Isaac Newton

CAPITULO 8

Isaac- ...Ese diseño. Debes haber traído ese reloj contigo desde tu futuro.

MC- Sí. Me alegré de haberlo empacado, pero ahora...

Isaac pasó de simplemente observar el reloj a estudiarlo intensamente.

(Espera. ¡Reconozco esa expresión!)

Era la misma mirada que tenía cuando estaba trabajando duro o concentrado en su investigación. Las estrellas brillaban nuevamente en los ojos de Isaac.

Isaac- ...Pasa, ¿quieres?

Lo miré con curiosidad.

Isaac- Puedo arreglártelo.

(¿El Isaac Contrarian realmente está ofreciendo ayuda sin antes obligarme a jugar su juego de los Opuestos?)

MC- Bueno, si lo ofreces...

Lo desarmó y lo volvió a armar en lo que me pareció un tiempo récord...

(¡Realmente entendía cómo funcionaba, a pesar de que este reloj fue fabricado... unos 300 años después de su época!)

Volvía a hacer tic-tac, igual que esta mañana.

MC- ¡Gracias! No esperaba recuperarlo tan rápido. ¡Lo arreglaste en un instante!

Isaac- Mientras sepas cómo está construido algo, no hay nada complicado en devolverlo a su estado funcional.

MC- ¡Creo que para la mayoría de la gente no es tan fácil!

(Probablemente se necesita un genio de su talla para comprender siglos de avances tecnológicos de un solo vistazo.)

MC- Voy a decir esto así nomás... ¿hay algo que no sepas?

Isaac se detuvo mientras guardaba sus herramientas.

Isaac- ...Sí. Algo muy importante...

MC- ¿Qué es?

La luz que entraba proyectaba sombras moteadas sobre su rostro.

Isaac- ...Las personas. Cómo piensan. Cómo interactúan. Lo encuentro todo muy... desagradable...

El tictac de mi reloj parecía acentuar sus palabras en el silencio.

(¿Así que no le gusta la gente porque no sabe cómo lidiar con ellos? ¿Es por eso que no hace amigos?)

Los humanos ciertamente éramos complicados; por mucho que lo deseaba, no tenía una respuesta reconfortante para él. Isaac cerró su caja de herramientas.

Isaac- Avísame si necesita reparaciones otra vez.

Me devolvió el reloj, dando por terminada nuestra conversación.

(No quiero seguir indagando, especialmente con su almuerzo ahí esperando.)

Volví a colocarme el reloj en la muñeca y sonreí.

MC- Gracias. Justo iba a ir de compras, así que lo arreglaste en el momento perfecto. Je.

Isaac- ¿Irás de compras... sola?

MC- Sí. ¿Por qué?

Los dedos de Isaac se cerraron alrededor de su caja de herramientas.

(¿Querrá pedirme que le compre algo mientras esté fuera, tal vez?)

Esperé mientras hacía varios intentos fallidos de hablar, pero al final—

Isaac- ...Ten cuidado, supongo.

Se volvió y regresó a sus papeles. La conversación había terminado.

(Me pregunto si debería haberle preguntado...)

Cerré su puerta y salí al pasillo.

Arthur- ¡Por Júpiter, ahí estás, MC! ¡Ya empezaba a pensar que los demás te habían escondido en algún lado!

(Oh, es...)

--------------------------------------------------------------------------

Arthur- Soy Arthur Conan Doyle. Escritor de misterio. Y no me llames 'Sir', solo Arthur. Siempre y cuando yo pueda llamarte MC.

----------------------------------------------------------------------------

MC- ...¿Sir Arthur?

Arthur- ¡Tut tut! No hace falta el 'Sir'. Soy caballero, pero no precisamente caballeroso, créeme. ¡Por cierto, no te he visto desde el banquete!

(Es cierto. Han pasado casi dos semanas y no lo he visto ni una vez en todo este tiempo.)

MC- ¡Podría decir lo mismo! ¿Has estado fuera de la mansión?

Arthur- ¡Podría decirse que sí! He estado escribiendo tanto que mis días y noches parecen haberse invertido. Vaya, tendrías que convertirte en un ave nocturna para poder verme.

(¡Solía serlo! Creo que viajar en el tiempo reinició mis ritmos circadianos. ¿Pero Arthur ha estado trabajando toda la noche, eh?)

Parecía que Arthur vivía a unos pueblos de distancia de la Respetabilidad, pero al parecer se tomaba su trabajo muy en serio.

Arthur- ...¡Oh, bromeo! Pero dime, ¿acerté al deducir que empezabas a enamorarte al descubrir esta nueva faceta mía?

MC- No. En absoluto.

Arthur- ...¡Mi corazón! ¡Al menos adviértele a un hombre antes de herirlo así!

Arthur soltó una risita; al hacerlo, percibí olor a etanol. Había estado bebiendo.

MC- ...¿Y qué? ¿Acabas de regresar de una de tus 'sesiones de escritura' nocturnas?

Arthur- Exacto. ¡Y vaya que fue un relato corto deliciosamente picante el que escribimos!... Lamentablemente, será otro cuento de un solo viaje.

Arthur se ajustó el cuello como para presumir de alguna conquista romántica.

(Ese lápiz labial oscuro que usó ella—Oh.)

...El lápiz labial no se desprendía así...

MC- Tú... tú, eh, tú...

Arthur- ¡No te preocupes! No traeré antorchas ni horcas a casa. Nunca les dejo saber que soy un vampiro.

Había mantenido la ilusión reconfortante de vampiros inofensivos durante estas dos semanas. Pero al ver a Arthur, el miedo regresó.

(¡ESO no era lo que me prometieron! Todos deberían estar bebiendo Blanc y Rouge, excepto en raros casos de sed de sangre.)

Arthur- ...Pero tú ya lo sabes. Y pareces un dulce traguito nocturno.

Arthur sonrió, mostrándome sus colmillos.

(¡Creo que aquí tenemos un tipo muy distinto de sed!)

Una mano enguantada rozó mi brazo.

MC- ¡Otra vez no...!



#5483 en Novela romántica
#2194 en Otros
#361 en Novela histórica

En el texto hay: ikemen vampire, isaac newton

Editado: 19.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.