Isabella: La llegada a Dédfer

|Capítulo 36|

Isabella

Al parecer en este lugar conseguir una prometida para el príncipe es más importante que investigar sobre los animales capturados.

Al llegar al palacio e informar sobre lo que sucedió mientras me extravié, los más interesados éramos los M. T y el señor Beck, incluso los escuderos y algunos caballeros se ofrecieron a ir a investigar. El rey insistió que lo mejor sería esperar a que el príncipe Azariel se comprometiera. Nadie quiso refutar la decisión del monarca, solo quedaba esperar a que él indicara cuándo actuar.

Después de haber estado cerca de unas salvajes bestias, quise indagar más sobre su especie. El libro de mi padre no contenía ninguna información de ellas, así que decidí preguntarle a alguien que probablemente sabría muchísimo y no me equivoqué, Aiden lucía muy entusiasmado diciendo que las bestias natlig, disfrutan de invadir de lugares bellos como los campos de flores, ellas son libres de apropiarse de cualquier espacio que las cautivara a excepción de las tierras que pertenecen al reino, por ese motivo fuimos enviados, para echarlas y que buscaran un nuevo sitio.

Los últimos días el palacio estuvo en bastante movimiento, la servidumbre estaba apresurada en preparar y organizar todo para el evento.

—El señor Beck no vendrá hoy — anuncia Dorian —. Me pidió que les informe que tenemos permitido ir al pueblo, pero solo si necesitamos algo importante para el compromiso del príncipe.

—¿Por qué es tan importante que se consiga una prometida? — inquiero, al instante, mis compañeros voltean a verme como si hubiese comentado algo malo.

—No sabía que los mestizos fuesen ignorantes — comenta Zander, hace un mohín de enfado, se levanta del suelo donde todos permanecemos descansando —. Vámonos, Astrid.

Astrid no parece contenta con ir en compañía de su pareja, sin replicar, también se levanta y lo obedece.

—Es primordial asegurarnos que habrá un descendiente de la familia real — responde Aiden.

—Y yo sigo sin conseguir una pareja — suspira Nick —. Si el señor Beck ha sido tan generoso de permitirnos ir al pueblo lo aprovecharé para conseguir un atuendo decente.

Nick se despide de nosotros y se retira.

—¿Me prestas algo para el evento? — pregunta Aiden, dirigiéndose a Dorian.

—¿Es necesario asistir? — cuestiono —. ¿No podemos fugarnos como en su cumpleaños?

—Sí podemos, pero yo quiero conocer a la prometida del príncipe — contesta Aiden.

—Yo asistiré porque me lo ha ordenado mi padre.

Supongo que si el señor Beck ha cancelado el entrenamiento, este evento debe ser importante.

♡♡♡

Creí que encontraría a mis amigos en la habitación, pero los únicos que están son Max y Hans, ambos juegan ajedrez. En el segundo exacto que entro escucho al vampiro gruñir, fue tan inesperado que provoca de salte en mi sito.

—¿Qué clase de trampa haces, engendro? — interroga Max, furioso.

—Acepta que un niño te ha vencido.

A pesar de su furia, Max le pide a Hans otra oportunidad.

—¡Ya me aburrí! Es aburrido si ganas seguido.

Aún no se percatan de mi presencia debido a la discusión que ha nacido entre ambos, con la finalidad de debatir si Hans hace trampa o Max es asco jugando ajedrez.

—Bella, ¿tú qué opinas? — pregunta Max.

Ambos voltean a verme, esperando mi respuesta. Ahora sí han notado mi presencia.

—Pues… — balbuceo —. ¿Dónde están los mellizos?

Los dos se encogen de hombros. Antes de que me una a la discusión, los aludidos entran a la habitación.

—¿Qué haces aquí, Bella? — pregunta el vampiro —. ¿No deberías estar con los hombres de negro?

—Al parecer es más importante un compromiso — murmuro.

—Sí, todos están apresurados para tener todo organizado esta noche — comenta Daniela.

—¿En serio van a comprometer al príncipe a los dieciocho? — inquiere Max.

—Sí, y lo harán sin siquiera conocer antes a la futura novia — dice Daniel.

Parece que le interesa observar cómo están jugando su primo y Hans, se acerca a estos y analiza su jugada.

—¿Sin conocerla? — murmura Max, sin despegar la vista del tablero —. ¿Van a hacer un baile como en la película La Cenicienta? ¿El príncipe escogerá de pareja a la doncella que llegué al último y tenga el vestido más extravagante?

Daniel se encoge de hombros, todos desconocemos cómo se realiza un compromiso en este lugar.

—¿Y vamos a asistir a ese dichoso compromiso? — pregunta Daniela, mirándome.

—No me apetece ir — confieso —. Además, fue tan precipitado que todos están apresurados en conseguir un vestuario decente para tal evento.

—¡Exacto! — exclama Max, eufórico —. Dani no podría bailar con su brazo lastimado.

—¡No quiero bailar! — espeta el aludido.

—Pero yo quería que bailaras con…

Max no completa su frase porque oímos como gruñe, indignado. Ha vuelto a perder contra Hans. El menor celebra haber obtenido la victoria.

♡♡♡

El ruido de la puerta provocó que los cinco volteáramos a ver la misma dirección. El que toma la iniciativa para abrirla es Daniel. Al hacerlo, descubrí que nos visitaban Aiden, Nick y Dorian, los tres venían vestidos con atuendos bastante elegantes.

—¿Podemos entrar? — pregunta Aiden por los tres.

No les negamos el acceso a la habitación. Entran entre tímidos y nerviosos.

—¿Tan pronto terminó el baile? — interroga Max —. ¿Ya es media noche? ¿Cenicienta ya se fue?

Mis compañeros miran confundidos al vampiro.

—No, de hecho… Ni siquiera empezó — dice Nick.

—¡El príncipe nunca se presentó! — informa Aiden —. Su prometida es bellísima y él no se dignó en dar la cara. ¡Qué falta de respeto!

—¿Por qué no asistiría a su propio compromiso? — indago.

Aiden se encoge de hombros, responde que desconoce el motivo por el que el príncipe haya hecho esa grosería a la dama que lo esperaba.



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En el texto hay: fantasia, romance, licántropo

Editado: 11.06.2021

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