CAPITULO 19

MC- Está... bien... Vamos... toma... lo que necesites... Tómalo todo...

(Mi cuerpo... mi corazón... mi destino... Si estos son mis últimos momentos... quiero que sean... tuyos...)

Con fuerzas menguantes, lo abracé. No podía ver a mi Isaac en sus ojos, pero aun así lo animé mientras los míos se cerraban...

MC- ...¿Nn...?

La luz era tan brillante que resultaba dolorosa. Me dio un horrible dolor de cabeza. Y ya me sentía mareada.

(...¿D-dónde... estoy...?)

Estaba acostada en una cama rígida. Todo era rígido. Incluyéndome a mí. No parecía capaz de moverme. Mi cuerpo estaba débil y lento.

Isaac- ...No puedo... detenerme. No me lo pidas. Solo tú... puedes satisfacerme...

(...Isaac... Esta es la habitación de Isaac... Y él...)

Aparte del dolor de cabeza, no sentía dolor. No sentía casi nada. Mis pensamientos flotaban a la deriva en un cálido mar de languidez.

Isaac- ...¿MC...? ¿Eres tú? ...Por favor, Dios, dime que estás bien...

Lo vi al borde de la cama. Estaba de espaldas a mí. Mirando sus manos.

MC- ...¿Isaac...?

(Debe sentirse... tan culpable por morderme...)

Con prisa por verlo alimentado, dejé la bandeja y luego ¿qué? ¿Le di el sándwich o le di el Blanc...?

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Sebastian- El señor Isaac necesita cinco comidas al día- desayuno, almuerzo de media mañana, almuerzo, cena y un refrigerio de medianoche. Además, no puede tolerar la sangre directamente. Necesita comida junto con su Blanc o Rouge, o entra en un estado de embriaguez.

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(...Apuesto a que le di el Blanc con el estómago vacío. Eso más la sed de sangre lo explica todo. Vaya forma de aprender...)

Recordé haber pensado cosas tontas cuando me mordió. Pero en realidad, si Isaac necesitaba mi sangre... se la habría dado con gusto...

MC- Lo siento... Tengo la cabeza algo nublada. Pero estoy bien. O lo estaré. En fin, olvidemos lo que pasó, ¿sí...?

Isaac- ¿No quieres... saber por qué...? ¿De verdad no te importa... escucharme...?

Isaac se volvió para mirarme. Su rostro mostraba una tristeza abrumadora.

MC- ...Solo digo que no necesitamos hablar de esto ahora mismo.

Isaac- ¿De verdad no te importa... escucharme...?

(No es eso en absoluto. Solo que no quiero que te tortures por un accidente. Ugh. Estoy demasiado mareada para discutir.)

Sabía que su vampirismo anómalo le resultaba difícil. Tener tanta hambre como para atacar a alguien que solo intentaba ayudar debía ser...

Isaac- ...No debería. Sé que no debería. Pero MC, yo...

Incapaz de soportar verlo cargar con la culpa por algo que no fue su culpa, dije...

MC- ...Por favor, no te sientas mal por lo que pasó. No es tan grave.

Con la esperanza de aliviar la culpa que debía estar sintiendo, le ofrecí una sonrisa.

MC- No debí haberme acercado tanto a ti. No cuando estabas en ese estado. Lo siento.

Isaac se mordió el labio con tanta fuerza que sus colmillos sacaron sangre. Se cubrió la boca y cerró los ojos con fuerza. Nunca lo había visto tan herido...

(Espera. ¿Qué pasa...? ¿Isaac...?)

Isaac- ...Tú... de verdad no... ¿quieres saberlo...?

Sabía vagamente que intentaba decirme algo importante, pero estaba tan agotada que me costaba mantener el pensamiento.

MC- ¿Qué... hay que explicar?

(No quiero que sigas castigándote por circunstancias fuera de tu control...)

Isaac- ...¡Dios, no puedo! ¡No puedo más con esto...!

MC- ...I-Isaac? háblame...

Isaac- Estando cerca... estando lejos... ¡No hay distancia en la que no te lastime!

Mi corazón se congeló. Creí poder oír el sonido de todo derrumbándose...

MC- ¡Isaa...!

Extendí la mano hacia él, para intentar salvar aunque fuera el más pequeño fragmento de lo que habíamos construido antes de que se hiciera polvo, pero—

Isaac- ¡Fuera!

Isaac me gritó. Mi mente se quedó en blanco.

Isaac- Hablo en serio. Vete... O si no... la próxima vez... esto de verdad terminará conmigo matándote...

(¿Me estás matando?)

Entonces me golpeó. ¿Esa extraña rigidez que había sentido desde que me desperté? Mi camisa rígida. Sábanas rígidas, rígidas con sangre seca... Mi sangre. Miré a nuestro alrededor con creciente horror. La habitación de Isaac... parecía la escena de un crimen.

Isaac- ...No puedo detenerme una vez que pruebo la sangre... Mi cuerpo no escucha... No tengo el control...

Isaac juntó lo que vi que eran sus manos ensangrentadas delante de su pecho, todo su cuerpo temblaba.

Isaac- Estoy cansado... Estoy cansado de todo esto... Por favor. Solo déjame en paz. Para no hacerte daño...

(...Otra vez no...)

El muro que pensé que finalmente habíamos superado después de tanto tiempo se levantó de nuevo entre nosotros. Solo que este muro era de hierro, increíblemente grueso. Y se elevaba tan alto que no podía ver a Isaac al otro lado... Apenas recordaba cómo había salido de su habitación; estaba tan débil que no estaba seguro de cómo podía caminar...

(No pude decir nada después de eso...)

...Era la mirada en sus ojos. Como si mirarme no le trajera a Isaac más que dolor.

(Simplemente no entiendo... ¿Qué hice mal? ¿Qué debería haber hecho en su lugar...?)

Me acurruqué hecha una bola en mi cama, incapaz de asimilar la lenta realización de que había perdido algo de lo que no tenía ni idea de cómo recuperar...