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Pasaron algunos días desde aquella conversación con Tae en el jardín. Y hoy me había invitado a un paseo.
-Debí suponer que el acuario estaría en el itinerario que has preparado. - dije con una enorme sonrisa.
Este pertenecía a los Kim, después de que el antiguo dueño declarará que lo cerraría para ir a otro país a tratar a su esposa enferma, entonces el señor Kim quiso regalarle algo que le gustará realmente a su hijo pequeño y pensó que este sería el regalo ideal, algo que Tae aceptó con toda la felicidad del mundo pues era un verdadero amante de la flora y la fauna.
-Se que no te mueres por los peces, pero supuse que sería relajante antes de comenzar con todas las presentaciones y visitas que nos esperan. - dijo Tae frunciendo el ceño cuando noto mi sonrisa.
Claro que el recordaría que a Min Ki no le agradaban mucho estas cosas.
-Tienes razón, lo es. - respondí intentando ignorar su mirada. Min Ki prefería las discotecas y los restaurante antes que las playas, la naturaleza y los arrecifes de vital. Yo prefería todo lo contrario la naturaleza me parecía mucho mejor que un local atestado de gente con la música a todo volumen.
Prefería estar al aire libre, y está mañana casi desfallecia ante todo el personal administrativo de la primer empresa a la que él me llevó, presentándome como su prometida, claro está.
Todo el personal quedaba realmente asombrado y yo no pude evitar escuchar alguno que otro cotilleo entre el personal femenino. "De seguro ella se valió de alguna artimaña para atraparlo", "Quizás se embarazo de otro y ahora lo hace responsable a él", "Claro como se entero de su primer hijo, sabe que a otro no lo dejara desamparado tampoco", "Es una trepadora, arribista", "No se que le vio el guapo de Taehyung"... Y comentarios incluso más fuertes. Pero no me quejo Tae siempre me dio mi lugar.
No me gustaba mucho tener que seguir mintiendo tanto a Tae como a toda esa gente, pero debía ganar tiempo para mí hermana.
Hacia caso una semana que Min Ki me tendría que haber llamado, pero no lo ha hecho, y yo lo sabía en que hotel se hospedaba con Danny, así que no podía contactarla, ya que había cambiado de numero telefónico y aún no me lo mandaba, y aunque lo tuviera Tae, prácticamente me obligó a dejar el mío en la casa.
Pensaba en cómo mi hermana y su novio se encontraban en el mejor sitio para casarse, Las Vegas, y eso me entristeció un poco, no me imaginaba no poder ir a ala boda de mi gemela. Desde niñas habíamos preparado hasta el más mínimo detalle de las ceremonias de ambas con toda la ilusión del mundo. Pero sabía que era peor que mi tristeza el que Min Ki se casara por la fuerza con un hombre al que no quería. Así que su felicidad depende de que Tae siga creyendo que yo soy su prometida y aunque no me guste debo seguir un poco más.
Seguíamos en el acuario, donde había enormes tanques que recreaban arrecifes de coral, la temperatura era más fresca que en el exterior.
-No me había dado cuenta del calor que hacía afuera.- dije en un tono muy bajo, pero que él logró escuchar.
-Si te molesta el calor, podemos volver a casa. - contestó Tae mirándome preocupado.
-No, es obvio que los empleados del acuario se han tomado muchas molestias para esta visita. - respondí pensando que prefería estar en un terreno neutral, dados los cada vez más complicados sentimientos que tenía yo hacia él. - ¿Pasa algo? - pregunté al ver que me miraba sorprendido.
-No. Si estas bien, seguiremos con la visita. - contestó, haciéndole una señal al director del acuario para que siguiéramos.
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Tae
Yo solo escuchaba a medias las explicaciones del director. Las había oído antes así que me perdí en mis pensamientos. ¿Qué estaba ocurriendo?. Acaso con los años Min Ki se había convertido en una mujer más guapa y más compasiva,la vi bostezar dos veces en la visita a la empresa, cuando nadie la veía claro, en frente del personal había sido un modelo de atención e interés. Era obvio que estaba sufriendo los efectos del cambio de horario y clima, pero había preferido seguir con la visita para no defraudar a los organizadores.
Haciendo que estaba mirando un ejemplar rarísimo de pez, estudie su reflejo en el cristal del tanque. El cabello le caía sobre los hombros como una cortina de seda, se veía mucho mejor que con el peinado recargado que traía cuando llegó y que utilizaba en su vida de modelo. Y definitivamente me gustaba más como lo llevaba en estos momentos, incluso tuve deseos de tocarlo.
También sus ropas eran más sencillas, llevaba unos pantalones blancos, una blusa de color coral y una chaqueta blanca sobre los hombros. Me masajee la nuca confundido, era como si Min Ki tuviera dos personalidades. Cuando bajo del avión era exactamente la misma que en las fotos, cuando la encontré con Seung en el jardín, me había parecido mucho más tierna y vulnerable, una persona muy diferente de la Min Ki egocéntrica que conocí de niño.
La Min Ki adulta despertaba sentimientos en mi que no había previsto y que yo no quería. Si seguía mostrándose tan agradable, sabía que podía empezar a enamorarme de ella. Sentí una oleada de deseo por todo el cuerpo y cerré los puños hasta clavarme las uña en mis palmas. Era imposible un matrimonio de conveniencia. La química entre nosotros es demasiado fuerte. Sin embargo hacerle el amor era una cosa y amarla otra.
Sabía lo mal que lo había pasado Namjoon en su primer matrimonio y según las leyes de aquí, si el destino no hubiera querido lo contrario, Nam podría haber vivido en ese infierno el resto de su vida. Por eso me encontraba preocupado, sé que tengo que casarme, pero quiero que sea con mis condiciones.
Cuando me case con Min Ki, será con la aceptación de que no hay cabida en mi corazón para ella. No ahora ni nunca. Yo me encargaría de que nunca le falte nada y ella me dará uno o dos herederos o los que requiera mi posición, pero mi vida seguira siendo mía.
Editado: 06.06.2021