Iridiscente.

Capítulo 7

Capítulo 7

 

“Lloraba perlas la fonta harmónica

Las dalias descubrían sus sonrojos,

Cuando pasó triunfal y salomónica

La Emperatriz de los celestes ojos.

 

Aparición (Silva), Medardo Ángel Silva.

 

Tenemos que dejar el libro para irnos casa y prepararnos para la fogata de esta noche. Cerca del río, en un claro en medio del bosque, se hacen fogatas casi todas las semanas cuando es verano. Hay música, cerveza para los mayores de 21 años y coctel sin alcohol para los menores. Me gusta ir, se pasa bien el rato en las fogatas, divirtiéndose con los jóvenes de todo el pueblo. Y algunos adultos.

En el camino a casa de Marinel, vamos en un silencio cómodo, disfrutando de la música que pasan por la radio. Una canción de Elvis Presley inicia y empiezo a cantarla por lo bajo. Poco después, su dulce voz llega hasta mis oídos, sorprendiéndome lo hermoso que suena.

¿Hay algo que esta chica no hace bien?

Permanezco en silencio el resto de la canción, mirándola de reojo. Sus ojos están cerrados y hay una serenidad en sus rasgos que nunca había alcanzado a ver en nadie. Le gusta la canción, puedo apostarlo. O, tal vez, es que ama a Elvis. La comprendo, ese hombre es increíble.

Cuando la canción acaba, me encuentro silbando, tomándola por sorpresa.

—¡Vaya, chica! —murmuro, impresionado—. Esa es una hermosa voz la que tienes.

Incluso en la oscuridad del auto, el rubor en sus mejillas no pasa desapercibido.

—Gracias —musita—. Aunque estoy segura de que cualquier voz suena bien junto a la del rey.

Sonrío, regresando la vista al frente. Cruzo en una intersección y reduzco la velocidad. Según sus indicaciones, su casa está en esta calle.

—Yo creo que la tuya es hermosa sin la compañía de Elvis —replico, buscando la casa verde agua que me dijo era la suya.

—Eso es muy lindo para decir —susurra, su voz fina—. Gracias.

Me detengo frente a la casa y me giro hacia ella.

—Aquí estamos —anuncio—. A menos que me haya equivocado.

—¿Hay una figura de un flamenco en medio del jardín?

Miro hacia el jardín, confirmando que la figura del flamenco rosa está allí.

—Sí.

—No te equivocaste.

Extiende una mano, tocando mi brazo y extendiendo una caricia hasta mi mano. Los bellos que toca a su paso se despiertan, una reacción que no he tenido con nadie antes.

—¿Sabías que podemos reconocer a otros por el tacto? —informa, pero yo estoy perdido en su cara.

—No lo sabía —susurro, queriendo que sus manos permanezcan sobre mí. Me aclaro la garganta—. Es un dato interesante.

Ella sonríe.

—Te veré por ahí, Logan —se despide—. Fue maravilloso escucharte leer hoy.

Frunzo el ceño.

—¿No irás a la fogata?

Ella niega.

—No es mi tipo de eventos.

—Ven y pasa el rato conmigo y mis amigos —propongo—. Son unos tontos, pero saben divertirse.

Una pequeña sonrisa curva sus labios, tímida.

—¿Estás seguro?

—Completamente.

—Bien —asiente—, te veré allí.

—¿Quieres que venga por ti?

—No, mi hermano me llevará.

Ah, su infame hermano, el que me odia porque cree que tengo intenciones ocultas con Marinel.

—Nos vemos allí. —Abre la puerta y quiero golpearme por ser tan descortés.

Me apresuro a bajar del auto y lo rodeo, tomando su mano para llevarla a la puerta. Que conste que no lo hago solo porque ella no pueda ver, haría esto si sus ojos funcionaran en perfecto estado.

A unos pasos de la puerta, esta se abre, revelando a Mario. Está ceñudo, puedo decir que hasta molesto. Se acerca a nosotros y quita la mano de su hermana de mi brazo.

—¡Podrías ser más delicado de vez en cuando, Mario! —se queja Marinel y él la ignora.

—Adiós, Logan, ten cuidado en el camino —me echa, haciendo gesto con una mano para enfatizar sus palabras.

Ruedo los ojos. Este chico es una pesadilla.

—Nos vemos luego, Marinel —me despido de ella, sin molestarme en dirigirle la palabra al chico maleducado.

Si él quiere guerra, guerra va a tener.

 

◙◙◙

 

Allie olfatea el interior de mi auto cuando sube, buscando el origen de no sé qué olor. Pasea su nariz por todo el espacio hasta acercarse a mí, inhala de mi camisa y hace sonríe.



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En el texto hay: amor, amistad, discapacidad

Editado: 13.07.2022

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