CAPITULO 12

Isaac, quien nunca había conocido el amor, ahora miraba a MC con esa emoción.

Isaac- ...Nunca he conocido a alguien como tú...

Por primera vez, se permitió acariciar el rostro de otra persona; apartó un mechón de cabello de MC detrás de su oreja.

Isaac- ...¿Crees que... es posible que tal vez... pueda llegar a confiar en ti?

Unos labios que nunca habían tocado a otra persona descendieron suavemente ahora para tocar su frente. Sintió el calor de su mejilla rozar la suya. Su cabello pálido parecía casi aferrarse a ella mientras se incorporaba lentamente...

Sebastian- ¿Señor Isaac? ¿Cómo se siente?

Isaac- ¿D-d-d-d-d-d-d-dios?!

Isaac se alejó de golpe de MC justo cuando se abrió la puerta.

Sebastian- Está despierto. Excelente. Le he traído algo para la fiebre... ¿Está todo bien? Parece... alterado.

Isaac- To-t-t-t-t-t-t-todo e-e-e-e-e-está b-b-b-b-bien...

Sebastian- Oh. ¿MC por fin se ha dormido?

Sebastian se inclinó sobre MC, acurrucada entre las sábanas, y con sus inmaculados guantes blancos, le dio un toque en la mejilla.

MC- ...Mphh... no más toques...

Sebastian- Bonjour, MC.

MC parpadeó curiosamente al mirar a Sebastian antes de darse cuenta de dónde estaba.

MC- ¡Oh cielos, me quedé dormida!

Miró a su alrededor, vio a Isaac junto a ella en la cama, y sonrió.

MC- ¡Isaac! ¡Estás despierto y te ves mucho mejor! ¡Gracias al cielo...!

Isaac- ¡Mph! No podía soportar mirar esa sonrisa tan brillante, así que Isaac apartó la mirada de ella.

MC- ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal otra vez?

Isaac- ...N-no...

Sebastian- Por cierto, MC, la comida te espera abajo si quieres comer algo. Puedo vigilarlo desde aquí.

MC- Gracias. Creo que sí me vendría bien un poco de comida. Isaac, te veré más tarde.

Una vez que se fue, Isaac lanzó una breve mirada a Sebastian.

Isaac- ...¿MC... estuvo conmigo todo el tiempo durante mi convalecencia?

Sebastian- Sí. De hecho, no podía separarlos. Le sostenías la mano con un agarre de hierro todo el tiempo que estuviste inconsciente.

Isaac- ¡Disparates!

Sebastian- Es todo verdad.

Isaac- Dios, concédeme un dulce descanso...

Isaac volvió a meterse en la cama, subiendo las sábanas por encima de su cabeza hasta quedar como un bulto informe de algodón.

Sebastian- Todos necesitan a alguien, Sir Isaac.

Isaac- ...¿Alguien para qué?

Sebastian- Alguien con quien puedan bajar la guardia. Creo que finalmente has encontrado a esa persona en MC.

Isaac- ...¿Fue por eso que hice eso...?

Isaac miró su mano, que había sostenido la de ella tan recientemente. La acarició con el pulgar pensativo—solitariamente.

Sebastian- Puedes tomar mi mano también si así lo deseas.

Isaac- ...No. Y tráeme una sierra, si puedes. Puede que tenga que cortarme las manos para evitar futuras vergüenzas...

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A la mañana siguiente...

Sebastian y yo estábamos preparando el desayuno para los residentes mientras despertaban, cuando vi a Isaac en el comedor.

Isaac- ...Buenos días.

MC- Buenos días, Isaac. ¿Cómo te sientes hoy?

Isaac- Mucho mejor.

(Bien. También se ve mejor.)

Parecía que la resistencia sobrenatural de los vampiros tenía algo que ver con la rapidez con la que se recuperaban de las enfermedades.

Isaac- Además... debería decir... gracias.

MC- ¿Por qué?

Isaac- Por quedarte conmigo todo el día de ayer. Lo aprecié mucho. Debería hacer algo por ti, para compensarlo...

(¡Está hablando en oraciones completas! ¡Y está siendo totalmente dulce otra vez!)

Preocupada, puse el dorso de mi mano contra su frente.

Isaac- ¿Q-qué demonios estás haciendo?

Se alejó de mí y se fue a una esquina defensiva.

MC- Bueno, estabas siendo amable, así que pensé que tal vez aún estabas enfermo.

(No pensé que lo iba a asustar tanto.)

Isaac- ...Cielos. ¿Esa es realmente la imagen que tienes de mí...?

(Desde aquí, sí se ve un poco sonrojado, pero no se sentía muy caliente. Supongo que está bien.)

MC- Eh, um. Tenemos panqueques y fruta para el desayuno. También una sopa ligera.

Isaac- Solo la sopa, por favor.

MC- ¿Todavía tienes el estómago revuelto?

(Isaac puede comerse cinco platos de comida al día. Es raro que se conforme con aperitivos.)

Isaac- No es que... me sienta mal...

Me acerqué a su rincón de seguridad para verlo mejor, pero Isaac tercamente se negó a mirarme a los ojos.

(Está actuando extraño. Supongo que podría estar desubicado después de haber estado enfermo.)

Justo entonces, escuché a Dazai levantarse de su silla.

Dazai- Fue una comida encantadora. Ahora debo irme.

MC- ¿A dónde vas hoy?

Dazai- Veamos, pensé en pasar por la librería y luego dar un animado paseo por el río Sena.

MC- ¡Que tengas un buen día! Oh, antes de que te vayas...

Vi que uno de los botones de su camisa estaba abrochado mal.

MC- ¡No puedes salir luciendo así!

Dazai- Tienes toda la razón. Gracias.

Mientras arreglaba la camisa de Dazai, escuché a Arthur reírse en su café.