Vigésimo

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Suni

Me preguntaba cuántas parejas habrían pasado su víspera de boda cada uno encerrado en su habitación. Había preferido no salir del dormitorio para no traicionar me a mi misma, sin embargo seguí con atención todos los ruidos de afuera. Cuando escuche sus pasos cerca, se aceleró mi corazón como si se fuera a salir de mi pecho, sin embargo el se siguió de largo a su habitación.

No supe en que momento me quedé dormida y cuando me desperté al día siguiente me encontré a Tae haciendo largos en la piscina. Observé con deseo los músculos de sus brazos y de sus piernas, parecía como si estuviera quitándose de encima alguna frustración. Al pensar que podía ser algo relacionado conmigo, una llanta de esperanza se encendió en mi corazón, pero me apresure a apagarla. La noche anterior intenté hacerle cambiar de parecer sobre el amor, pero me di cuenta de lo bien que le viene su planteamiento cínico para sus propósitos, así que no voy a volver a cometer el mismo error.

Mientras yo tomaba un café, una tostada y unas fresas, Tae estaba cambiándose en el vestuario situado junto a la piscina. Lo oía silbar, al final, es un hombre que tiene todo que ganar y nada que perder.

Al verlo entrar con un polo blanco, pantalones azul marino y el pelo mojado, deseé retroceder hasta la noche anterior, pero me di cuenta de que habría sido exactamente igual. Yo intentando convencerlo de que el amor merecía la pena y él con su perspectiva cínica. No hubiera servido de nada.

Me dijo que él ya había desayunado y que en una hora pasaría una camioneta a recogernos.

- No te asustes si al llegar a la mansión la gente que este allí te mira y cuchichea. Forma parte de la "tradición" y si la novia se sonroja, se toma como que han ido más allá de lo debido - dijo Tae en un tono neutral.

- Como no ha sido nuestro caso,no habrá problema - respondí tranquilamente.

- ¿Te hubiera gustado que no fuera así? - pregunto 

- Obviamente no, yo estoy aquí en contra de mi voluntad - conteste esperando estar disimulando bien.

- ¿Sigues negando la realidad Suni? No me costaría mucho que te sonrojaras delante de todo el personal de la mansión r invitados si quisiera - 

- No me atrevería a tentarle señor Kim -dije pensando que podía sonrojarme solamente por mis pensamientos.

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Tae

Era claro que ella no tenía ni idea de lo tentado que me había sentido la noche anterior de darle motivos mas que suficientes para sonrojarse. 

Menos mal que decidió ya no salir y dormir temprano. Ahora no tengo intención de dejar que pase mucho tiempo más. Solo tengo que solucionar un pequeño detalle, con un poco de suerte, estará resuelto para cuando llegue a la oficina. Por eso ahora estoy impaciente por irme.

- Si tuviéramos tiempo, te enseñaría hasta que punto me has tentado - le dije sintiendo que se me tensaba el cuerpo, nunca he conocido a una mujer como ella, por eso siempre la he llevado en mi corazón. Deseo hacerla mía, pero todavía no es el momento - Por desgracia, tendremos que seguir hablando de ello en otro momento. Tengo que solucionar un problema importante - 

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Suni

Intenté no molestarme porque él se quisiera ir, aunque es evidente que Tae se alegro de que la noche terminará. Habíamos cumplido la tradición y él se moría por volver a si vida de siempre, y con su cínica idea sobre el amor.

Eso quedó confirma cuando llegamos a la mansión y el se fue directo a su despacho, eso me dolió pero me alegre de que él no se diera cuenta de cuánto.

Me fui a mi habitación con la cabeza en alto y sin llorar, pensé que sería mejor irme acostumbrando porque esto es lo que me espera como su esposa.

Me duche y me puse el bikini dorado que puso mi hermana en mi maleta, para ir a nadar un rato. Justo cuando me disponía a salir sonó mi teléfono. Era Min Ki.

- ¡¿Dónde has estado?! Te llevo llamando de ayer por la tarde - dijo casi gritando.

- Con Tae - conteste deseando que mi hermana no quisiera saber los detalles.

- Danny y yo tuvimos nuestra primera gran pelea ayer - me dijo casi llorando 

- ¿Que ha pasado? Creí que todo iba bien -

- Si, hasta que le dije que estaba pensando en ir a Seúl porque me parecía lo justo hacia ti. Danny se puso como una fiera, me acuso de preferir convertirme en esposa de Tae que en la de él y se fue - 

Sentí velar la sangre en mis venas al pensar que la lectura de Danny podía ser correcta. Min Ki tenía derecho, por supuesto, pero yo rechazaba la posibilidad con todo mi ser.

- ¿Vas a venir? -

- ¿Hay alguna razón por la que no deba ir? -

- No, si estás segura de que es lo que quieres. -

- Creí que era lo que tú quieres -

-Los que quiero es casarme con Tae, si el quiere claro - conteste admitiendo por primera vez lo que quería.-

- Pero... No, no puedo permitir que hagas eso. - 

- Vuelve con Danny, Min Ki. Lo quieres demasiado como para dejar que una estúpida pelea los separe. Taehyung ha descubierto todo y pretende casarse por poderes. Y voy a acceder. -

- ¿Porqué? - pregunto mi hermana, aunque creo que ya sabía la respuesta incluso antes que yo.

- Porque es el mejor futuro que veo ante mi. - 

- Si eso es lo que tú quieres, de acuerdo. Danny me ha llamado y me dijo que va a venir dentro de un par de horas para hablar, pero aún puedo tomar un avión a Corea ahora mismo -

- Quédate ahí y habla con él - conteste emocionada por la solidaridad de mi hermana - ¡Cásate con él y se feliz Min Ki! Lo mereces -

-Muy bien, lo haré - me respondió llorando - Quiero demasiado a Danny y lo sabes, eres la mejor hermana del mundo -

- No, no lo soy, lo que pasa es que estoy enamorada de Taehyung - 

-¿De verdad? Hasta que por fin lo admites, eso es maravilloso, pero ¿Y él? -