MC- Realmente no me esperaba esto.
Isaac- ...¿Que yo enseñaría?
MC- ¡Que te rodearas voluntariamente de niños! Digo, no pareces gustarte mucho la gente en general.
Isaac- Solo estoy aquí porque Napoleón pidió mi ayuda... Y... supongo... porque entiendo sus dificultades...
MC- ¿Qué quieres decir?
Isaac llevó sus rodillas hacia el mentón, luciendo casi como un niño él mismo.
Isaac- ...Mi tío convenció a mi madre para que me dejara volver a la escuela. Así fue como entré al Trinity College, pero... como subsizar.
MC- ¿Qué es un subsizar?
Isaac- ...Significaba que podía asistir a clases a cambio de ser literalmente un sirviente de los estudiantes que sí podían pagar sus estudios. Del amanecer al anochecer hacía recados, transcribía textos, cargaba suministros. El único momento que tenía para estudiar era cuando todo el mundo dormía.
MC- ...Eso debió ser muy duro...
Isaac- ¿Cuántos más se vieron imposibilitados de estudiar? Era despreciable. Negarte una educación solo por no nacer en privilegio.
(No solo simpatiza con estos niños, se ve a sí mismo en ellos.)
Si mi época, con educación gratuita y sin trabajo infantil, era mucho mejor que esta... ¿qué tan avanzado estaba incluso este tiempo comparado con el de Isaac?
(Ni siquiera me había detenido a pensar en eso.)
Isaac- ...No es que crea que enseñarles a estos niños vaya a llevar a algo...
MC- ¡Yo no diría eso!
Isaac- ¿Oh?
MC- A mí las matemáticas se me daban mal, pero los idiomas sí los entendía. Y lo que aprendí me abrió muchos caminos. ¡Me trajo hasta aquí!
Isaac- ...¿Abrir... muchos caminos?
MC- Sí. Les estás dando a todos estos niños otra posibilidad.
Observé con qué entusiasmo estudiaban, pensando en el valioso regalo que Isaac les había dado.
Isaac- Espero que así sea...
(Oh?)
Comenzó siendo algo pequeño, pero empecé a ver cómo Isaac esbozaba una sonrisa. Hasta que...
???- ¡Ahí estás! ¡Por fin te encontré!
Isaac- ...Que me lleve el diablo...
Un anciano con barba gris bien recortada y ropas finas corrió hacia Isaac; el propio Isaac comenzó a huir... ¡para escapar!
(¿¡Qué está pasando!?)
Isaac no logró llegar lejos antes de que el anciano se lanzara sobre él, derribando al pobre Isaac al suelo.
MC- ¡Isaac, ¿estás bien?!
(Siento que debería ayudarlo, pero no estoy segura de querer meterme en el ring con ese Abuelo Poderoso!)
Isaac- ¡¿No vas a dejar de acosarme?!
Anciano- ¡No hasta que cedas a mis demandas, mocoso impertinente!
Isaac- ...¡Realmente empiezas a asustarme!
(Parece que se conocen... aunque no parece una buena relación.)
Isaac se levantó. Aunque no salió corriendo —todavía—, parecía un gato asustado, con el pelaje erizado y listo para huir.
MC- Disculpe, monsieur. ¿Quién es usted?
Anciano- Ejem, mis disculpas, buena mademoiselle. Soy el Recteur de l'Académie de Paris, esa serie de edificios que ve allí.
(¡¿E-el director de la Sorbona?! ¡¿Y acabo de verlo derribar a Isaac al suelo?!)
Se sacudió el polvo de la ropa y procedió a inclinarse ante mí con una reverencia.
MC- Ya veo. ¿Y podemos... ayudarle en algo?
Le Recteur- Hace algún tiempo, buscaba un profesor para nuestro departamento de matemáticas cuando me topé con un acertijo en el periódico...
El viejo rector cerró los ojos para recordar; noté que Isaac movió el pie, como considerando si era buen momento para huir.
Le Recteur- Este joven, esperando su sándwich, también vio el acertijo —una ecuación complicada— y entonces... ¡Con lo que pudo haber sido solo un vistazo, dio la respuesta como si todo le pareciera ELEMENTAL!
(¡Ahhh! ¡La historia del café!)
---------------------------------------------------------------------------
Dueño del café- ¿Su compañero de casa es estudiante de la Sorbona, no? ¿Y muy brillante, por cierto? ¡Lo sabía! Jóvenes como él dan buen nombre a la educación francesa. ¿Sabías que una vez resolvió un problema del periódico—? ¡Los profesores se rascaban la cabeza con él! ¡Hasta que tu amigo soltó la respuesta como si nada, mientras comía su sándwich!
MC- ¿En serio? ¡Suena como una historia divertida!
Isaac- ...Es todo lo contrario a divertido. Y ojalá nunca hubiera hecho semejante tontería. Solo me ha traído problemas sin fin.
---------------------------------------------------------------------------
Le Recteur- ¡El genio no solo de descifrar esa ecuación, ¡sino de calcularla mentalmente! ¡Supe entonces que Dios me había enviado un regalo! ¡Como profesor de nuestra universidad, este joven podría hacer de Francia el líder de la próxima revolución científica!
(¡Así que A ESTO se refería Isaac con problemas sin fin! ¡La Sorbona literalmente lo persigue para reclutarlo!)
Isaac se cubrió el rostro con las manos, un gesto que no ayudaba en nada a su insistente súplica...
Isaac- ¡E-están confundidos de persona! Primero, ¡nunca he estado en ese café! Y... ¡y segundo, ni siquiera me gustan sus sándwiches!
Le Recteur- ¡Puedo ser viejo, pero no estoy senil! Mademoiselle, es él, ¿verdad?
MC- ¿Me lo pregunta a mí? Bueno...
(Isaac obviamente no quiere ser descubierto. Intentaré cubrirlo.)
MC- N-no creo que sea Isaac, en particular...