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Estábamos en camino cuando note que íbamos en dirección contraria a lo previsto.
- ¿No íbamos al puerto deportivo? - pregunté un poco fastidiada porque ya había previsto sacar a tema a los Sloan.
- No me da tiempo de ir hoy al yate, así que pensé en ir mejor a la playa. ¿No te apetece? -
- Pues, si... Me parece bien, menos mal que me he traído un sombrero y una crema para el sol -
- También hay una en la cesta, además de comida para un regimiento. ¿Estás enfadada? -
- Muy observador...-
- ¿Porque te he besado? -
- Claro que no - no admitiría delante de él que era porque me había gustado más de la cuenta, - Como si fuera la primera vez - dije intentando sonar a mi hermana.
- No, no lo creo - respondió el ¿Enfadado, decepcionado? no alcance a capturar muy bien su respuesta.
- Esperaba ver a unos amigos, los cuales llegarán con su barco al puerto deportivo - le dije tratando de disimular que esa era la primera vez que un hombre me besaba de la manera en que el lo hizo llevándome al reino del placer más inimaginable.
- ¿Los conozco? -
- No lo sé, son Walter y Mildred Sloan, son biólogos marinos.- respondí.
- Oh, si los conozco se que han venido aquí a hacer algunos estudios, ¿De que los conoces? -
- Los conozco porque papá trabajo con ellos en algunos proyectos, viajamos con ellos algunas veces y nos hicimos amigos, son realmente maravillosas personas. -
- Y muy profesionales, por desgracia, ya están a punto de marcharse porque ya casi han terminado su trabajo por aquí -
- ¡Oh, no! -
- Nos han invitado a cenar a Nam y a mi en el Sargasso, seguro les encantará que vengas conmigo, ya que Nam no puede por que tiene otro compromiso.-
-Eso sería maravilloso, gracias, ¿Cuánto tiempo les queda aquí? - pregunté.
- Solo un par de días - me respondió sin apartar la vista de la carretera.
- ¿Cuándo tenías pensado ir a cenar con ellos? - pregunté disimulando mi impaciencia.
- No te preocupes, no se irán sin que los veas. Me preocupo por tus sentimientos -
- ¿Por eso te empeñas en seguir con esa idea absurda del matrimonio? -
- Antes no te ha parecido tan absurda - me recordó.
- ¿Porqué te empeñas en hablar solo del plano físico? - le pregunté enfadada con ambos.
- Porque creo estamos de acuerdo. No me negarás que es un buen punto de partida para un matrimonio.-
- Pero no es el único ingrediente necesario - le dije.
- También son importantes la comunicación y los intereses comunes. Es como la comunión de las mentes de Shakespeare. - respondió.
- A algunos les puede gustar esa idea - sugerí.
- No como a ti y a mi, ¿verdad? -
Habrían sido imaginaciones mías o él había apretado con fuerza el volante cuando me hizo la pregunta. No, era imposible pues él cree que yo opino lo mismo sobre este matrimonio, decidí no seguir con el tema porque para convencerlo de que no es así, me tendría que confesar y mejor guarde silencio.
Al cabo de unos minutos más llegamos a la playa. Se trataba de una franja delimitada para uso privado de los Kim y a ella se accedía por el camino que tomo Tae al salir de la mansión.
- ¿Es tuya? - pregunté recordando que nunca vine aquí de pequeña.
- La obtuvimos después de su partida, era difícil ir a nadar o bucear a las playas públicas - respondió.
- Claro.... Tendrías que ir rodeado de guardaespaldas - dije con ironía y mirando a lo lejos donde se encontraba un auto de seguridad.
- Ya te acostumbrarás a vivir con ello - dijo encogiendo sus hombros.
- No necesito que me protejan - apunte molesta ante la idea de que me observarán.
- Pero aún así dejarás que los guardaespaldas hagan su trabajo - objeto algo enfadado.
- ¿Porqué no confías en mí? -
- Porque eres algo preciado y valioso para mí - contesto con firmeza. Yo lo mire sorprendida y pensé que lo decía por la boda, no por mi.
Se me hizo un nudo en el estómago. ¿Cómo sería sentir que le importo por otras razones?.
- Si sigues diciendo esas cosas, comenzaré a creer que te importo - dije con la voz temblorosa.
- Claro que me importas -
- Eso no entraba en tus planes - apunte confundida.
- El amor no entra en mis planes, sin posibilidad de divorcio, prefiero casarme por otras razones, pero eso no quiere decir que no me importes... De todas formas ¿qué es el amor? -
- El amor es que la otra persona te importe, por lo menos, tanto como tú mismo - respondí.
Tras bajar del auto y aspirar el olor del mar, ví que Tae miraba al asiento de la parte trasera, dónde estaba Seung.
- Exacto... Es lo que sientes por Seung - dije triunfante.
- Mi hijo es mi vida y él nunca buscará a otro que ocupe mi lugar -
- ¿Es eso lo que te ocurrió? ¿Te engañaron? -
- No es asunto tuyo - respondió tenso.
- Si lo es si voy a ser tu mujer -
- No es una posibilidad si no una realidad... Nos casaremos antes de que termine el mes -
- ¿Y no vas a decirme por qué no confías en el amor? -
Tae salió del coche, abrió la puerta trasera sin decir una palabra y sacó al niño. Me acerque y le puse una mano en su hombro intentando ignorar la sensación que me provocaba tocarlo.
- Dímelo Taehyung, si vamos a ser marido y mujer por lo menos, me debes eso...-
- No te debo nada. Solo mi nombre y mis bienes... Mis pensamientos y mis acciones son solo míos. - contesto mirándome furioso hasta que baje mi mano.
- Pues, lo mismo digo... ¡No me voy a casar contigo! -
- Por fin hemos llegado a la verdad. Todo eso del amor es solo una excusa tuya para controlar y manipular la situación -
- ¡Tú, si que controlas y manipulas la situación! - lo acuse exasperda.
- ¿Cómo? -
- Vine a Seúl por mi propia voluntad, para hablar de un viejo compromiso, pero tú sabías desde que me mandaste la invitación, que no me ibas a dejar marchar hasta que nos hubiésemos casado... Si eso no es manipulación, entonces dime qué es. -
Editado: 06.06.2021