló con el profesor.

Su madre estaba haciendo la cena pensando en las palabras del profesor, cuando ve entrar a su hija.

– Morgan, quiero hablar contigo. – se sienta en una silla de la mesa.

– No estuvo bien lo que hice. – deja su mochila en la mesa pero no se sienta.

– Te vamos a transferir de escuela cuando el año termine… Por el momento debes de tener un buen comportamiento, no quiero más problemas.

– Está bien, solo siete meses más y estoy libre de ellos.

– Debes aceptar las actividades que se te piden, o pierdes el año.

– Claro… un borrego más, ¿no? – agarra su mochila y va a su habitación.

Claramente su madre sigue preocupada, no confía en que su hija siga las órdenes pero es todo lo que puede hacer por el momento.

La siguiente semana fue más tranquila, Morgan solo ignora lo que sucede a su alrededor y se enfoca en sus estudios. Aunque viene algo mucho peor que los exámenes, el festival, siempre lo pasaba sin participar aunque fuera obligatorio, pero por la condición de su madre y de los profesores, no es posible.

Los ensayos comenzaron y por desgracia, Morgan tiene que bailar con las demás chicas mientras que los chicos hacen pirámides. La profesora que las ayuda e indica la coreografía es parcial, muestra muy claro que favorece más a otros alumnos.

– Ivana, muestra ese paso a las demás y que sea perfecto. – le indica la profesora mientras bebe agua.




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