CAPITULO 21

MC- Mañana por la noche a las 8 p.m., me encontrarás en el vestíbulo. Estaré esperando por ti...

Entonces me fui.

Isaac- MC...

Isaac apoyó la espalda contra la puerta, solo para deslizarse lentamente hasta sus rodillas.

Isaac- ...Yo también te amo. Te amé y todavía te amo... Siempre te amaré... Por eso decidí mantenerme alejado. Pero...

Su erizo, Harry, se acercó a Isaac y lo miró con preocupación. Isaac recogió cuidadosamente a Harry con sus manos. Entonces la tristeza lo invadió y cerró los ojos con fuerza...

Esta noche era la noche del baile... Me puse el hermoso vestido rosa que el Conde me había regalado y esperé en el vestíbulo.

(...Ya son las 8-30.)

Habíamos estado esperando a Isaac durante 30 minutos, pero no había señales de él. A mi lado, el Conde revisó su reloj antes de suspirar con pesar.

Conde de Saint-Germain- ...Deberíamos irnos o llegaremos tarde.

MC- De acuerdo...

Conde de Saint-Germain- ¿Me permitirías ser tu acompañante esta noche? Solo lamento no ser quien esperabas.

MC- ¡No, Conde, por favor! Estoy muy agradecida.

Su comentario tenía la intención de aligerar el ambiente, y lo agradecí por lo que era.

MC- Me alegraría que me acompañaras.

(Siento que Isaac no se sintiera capaz de venir. Pero de todas formas pienso disfrutar de la fiesta de esta noche. Seguro que será una ocasión maravillosa. Y el Conde estará allí conmigo.)

Ahora que había planeado quedarme durante este tiempo, sabía que habría otras fiestas. Otras oportunidades para invitar a Isaac a salir conmigo.

(¡Incluso el exterior del edificio es increíble!)

Descendimos del carruaje y caminamos por el sendero iluminado hacia el lujoso lugar. Incluso los guardias que patrullaban la puerta a caballo y el portero que dejaba pasar a la elegante multitud estaban elegantemente adornados.

Conde de Saint-Germain- ...Somos los siguientes. Vámonos.

MC- ¡Sí!

De repente me puse nerviosa al entrar en este mundo que solo había visto en fotografías, pero el Conde me dio la mano...

???- ...Robert Hooke. Aquí está mi invitación.

Portero- Muy bien, Monsieur. Puede proceder.

(¿Hmm?)

Miré detrás de nosotros, al oír lo que sonaba como un familiar acento del norte de Inglaterra.

Conde de Saint-Germain- ¿Ocurre algo?

MC- No, no pasa nada.

(¿No he oído ese nombre antes?)

Una docena de elaborados candelabros colgaban como soles brillantes en el salón de baile. Dentro había un jardín con tantos perfumes flotando en el aire y vestidos de diferentes colores rozándose unos con otros.

(¡Incluso las películas no pueden capturar la sensación de estar realmente en un baile del siglo XIX!)

MC- Esto sería genial... si la siguiente parte no fuera fingir encajar.

Conde de Saint-Germain- Estos asuntos son muy importantes para la nobleza, que debe usar este tiempo para equilibrar cuidadosamente el estatus social con la deferencia. Pero para nuestros invitados, nuestra política es solo un bello gesto, y esta es simplemente una fiesta en la que deben divertirse.

MC- Definitivamente prefiero la segunda opción.

Un grupo de mujeres nobles nos divisó... o más bien, divisaron al Conde, y lo estaban mirando fijamente.

Dama- ¡Saint-Germain! ¡Ha pasado tanto tiempo! ¡Qué delicia volver a verte!

Dama 2- ¿Recuerda a mi hija, Conde? Esperaba que le diera el honor de un baile esta noche.

(¡Cuanta más gente habla con el Conde, mayor se hace la multitud que lo busca!)

Sebastian me había advertido de antemano que el Conde, a pesar de ser un vampiro de pura sangre, no despreciaba la sociedad humana. En cambio, en esta época era una especie de estrella en París. Lo que explicaba el crecimiento exponencial de sus admiradores.

Conde de Saint-Germain- Una oferta amable, pero ya tengo una pareja de baile para esta noche.

Se retiró de las cortesías tan rápido como era socialmente apropiado mientras buscábamos un rincón tranquilo.

MC- ¡Es usted tan popular, Conde!

Conde de Saint-Germain- Yo no diría eso.

Tuvimos un saludo más que superar y ese fue con el anfitrión del baile. Después de eso, comenzó la música para bailar.

(Comprobemos la tarjeta de baile que me dieron y veamos qué hay primero. ¡Ah, esa es la Cuadrilla!)

Un elegante baile interpretado por múltiples parejas; en ejecución, parecía la cumbre de la gracia y la belleza. Las parejas se emparejaron entre sí, con las puntas de los dedos delicadamente presionadas.

(Qué bonito sería... Si tan solo pudiera estar bailando con Isaac.)

MC- Por cierto, no vi a Shakespeare con nuestro anfitrión. ¿Crees que vendría a saludarnos?

Conde de Saint-Germain- Sí. Esperaba que lo hiciera. Tengo algo que me gustaría preguntarle.

MC- ¿Qué es eso?

El Conde me miró con una sonrisa conciliadora.

Conde de Saint-Germain- No es nada importante. Solo una pregunta que tenía, con respecto a su visita el otro día. Lo buscaremos más tarde. Por ahora, bailemos.

Su mención de Shakespeare trajo mis propias sospechas de vuelta a la superficie, pero las reprimí y asentí. Después del baile hubo un breve descanso. Y en ese tiempo, una nueva multitud se había reunido y se dirigió directamente hacia el Conde.

Dama 3- ¡Conde de Saint-Germain! ¡Esta noche, no le dejaré escapar sin un baile!

Dama 4- ¡Simplemente debe bailar conmigo!

Caballero- Sea mi pareja, Conde, y le prometo una noche exquisita que nunca olvidará.