Iridiscente.

Capítulo 12

Capítulo 12

 

“Mirar es eso mismo,

Un dolor, quizá un agua

Que no ve y que reciente,

Qué viejísima mira”.

 

Los otros ojos, Francisco Pino.

 

Los Foster son una familia pequeña, que antes era una común, pero que ahora le faltan miembros. Hace unos años, el Sr. Y la Sra. Foster murieron en un accidente aéreo. Su hijo mayor, que en ese entonces tenía 25 años y recién se había graduado de abogado, tuvo que hacerse cargo de sus hermanos menores. Es la única casa de familia sin supervisión de un padre en todo el pueblo, por lo que James, el segundo de los Foster, hace fiestas que parecen organizados por una fraternidad. Aston, el hermano mayor, lo deja hacer lo que quiera, después de todo, James ahora es mayor de 22 años y está por graduarse de la universidad. Eso sí, Aston vigila como halcón a los menores, y creo que lo hace por Lily, la menor de los tres, que todavía está en el instituto. Se permite alcohol, pero los menores no tienen permitido tocarlo o Aston echa a todos de la casa. Ya lo ha hecho antes, hasta llamó a la policía una vez, echando la culpa de todo a su hermano. Luego de una noche en la cárcel, Aston sacó a James y le prohibió una repetición de lo ocurrido.

Es abogado y está del lado bueno de la ley.

Grand, Sean, Bryce y yo llegamos a casa de los Foster esa noche cuando la fiesta ya está en pleno apogeo. La música hace retumbar la casa y me parece extraño que la vecina, Julia, no haya venido a reclamar todavía. Veo a muchos de mis ex compañeros de instituto y los saludamos al paso; algunos gritan nuestros nombres, dejando saber que están borrachos, y otros nos ignoran. Como en todos los institutos, había cierta rivalidad, y la de nuestro grupo era con los jugadores de baloncesto. No sé en qué momento iniciaron las peleas y discusiones con esos chicos, pero fue cuando estábamos en la primaria y ellos decidieron unirse al equipo y nosotros no. Sé que suena estúpido, pero de ahí en adelante nunca se acabaron las peleas. Y aún continúan.

Por ejemplo, ahora nos están mirando como si todavía estuviésemos en el instituto y ellos quisieran un enfrentamiento. Veo que la universidad no los hizo madurar. Grand bufa audiblemente y continúa su camino hacia la cocina, con nosotros detrás de él. Al llegar allí, encontramos a Aston, sirviendo los tragos. Excelente forma de asegurar que los menores no tomen alcohol.

—¡Aston, amigo! —grita Grand, llamando su atención. Levanta la vista y sonríe al vernos.

—Los inseparables 4 —grita de vuelta, saliendo de detrás de la isla de la cocina para chocar palmas con nosotros—. No los había visto por ahí, creí que faltaba uno o dos de ustedes.

—No es nuestra culpa —se excusa Sean—, tú no sales de tu oficina, de los tribunales o de la estación de policía.

Aston hace una mueca.

—Las cosas se han complicado en el pintoresco pueblo que nos vio crecer. —Regresa detrás de la isla, alinea cinco vasos, le quita la tapa al whisky y sirve—. Las peleas por terreno del Sr. Hilton se han extendido porque ninguna de las partes quiere ceder, el Sr. Burk y la Sra. Melvis han dejado de discutir frente a sus negocios solo para llevar el asunto a un juzgado, los divorcios han incrementado desde que abrieron el bar de strippers a las afueras del pueblo y la delincuencia aumentó luego de que se mudaran varias familias a las partes bajas, por lo que ha habido un millar de denuncias por robos.

—Vaya —exhala Bryce—, al pueblo lo alcanzó la actualidad de las ciudades grandes.

—Una desgracia, si me lo preguntan —concuerda Aston—. Estos últimos años han ido empeorando mi trabajo más de lo que creí. No tengo nada que envidiarles a los abogados de las grandes ciudades. —Me mira y sonríe—. Ya compararemos cuando pases al campo de trabajo.

Suelto una risa baja.

—Seguiría siendo diferente. Yo tendré una especialidad, tú continuarás haciendo el trabajo de todos.

—Lamentablemente, así será —ríe Aston.

Seguimos hablando por un rato, viendo a Aston servir trago tras trago a los chicos que se aparecen en la cocina. Cuando él se va a arreglar un problema con un chico que está molestando a su hermana, una chica viene y arrastra a Sean para bailar, Grand avisa que se va a buscar a Laura y Bryce se va detrás de una de chica que no reconozco. Lindo, me dejaron solo por ir detrás de una mujer.

Con un vaso de cerveza, salgo de la cocina y me apoyo de la pared a un lado de la puerta. Tengo vista de la pista de baile completa, desde aquí puedo supervisar lo que hace mi hermana.

Allie está bromeando con sus amigas, por lo que me permito mirar hacia otro lado. Mis ojos caen en el sofá a un costado de la habitación y me tenso. Creo estar viendo mal, por lo que parpadeo y agudizo la mirada para enfocar bien.

Sí, es ella.

Marinel está allí sentada, Drew junto a ella, observando su cara con una expresión embelesada. Me hierve la sangre cuando ella se echa a reír por algo que él dice. Es un coqueto sin remedio, se metió con la mitad de las chicas de nuestra clase y la con la mayoría de las chicas del curso inferior. No me puedo creer que una mujer inteligente como Marinel se deje engatusar por él.



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En el texto hay: amor, amistad, discapacidad

Editado: 13.07.2022

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