Isaac- MC...
Mi nombre sonaba extraño al salir de los labios de Isaac. Y me pregunté si tal vez esta sería la primera vez que lo usaba. Más allá de Isaac, que me miraba con tanta intensidad, vi un arcoíris rojizo formarse en la fuente.
Isaac- ...Lo que quiero decir es que... quizás... tú y yo podríamos ser... amigos. ¿Qué opinas?
MC- ¿Estás... ofreciendo ser amigos?
Los dos nos quedamos allí parados; quizás ambos estábamos demasiado sorprendidos el uno por el otro para hablar.
Transeúnte- ...¡Ah, l'amour!
Parecía que nuestra caída en la fuente había atraído algo de atención.
(Eh, cierto... ¿qué estábamos haciendo?)
Isaac- D-deberíamos regresar...
MC- ¡Sí, buena idea!
Corrimos. Todo el tiempo, no dejaba de repetir en mi mente lo que me había dicho.
(¿Isaac realmente me ofreció ser su amigo?)
Aún goteábamos cuando llegamos a la mansión. Sebastian nos miró a nosotros y a la alfombra empapada con horror.
Sebastian- ...La próxima vez, recomiendo tomar un carruaje en lugar de intentar nadar de regreso a casa.
Arthur- ¡Ooh! ¿Qué travesura han estado haciendo y por qué no me invitaron?
Arthur también estaba allí, aparentemente a punto de salir. Su sonrisa rebosaba insinuaciones.
Isaac- ...Ella me empujó a la fuente...
MC- ¡No fue a propósito!
Arthur- ¡Cielos! ¿Qué te hizo el viejo Newton para que sintieras la necesidad de lanzarlo al agua?
Intenté reírme ante las bromas de Arthur mientras Sebastian regresaba con toallas.
(Ahora Isaac parece un poco molesto por lo de la fuente. Me pregunto, ¿ya perdí la oportunidad de ser su amigo?)
¡Realmente parecía ridículo que me pidiera ser amigos después de que casi lo ahogo!
Sebastian- Me temo que terminarán resfriados a este paso. Sugiero que ambos busquen un baño y ropa seca.
MC- Con tal de que sea un baño caliente.
(Porque ya tuve un baño frío. ¡Brr!)
Me froté los brazos helados, cuando...
Isaac- ...Chu...
A mi lado, Isaac soltó el estornudo más pequeño imaginable. Como un ratón.
MC- ¿Estás bien?
Con la toalla que Sebastian le había dado, Isaac comenzó a secarme el cabello.
MC- ¡E-eh! ¿Y tú qué?
Isaac- ...¿Yo? No soy quien tiene el pelo todo parado.
MC- ¡No lo estaba antes de que lo secaras!
Usé lo que quedaba de humedad para intentar peinarme y volver a un estado presentable. Isaac solo sonrió, burlón.
Isaac- Estaré bien. Deberías tomar ese baño y calentarte, MC.
Isaac se quitó el chaleco, sonándose la nariz.
MC- Pero pareces tener más frío que yo.
Isaac- Tú estuviste en el agua más tiempo que yo.
Sebastian- Si me permiten agregar, MC tampoco tiene una constitución sobrenatural.
MC- ...Está bien. Me convenciste. Gracias.
Arthur estaba inusualmente callado. Al mirarlo, noté que nos observaba con la barbilla apoyada en la mano.
Arthur- Llevo pensando en esto desde esta tarde, pero Newton, estás mostrando un interés... poco común en MC.
Isaac- ¿Cómo así?
Arthur- ¿No te escuchas, viejo amigo? ¡Vaya, estás demostrando genuina preocupación por alguien! Le Comte me contó lo que pasó la primera noche de MC, y me pregunto, ¿es culpa lo que sientes o...
Isaac- Es porque somos amigos.
Arthur- ¿Q-qué...?
La respuesta de Isaac fue sorprendentemente despreocupada.
(Vale, ¿escuché bien eso, verdad?)
Isaac- Regresaré a mi habitación ahora.
Secándose el pelo con una toalla, Isaac subió las escaleras, dejándonos a los tres boquiabiertos en el vestíbulo.
MC- ¿Todos escucharon que dijo 'amigos'?
Sebastian- ...Sí, definitivamente escuché la palabra 'amigo'.
(Muy bien. Uf. Bien. También... ¡sí, lo logré!)
Arthur- ¡Estoy condenado si esto no resulta en un giro interesante en la historia! ¡Muy bien, me voy! ¡Hasta luego, MC!
Arthur comenzó a cantar una alegre canción antigua mientras salía, y tuve que admitir que yo también tenía ganas de cantar.
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(...¡Mmm! ¡Qué hermoso día!)
Las flores en el jardín de Le Comte estaban en flor esa mañana, haciendo que la tarea de jardinería fuera muy placentera.
(Ahora que lo pienso, ya casi han pasado dos semanas desde que llegué. La mayor parte de ese tiempo la pasé haciendo amigos con Isaac. Será una pena despedirme en solo dos semanas más...)
Me incliné para cortar una enredadera invasora que se abría paso entre los setos. Cuando me levanté...
(¿Quién es ese?)
Había un joven en la verja, mirando nervioso a través de los barrotes de hierro forjado como si buscara a alguien. Tenía ojos azules y cabello largo, casi rubio platino, recogido en una trenza ajustada. Vestía un traje fino a la medida.
(¿Un invitado de Le Comte?)
MC- Bonjour. ¿Puedo ayudarle?
El hombre saltó cuando lo llamé. Dejé mis herramientas de jardinería y me acerqué a la verja para ver qué quería.
¿??- ¡N-no! Quiero decir, no necesito nada. Solo pasaba por aquí durante un paseo cuando noté su hermoso jardín.
MC- ...Gracias.
(¿Y tus paseos siempre te llevan tan adentro del bosque en propiedad privada?)
El hombre, cuyo francés tenía un acento británico del norte, miró por encima de mi hombro hacia las muchas ventanas de la mansión.