Isla del Encanto

33

33

 

 

No supo si se había desmayado o se había quedado dormida. Sintió que alguien le tomaba la cara suavemente y le suministraba un vaso con agua. Sin abrir los ojos, y sintiendo como aún se encontraba atada al tubo, se tomó el contenido del vaso como si fuese la última bebida que probaría en su vida. Al ser consciente de que ya no quedaba nada, abrió los ojos y se encontró, a menos de veinte centímetros, con el rostro masculino más atractivo que había visto en sus diez y ocho años de vida. Sus ojos verdes relucían como nunca, la composición de la cara era perfecta, y sus labios no habrían podido estar mejor. Su cabello castaño y liso le llegaba un poco más abajo de las orejas, y en lugar de la capa negra, tenía puesta una camiseta blanca. Su expresión de niña sorprendida dio vía a una sonrisa por parte de él, que dejó ver la perfección de su blanca sonrisa.

–¡Te quitaste la máscara!

–Michelle, lo he hecho por ti, no me importa si muero por eso…

–¿Por qué vas a morir?

–Porque la bruja que me hechizó, me advirtió que para deshacerme del hechizo, solo podría quitármela para besar a la mujer de los ojos verdes, aquella que fuera a ser mi esposa, o de lo contrario moriría…

–No entiendo, ¿o es que Natalie ya aceptó ser tu mujer?

–No, ni siquiera he hablado con ella…, pero no quiero seguir viviendo así, prefiero hablar con ella después de que haya besado a la mujer de la que me he enamorado.

–Antes de seguir hablando, ¿me podrías decir si ya pasaron las dos horas?

Gastón miró su reloj antes de contestar:

–Faltan diez minutos…

–No lo puedo creer… –dijo una adolorida Michelle.

–Michelle, una de las condiciones que me puso la bruja, es que cualquier mujer con la que tratara, que no fuera hermosa y de ojos verdes, tendría que tratarla de la peor forma posible…

–¿Pero por qué dos horas? –lo interrumpió ella.

–Las indicaciones son muy exactas, y lo que hubiera seguido, en caso de que tu amiga no aceptara, era mucho peor… Pero no toleraría hacerte sufrir de esa manera… Si cumplimos este primer castigo, tendré unos minutos más de vida para pensar en lo que puedo hacer…

–Entonces tenemos que convencer a Natalie –dijo una decidida Michelle.

–Pero no serías tú… ella es hermosa, cumple con las condiciones, pero no eres tú, y yo te amo a ti…

–¿Pero por qué dices que me amas, si apenas si me conoces?

–Porque te he estado siguiendo desde la noche del naufragio… Me di cuenta de cuando caíste al agua y decidí nadar desde la orilla para salvarte…

–No te lo puedo creer, esa tormenta tenía olas de más de cinco metros…

–Lo sé, pero no sabes los poderes que puede dar esa capa negra y el brebaje que me tomé…, y que también te di a ti… No solamente me da fuerza, energía y agilidad mental, también me da una visión inigualable, lo único que no te daba tu vestido.

–¿Entonces me seguiste todo el tiempo?

–Casi todo… También me tenía que preocupar de tus compañeros, y por eso te di el vestido, para lograr que tú sola te pudieras defender.

–¿Entonces tú mismo hiciste caer de los árboles esos cocos que fueron mi alimento? –dijo Michelle pasando el peso de una pierna a otra.

–No solo eso, también te ayudé con las piedras que te sirvieron para abrirlos.

–¿Y por qué no nos trajiste a este lugar desde el primer día?

–Es una de las condiciones, ustedes mismos tenían que encontrar el lugar, creo que la bruja quiso hacerlo todo más difícil, aunque nunca dijo que Nicole no pudiera ayudarme a guiarlos hasta acá –dijo Gastón mostrando su sonrisa.

–Pero yo no soy la de los ojos verdes, ¿entonces no me podías haber traído de una vez?

–No podía traer a nadie que estuviera relacionado con la muchacha de ojos verdes, y como tú venías en el mismo velero que Natalie…

–Y por estarme siguiendo, ¿te enamoraste de mí?

–Y por escucharte, por lo que hablaste con Natalie, por todo eso descubrí tu forma de ser, y creo que me fascinaste.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.