Vi la vida pasar en 1 minuto, recuerdos de mi niñez, jugaba con mi hermano en el patio de la casa, mi padre llegaba del trabajo y dejaba un beso en mi frente y luego, luego todo negro.
Cuando abrí los ojos la luz de la habitación molesto en mis ojos, un leve mareo hizo que se nublara mi vista.
- Chiquita de papá, que ha pasado. - se acercó mi papá nada más verme.
- Papá.
- Tranquila, voy a llamar a un médico. - dijo y enseguida vino un doctor de unos 50 años mas o menos. Chequearon todo mi cuerpo y luego dijo que debería descansar un poco, me darían de alta hoy mismo. Gracias a Dios no había ocurrido fuertes daños.
- Papá, quien fue la otra persona que estuvo en el acidente ? - pregunté
- Hija, es un chico, dicen que es un empresario muy exitoso pero no he visto ni un familiar.
- Puedes ayudarme ? - dije intentando ponerme se pie.
- Astrid - regañó
- Solo será un momento. - con la ayuda de mi padre me puse de pie, camine por los pasillos hasta encontrar al causante de esta tragedia. Al entrar a la habitación no podía creerlo, era el mismo chico de ayer el restaurante. Si sentía un poco de pena antes de entrar ahora era una enorme rabia, seguramente estuvo borracho toda la anoche con mujeres y por su culpa ahora yo estaba en este hospital y no en mi trabajo. Me acerque y pude notar que tenía más golpes que yo, su ceja se había partido, lo noté porque le habían cocido, me acerque un poco más y detalle su rostro. Así con los ojos cerrados me permiti observarlo un poco más, era un hombre muy apuesto. Por qué tendria que ofrecerle dinero a una chica para pasar la noche con el. ? De repente movió su mano, provocando que se juntara con la mía y abrió sus ojos lentamente.
- Que haces aquí ? - pregunto extrañado.
- Gracias a ti - dije de muy mala gana.
- y yo que culpa tengo. ? - hasta se hacía el inocente no lo puedo creer.
- chocaste mi auto imbécil - al decirlo su mirada se quedo perdida y no artículo palabra. - seguro bebiste tanto la noche anterior con tantas mujeres que no pudiste conducir debidamente - dije y luego de escucharme me arrepentí de inmediato .
- crees eso de mi ? - dijo y podría jurar que estaba hasta dolido.
- si - asegure.
- bien, ya viste al causante de tu accidente, ahora puedes marcharte. Toma las represalias que quieras contra mi, asumiré. - y viro su rostro para que no pudiera mirarle. En serio !? Cree que lo que necesitaba era que pagará mía gastos en el hospital. ! El no sabía con quién se estaba metiendo. Me acerque mucho más a él inclinandome en la camilla, porque era tan baja de estatura que no siquiera podría llegar a la altura de su cara. Toma su rostro con una mano haciendo presión para obligarle a qué me mirara.
- yo no necesito que pagues los gastos de mi hospital, soy una mujer independiente, lo que necesito es no verte nunca más, porque desde que te Vi por primera vez solo has causado problemas en mi vida.
- Terminaste ?
- Si ! - respondí, había terminado de hablar pero nuestros ojos estaban en un desafío constante.
- Astrid, se que estás enojada, lo siento ok, pero suéltame que me estás haciendo daño. - dijo tranquilamente sin dejar de mirarme a los ojos. Retire mi mano rápidamente y Vi que tenía quemaduras en la zona donde le estaba apretando. Entonces me sentí culpable.
- Rún, yo lo siento, no lo noté.
- Hay heridas que duelen más, no te preocupes. - que heridas podría tener un hombre como el ? Odiaba este sentimiento y la periodista de mi interior siempre salía en estos casos.
- Que problemas puedes tener tu, empresario exitoso, rico, paga las mujeres que quiera ..
- menos a ti, a ti no pude comprarte. - dijo mirándome a los ojos.
- yo no tengo precio, y no necesito a un hombre que me vea como un trofeo.
- entiendo.
- por qué ? - pregunté
- por qué ?
- si, por qué tienes que pagarle a las mujeres ? Eres atractivo no necesitas ofrecer dinero.
- no le pago a las mujeres, vienen a mi solas, todas quieren ser la esposa de un empresario multimillonario.
- Entonces ?
- No quiero una esposa que me vea como la gallina de los huevos de oro, quiero una esposa que me ame, que me espere en casa cuando llegue de trabajar. Jamás he podido tener una cita porque a la primera me piden dinero y obsequios caros.
- bien, en que estabas pensando cuando chocaste mi auto ! O acaso fue venganza por lo de ayer - dije en broma, haciéndolo a un lado en su cama para acostarme a su lado.
- que haces ? - dijo extrañado.
- no quieres tener una cita ? Sin dinero, obsequios caros y con la chica que golpeó tu cara - dije divertida.
- estás loca - dijo sonriendo y se veía muy bien. Por más que trate de mantener la distancia nuestros cuerpos estaban bastante cerca, sobretodo porque debíamos conpratir la almohada. Frente a la cama de la habitación había una tele enorme, y estaban estrenando una nueva peli de romance. Durante la trama nos fuimos acercando de a poquito, hasta quedar abrazados, en aquella habitación de hospital con el causante de mi accidente. Mientras estaba en sus brazos no recordé nada del tipo grosero y arrogante que me ofreció dinero a cambio de pasar una noche conmigo, realmente me sentía a gusto. La película acabo y cuando me gire a Rún estaba dormido, se veía muy lindo y tierno, que me estaba pasando con este imbécil. Me moví un poco para levantarme y volver a mi sitio, a mí me darían de alta seguro los médicos me habían buscado. Al quitar su mano para ponerme de pie me sujeto con más fuerza.
- Astrid, no te vallas. - pidió abrazándome más fuerte, pegando nuestros cuerpos y mezclando nuestras respiraciones. Me quedé petrificada en el lugar, mirándolo fijamente a sus ojos cerrado.
- Deja de mirarme y duerme - dijo, como sabía que le miraba ? Será imbécil ! Pensé
- déjame ir Rún. - dije provocando que abriera sus ojos.
- me duele algo Astrid, no me dejes solo - dramatizó.