¿me permites besarte?

Capítulo 6

Mi cabeza dolía mucho, pero no se podía esperar menos luego de haber sobrepasado mis límites con el alcohol, con mucho esfuerzo empecé a abrir mis ojos, pero, ¿Dónde demonio estaba?, todo era extraño. El techo se veía reluciente, ¿Era posible para una persona llegar a ese resultado?, como sea, basado en ello, podía estar segura de una cosa, y es que esta no era mi cabaña.

Traté de verificar a mi alrededor para percatarme del lugar donde me encontraba, pues parecía estar el sofá de alguien, pero era imposible verificar algo más pues cualquier movimiento era imposible, estaba envuelta en algo, ¿Era plástico o alguna bolsa?, lo desconocía, pero mi cuerpo estaba envuelto como un burrito, desde mi pecho hasta los tobillos.

¿Estaba con un pervertido sexual?, aunque esta era la primera vez que escuchaba acerca de algún fetiche sobre envolver a las personas con plástico, levantando un poco mi mirada, era un plástico de burbujas, ¿Qué loco podía sentir alguna atracción sexual hacia una mujer envuelta en ello?

Mirando hacia el techo, me esforcé por concentrarme en recuperar mis recuerdos de la noche de ayer, pues todo está ahí sólo, debo traerlos de regreso, así fue como empecé a recordar lo que había ocurrido la noche pasada, aunque con algunas lagunas que no lograba recordar a la perfección, pero, si todo lo demás era correcto, significaba que, ¿Estoy en la cabaña del extraño?

Esperaba que no, porque de ser así realmente significaría algo malo, más aún en este estado, quizás quería matarme o utilizarme para algo, lo que sea que fuera, no era común envolver a alguien desconocido con plástico y dejarlo dormir en tu sofá.

—¡Vete! —Dijo una voz a lo lejos, pude divisar a un par de ojos marrones temerosos, pues era lo único visible, estaba utilizando un traje biomédico que lo cubría de pies a cabeza cubierto de pies a cabeza, definitivamente poseía la apariencia de un psicópata, aunque su voz baja con rastros de ronquera y con aquella señal de fuerza, sugerían un cuerpo que lo podría convertir en un sexy psicópata

—Aún si quisiera hacerlo, sólo soy un burrito—Respondí dejándole ver claramente que, aunque así lo quisiera, no estaba en mis posibilidades el decidir permanecer ahí o irme.

—Eso no te impide caminar, del todo, ya me arriesgué lo suficiente contigo—Decía desde lo lejos temerosamente, como si estuviera hablando con un monstruo, lo que me daba curiosidad.

—Está bien, intentaré caminar—Dije, sentándome con algunas dificultades, al tiempo en el que empecé a dar brinquitos hacia él, lo que no era fácil pues al hecho de estar cubierta por plástico de burbujas, había que agregarle el efecto de la noche que tuve ayer, aun así, verlo huir con cada brinco en el que acercaba a él, me produjo una mezcla de gracia y ternura, era como un niño asustado huyendo.

—Te salvé y ¿me pagas así?, sólo vete de una buena vez y nunca regreses—Continuó al tiempo en el que huía despavoridamente de mí.

—¿Ocurrió algo entre nosotros anoche? —Pregunté para comprender la razón de su comportamiento.

—Jamás sería capaz de hacerle daño a una persona, incluso, prefiero mantenerme lejos de cualquiera—Respondió a lo lejos mientras continuaba mi persecución por toda la cabaña.

—No lo decía por ti, sino que, ¿realmente no te hice nada? Porque me gustaría revivir cualquier cosa que hice contigo—Continué seductoramente no sólo era una cuestión de cumplir el reto, sino, quería vengarme de esos dos hombres, aquel que me engañó y el que me trata como un objeto toxico.

—Eres desquiciada, vete por favor—Dijo, al tiempo en el que se acercaba a mí con unas tijeras y con sus manos temblorosas cortó el plástico ¿Fui muy dura?, quizás padecía de alguna enfermedad altamente contagiosa y sólo deseaba mi bienestar, pero como sea, ya era libre.

—Como lo desees, me iré, pero a cambio vendré cada día para hablar contigo, ¿tenemos un trato? —Pregunté, sabía que no era un tipo fácil, por lo que, si quería cumplir el reto y demostrarle a Edward lo que puedo ser como él, debía ganarme la confianza del tierno psicópata primero, y encontrar la razón de su extraño comportamiento.

—Simplemente quiero que tú y tus Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter spp, Enterobacter spp, Candida spp, salgan inmediatamente, ¿Por qué deseas hablar con alguien como yo? Acaso no te das cuenta que no soy normal, que podría hacerte daño y que no te quiero aquí.

Él definitivamente era extraño, ¿Por qué me hablaba de la flora bacteriana en mis manos?, quizás todo ello se relacionaba con la razón de su comportamiento, quizás había algo más allá que no podía entender, todo aquello no hacía más que inundarme de más preguntas y darme curiosidad.

—Tú pareces alguien solitario, yo soy alguien que fue tratada con un falso cariño y quién a diario se siente sola en una inmensa casa, creo que somos similares, y, eventualmente podríamos encontrar refugio en el otro, ¿no lo crees? —Dije convincentemente, necesitaba hallar la manera en la que pudiera entrar en confianza lentamente.

—Siempre que salgas de una vez por todas, lo aceptaré, pero, no podrás entrar, hablarás desde la puerta, además, debes de prometer que cuando te obstines de mí, nunca volverás—Contestó intimidantemente.

—Aceptaré tus términos, me voy ahora—Salí hasta la puerta, aunque antes de siquiera tocarla para cerrarla, puesto que me lo impidió con un palo de madera, él era extremadamente radical.




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