"Yo soy. Lo que quiero que quieras, lo que quiero que sientas" -Linkin Park.
Aquella vez recuerdo haber dichoㅡcuando lo tenga de frente estaré segura de saber la respuestaㅡ.
Por ocasiones echaba vistazos rápidos en su dirección y no podía evitar dibujar una sonrisa en mi rostro.
Ya no estaba tan lastimado, los hematomas se hicieron más ligeros a la vista. Su cabello reboloteba por el aire que entraba por la ventana del auto y él sólo reía divertido mientras apartaba algunos mechones de su cara.
ㅡ¿Y es difícil?ㅡcuestionó.
ㅡ¿Qué cosa?ㅡsolté sin apartar la vista del camino.
ㅡConducir un auto.
ㅡNo mucho, o bueno, quizá mi abuelo es un buen maestro.
Rió.
La gran barda que rodeaba la escuela se empezó a visualizar cada vez más cerca de nosotros. Estacione el auto en cuanto estuvimos al frente de ella y ya había una cara conocida esperándonos con una sonrisa.
ㅡ¡Oh miren que escena tan conmovedora!ㅡHarim bromeó mientras le abría lentamente la puerta a Josephㅡ, parece que alguien encontró a su conductor designado.
ㅡY también le asignaron un espíaㅡ atacó el ojimiel mientras se intentaba bajar del auto.
ㅡLos llevaré a ambos despuésㅡdije mientras me encaminaba a su ladoㅡ no tienen porque pelear.
Ambos levantaron las manos para evadir la culpa.
ㅡSupongo que me extrañaste estos díasㅡJoseph comenzó a caminar y detrás de él nosotros.
ㅡEn realidad, fue divertido estar viendo a Coraline en tu lugar solo para copiar la tareaㅡme dirigió una mirada pícaraㅡse nota que es una buena amiga.
Entendía el punto al que quería llegar mi risueño amigo pero no dije nada solo enrojecí nuevamente del rostro.
ㅡ¿Me equivoco?ㅡenfatizó levantando ambas cejas.
ㅡEntonces...ㅡtrate de safarme de su plática qué comenzaba a volverse incómodaㅡ nos vemos luego, llegare tarde a clases.
No sé en que momento mis piernas avanzaron tanto a tal punto de salir corriendo hasta llegar a mi salón. Al fin estaba a salvo de ese par, no podía dejar que Joseph se diera cuenta de lo que me ocurría, me avergonzada tanto pensar en ello.
ㅡRayosㅡ murmuré mientras me dejaba caer en mi lugar.
-Parece que algo te irritó- Rubí se encontraba en la banca de enfrente y giro en mi dirección cuando pude sentarme- ¿Quieres contarme?
Negué.
-¿Joseph te pateó mientras dormía?- cuestionó elevando un poco su tono de voz- No me digas que...
-¡Calla!- le cerré la boca con las manos, en este punto había un par de miradas sobre nosotras debido a la chillante voz de la pelirroja- los demás pensaran otra cosa.
Rubí dijo algo que no entendí a causa de tener la boca obstruida.
-¿Qué?
Esta apartó mis manos y río divertida.
-No quise decir aquello que te imaginas, pero tu reacción fue bastante graciosa. ¿Por qué te incomoda tanto?
-Buen día- La voz de la maestra se hizo presente- espero que tengan la energía para una actividad en pareja.
Algunos jadeos salieron en la clase en señal de desaprobación, pero eso hizo que los demás dejaran de vernos y prestarán atención al frente.
-Ya veo que no- espetó la mujer al frente de la clase en un tono seco. - Bien eso no va a impedir que trabajemos el día de hoy.
-¡Coraline y yo ya estamos listas! - Rubí elevó una mano emocionada.
Esta chica realmente no conoce la pena.
-Ese entusiasmo me agrada señorita Bourdon.
Después de algunas instrucciones, se nos asignó crear un guión de presentación para la clase de inglés y debíamos trabajar en ello. No fue tan difícil, el trato fue, Rubí enfrentar las miradas de todos al leerlo frente a todos y yo lo escribiría.
Algo justo para alguien con pánico escénico y una chica con problemas para traducir, a eso le llamo un equipo.
-Ya dime- insistió después de unos segundos-dime
Al terminar la actividad, mi amiga y yo empezamos a charlar un poco, el asunto de Joseph salió al aire después de pronunciarle los colores, o matices de los que me había hablado.
-¿La verdad?- pregunte con un poco de temor en la voz tanto que pudo confundirse con un balbuceo.
Asintio con fuerza para presionarme.
-Cuando estoy con el todo se vuelve diferente y he pensado seriamente eso de la atracción- suspiré y Rubí se llevó las manos a la boca en señal de asombro-, me, el me gusta-temblé al confesarlo.
-¡¿Qué?! - Rubí pego un grito tan alto que paralizó a la clase, incluso a la maestra.
-Señorita Bourdon- la maestra nos dirigió una mirada bastante molesta, su entrecejo se arrugó al instante- supongo que ya terminó su actividad, ahora le pido que guarde compostura.
Mi amiga solo pudo asentir ligeramente y girar de nuevo en mi dirección para mostrar su cara de regañada a lo que yo solo pude sonreír ligeramente en señal de-te lo dije, te dije que bajaras la voz-
-Entonces, para concluir-la maestra continuó con su clase- el verbo se invierte para realizar una pregunta y recuerden que el signo solo va al final y no al principio.
La clase finalizó y todos en el salón se dieron cuenta de ello después de que la alarma resonara en esas paredes.
-Mañana terminamos este asunto- avisó aquella mujer para después salir colgando su bolso a un lado de su hombro.
-Genial-resople antes de guardar mis cosas y comenzar a dirigirme a la salida.
-¿Y el lo sabe?- cuestionó la pelirroja acercándose detrás de mi.
-Claro que no, solo tú-hice una pausa para seguir a la par de mi amiga- y obviamente yo-puntualicé mirándola por el rabillo del ojo.
-No diré nada- Rubí paso sus dedos sobre sus labios en señal de que cerraría el picó.
Reí-, confío en eso, Despues se lo diré, comienza a incomodarme todo este asunto.
...
-¿De verdad quieres estar aquí?
-¿Cuál es el problema?- se encogió de hombros.
Frente a nosotros estaba una Rubí muy eufórica entrando y saliendo de cada tienda de ropa, gritando cada vez que alguna prenda se le hacía bonita.
Para la ojiverde la estética o al menos la suya era muy importante y cuidaba cada detalle para lucir fabulosa cosa que no es ningún crimen, incluso yo creía lo fantástica que era para elegir atuendos, combinar colores y prendas, tenía mucho potencial.
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Editado: 14.03.2025