It's Definitely You ~kim Taehyung~

Décimo noveno

 

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Suni

 

Cuando Tae me abrió la puerta del pabellón situado en una parte muy alejada de la isla de Jeju, yo gire a mirarlo pensando que quizá se volvió loco.

- ¿Para qué me has traído aquí? -

- Según la tradición de mi familia, los futuros esposos pasan una noche juntos antes de casarse, sobre todo en casos como el nuestro que el matrimonio es de conveniencia, no nos conocemos y obvio no es el único caso en mi familia, bueno de ahí es la noche, llamada víspera de boda -

- ¿Te crees que como soy la representante de Min Ki puedes hacer lo que quieras conmigo? Cómo me pongas una mano encima, te juro que te arrepentirás - dije fríamente pensando que está era la forma que tenía Tae para vengarse de mi.

- La víspera de la boda no tiene nada que ver con el sexo, se trata de tener algo de tiempo para conocernos mejor - respondió.

- Creí que solo querías mostrarme el pabellón, no me he traído nada como para quedarme - dije intentando disuadirlo, porque lo de conocernos me da más miedo que lo del sexo.

- Aquí tienes todo lo que puedas necesitar -

En ese momento pensé que nada más era cierto, pues él es lo único que necesito.

- ¿Y tus guardaespaldas? -

- Se mantendrán a una distancia prudencial -

- Como sea, me gustaría dar una vuelta -

- Iremos juntos, el objetivo de esta noche, es estar juntos -dijo acercándose.

Intento concentrarme en lo que veo, pero es muy difícil con el hombre que amo tan cerca.

Recorrimos el pabellón, el cual es realmente maravilloso.

- ¿Para que se usa este lugar? - pregunté curiosa.

- Para amar. Mi abuelo lo mando construir para su prometida, para pasar su víspera de boda, ya que su matrimonio fue el primero de conveniencia en la familia -

- ¿Fueron felices? -

- Su amor fue legendario. Estuvieron cuarenta y dos años casados y tuvieron cuatro hijos -

- ¿Qué se supone que vamos a hacer aquí toda la noche ? - pregunté pensando en lo diferente que iba a ser mi matrimonio de aquel que el mencionaba.

- Conocernos - sonrió Tae.

- ¿Porqué? - pregunté desolada.

- Porque nos vamos a casar -

- No en el verdadero sentido de la palabra -

-Los dos sabemos que Min Ki no vendrá. Así que estamos tú y yo - dijo él levantándo mi rostro por la barbilla y mirándome a los ojos.

- Sigue siendo un matrimonio de conveniencia - dije con amargura  - Llámalo como quieras Taehyung, pero es porque a ti te conviene. Tú te llevas el halo de respetabilidad que tu posición requiere sin renunciar a tus devaneos - le dije con reproche.

- No ha habido nadie desde hace mucho tiempo - dijo acariciándome los hombros.

- ¿Porqué me cuentas todo esto Taehyung? - pregunté intentando ignorar el fuego qué sentía y brotaba de sus manos al toque con mi piel.

- Para que dejes de verme como un chico mujeriego y comiences a verme como un hombre normal, que tiene sus necesidades y deseos, que por desgracia no siempre puedo darme el gusto - respondió 

- ¿Te lo estás dando ahora? -

- Si lo estuviera haciendo, esto no sería un retiro célibe - dijo apartándose de mi.

- Entonces ¿Se puede mirar pero no tocar? -

- Es difícil, pero es de lo que se trata, el aspecto físico es solo una parte del matrimonio -

Recorde entonces la referencia que hizo Tae a la comunión de las mentes de Shakespeare, pero me negué a dejarme llevar y arriesgarme a salir más herida de lo que ya estaba, aunque me costaba imaginar que pudiera estar peor 

Me equivoqué...

Estar con el toda la noche, pero sin tocarnos era una tortura exquisita ¿Será esto un aperitivo de lo que es un matrimonio por poderes?

Decidí que yo también podía ponerlo a prueba. Haber si el amor le es tan extraño como él afirma. Las cosas tienen que quedar claras de una vez por todas.

Al caer la tarde, me fui a mi habitación a cambiarme, me puse la ropa que yo acostumbro. o la que encontré más parecida, ya no tengo que fingir que soy Min Ki, así que también me peine como a mí me gusta y me puse una flor en la oreja.

Al entrar al salón, vi como Tae se quedó sin habla, pero fue mutuo ya que él también se cambió y se veía estupendo, había una mesa con dos servicios en la terraza y olía estupendamente a comida.

Anduve todo lo seductora posible, hasta acepté la copa de vino que me tendió, con satisfacción ví como le temblaba la mano.

- Suni - dijo casi en un susurro.

- ¿Qué? - pregunté, "la inocencia personificada".

- No se lo que traes entre manos, pero piénsalo dos veces porque yo creo en las tradiciones pero solo hasta cierto punto -

- ¿Hasta que punto? - pregunté moviendo las pestañas.

- Hasta que me provocan sin remedio -

-¿Me estás diciendo que el gran Kim Taehyung puede perder su famosa compostura? - pregunté con los ojos muy abiertos  <<¿Y admitir que me quieres quizá?>>

Él me quito la copa y se acercó. Al momento que tocó mi piel sentí como si me incendiara. Cuando me beso, todo comenzó a girar, aunque el beso no duró más que unos segundos, fueron suficientes para que me quedara sin aliento, me sonrojara y se me disparara el corazón.

- ¿Contenta? - dijo al apartarse.

- No. Ya sabía que puedes ponerme a mil Taehyung, como ningún otro hombre -

- ¿Y se te ha ocurrido devolverme el favor? -

- Quizá este pensando en algo más Tae -

- A lo mejor no hay nada más. ¿No puedes conformarte con lo que te ofrezco? -

- Tu apellido, tus títulos y tus bienes - recité con dolor - Si fuera Min Ki, tal vez fuera suficiente, pero no lo soy -

- Entonces ¿Que quieres? - pregunto.

- Más de los que tú quieres darme - dije dando la vuelta para que no viera el dolor que todo esto me causa.

- ¡No se trata de querer! - contesto enfadado.

- ¡Se lo de Ha Neul Taehyung! Mildred me contó lo que paso entre ustedes. -

Me miró fríamente - No tenía derecho a traicionar mi confianza -




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