Décimo primero

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Sinceramente a este tiempo ya no sé cómo sentirme, solo se que no me hubiera gustado que mi hermana pasará por esto.

- Intente ponerme en contacto contigo después de que me fui, pero me dijeron que te habías cambiado de casa - le dije a Isabela.

- No tenías porque haber esperado hasta ahora. Me hubiera gustado revivir una carta de vez en cuado. Yo les escribí.- respondió ella 

- Lo se, pero vivíamos en sitios tan remotos que el correo tardaba meses en llegar o ni llegaba. - conteste omitiendo que escribirle me hacía sufrir pensando lo que pudo haber sido de mi vida a su lado y no fue.

- Te hubiera gustado quedarte, ¿Verdad, ma amounou? - 

<<Hija mía>>.

Me quedé callada por un momento..  - De todos los lugares en los que vivimos, después de aquí con el padre de Taehyung, la isla de Carramer fue la que sentí nuevamente como mi hogar -

- ¿Y tú hermana? - pregunto Isabela.

- Ella.... también - respondí controlandome a tiempo para no decir que ella prefería las grandes ciudades y por ella salimos de aquella isla.

- Pero no lo suficiente para venir contigo. - ¡Isabela lo sabía! Seguro. Decidí no dejarme llevar por el pánico. Taehyung estaba observando con atención y esperando una respuesta.

- Vendrá en cuanto su trabajo se lo permita - conteste siendo todo lo fiel posible a la verdad.

- ¿Sigue llevando el mayati que le regale? -

- Si, como yo, no se lo suele quitar nunca. En Estados Unidos, me suelen preguntar qué significa. -

- ¿Y lo dices? - pregunto Tae desafiante.

Me dieron ganas de abofetearlo. No iba a permitir que avergonzara a Isabela, que de seguro no sabía el significado al que se refiere él.

- Hace años que no comía Chamoe (melón coreano) - dije cuando nos pusieron el postre, librandome así de contestar.

- Dicen que es la fruta de los amantes, porque es agridulce- comento Tae secamente apartando su cuenco.  - Discúlpenme, voy a ver a Seung y estaré aquí para tomar el café. Terminen ustedes de cenar. Seguro que tienen muchas cosas que contarse. - dijo y salió.

Una vez a solas con Isabela, aparte mi postre.

- ¿Por qué te estás haciendo pasar por tu hermana? - pregunto sin más Isabela.

- ¿Cómo lo has sabido? - respondí resignada.

- ¿Así que es cierto? -

 - Si -

Isabela suspiro. - En cuánto ví que llevabas el mayati en forma de ave lo supe porque el de tu hermana es una tortuga -

No se nos había ocurrido cambiarlo y ya era demasiado tarde.

- Por eso tuve que venir yo...- dije terminando de contarle todo a Isabela.

- Imagino que no tienes intención de contarle a Taehyung la verdad -

- Min Ki teme que la busque y arruine sus planes de boda con su novio. -

- Eso explica los motivos de Min Ki, pero no los tuyos. ¿Por qué has ido tan lejos? -

- Para ayudar a mi hermana -digo al borde de la desesperación.

- ¿Y a ti misma? -

- No te entiendo -

- ¿No estás enamorada de Taehyung, ni siquiera un poquito? -

- ¡Claro que no! -

- Sé perfectamente cuando mientes, a pesar de que ya no eres una niña -

- ¿A quién, a ti? -

- No, a ti misma. Aceptaste por eso ¿Verdad? -

- Quería ayudar a Min Ki, pero también quería volver a ver a Taehyung. - dije sincera.

- Entonces, ¿Cuál es el problema? -

- Que Taehyung no quiere casarse por amor, por eso ha recurrido al compromiso. - dije pensando que en realidad quizá Tae seguía enamorado de la madre de Seung. Pero preferí no decirlo porque no sabía hasta que punto esa relación fue conocida.

- ¿Y tú qué quieres? - pregunto Isabela.

- ¿Yo? Yo quiero... - no quiero admitir que realmente sigo enamorada de él. Y de todas formas, a él le dara igual, no querrá mi amor. Lo que él quiere es un matrimonio sin ataduras que le permita seguir siendo un chico ligón. -¿Eso qué importa? Cuando se entere de todo, no querrá nada de mi. -

- Entonces, no tienes nada que perder si le dices la verdad. - respondió la mayor.

- Tienes razón y lo haré en cuanto Min Ki este a salvó, casada con Danny. - dije sonriendo amargamente.

- ¿Cuándo se casan? -

- Pronto, espero - Isabela me miró confundida  - Están en las Vegas, y hasta que no me llame, no sabré nada porque no tengo donde localizarla.-

- Eso si que es un problema. A no ser que tu hermana haya cambiado mucho, no creo que tenga ninguna prisa por echarte una mano con esto. -

Me quedé realmente sorprendida por lo bien que Isabela nos conocía. Yo pensaba lo mismo pero no quería admitirlo. Estaba sola.

- ¿Tú que harías Isabela? -

- Yo voy a hacer lo que Taehyung me ha pedido, es decir enseñarte todo sobre las culturas e idiomas. -

-No le mentire si me llega a preguntar, y no te llamaré Min Ki en su presencia, pero no es asunto mío decirle que se ha equivocado.-

- Eso es más de lo que me atrevería a pedirte, gracias Isabela - conteste sintiendo unas ganas enormes de abrazarla.

- Tú no me lo has pedido, ha sido decisión mía. Siempre he sentido un gran cariño por ti, desde el día en que me hiciste aquella guirnalda de flores de lirio, cuando tenías diez años - dijo sonriendo.

- No tenía idea de que eso se le daba a una mujer virgen tras su primera noche con un hombre - respondí sintiendo mis mejillas sonrojarse al recordar aquello.

- Si hubiera sabido que lo sabías, te hubiera estrangulado con la misma guirnalda.- reímos ambas.

Me levanté impulsivamente y la abrace. - Siento mucho que las cosas entre papá y tú no funcionarán. -

- Tal vez habrías cambiado de opinión si me hubiese convertido en tu madre. -

- No creo, nos habrías hecho mucho bien a todos. -

Sonreímos, alargando un poco mas el abrazo.

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Tae

¿Cuándo se ha comenzado a complicar tanto mi vida? Me preguntaba mientras me dirigía a la habitación de Seung. Ya no tenía tan claro que el matrimonio que había planeado fuera tan buena idea.