It´s Locked For A Reason

Capítulo Dos

"Él no está aquí; pero en la distancia comienza el murmullo de la vida, y como un fantasma entre la lluvia rompe el nuevo día sobre las calles desiertas."
Alfred Tennyson

Trataba de quitarme ese mal sabor de boca, ese asqueroso sabor a óxido mezclado con tristeza. Algo desesperado me serví un shot de vodka y lo bebí. Pero sentía que no era suficiente, al contrario de otras noches, aquel mal sabor era más fuerte. Tomé un vaso del mini bar, una de las tantas botellas de ron que tenía guardadas y me recosté sobre el sofá a beber. 
Aún había algo de sangre en mi ropa. "Que asco" pensé. Ni siquiera estaba seguro de si era mi sangre. Podría ser de cualquiera. 
Una parte de mi buscaba en mi mente. Quería saber la verdad. Quería saber  que diablos había pasado la noche anterior. 
Pero la otra no. La otra estaba conforme con el estado actual de las cosas.
Las peleas se habían vuelto mi vida. En medio de mis pensamientos una frase sobrevuela mi mente. Tomé un marcador y escribí en la pared más cercana 
"En el infierno creas tu propia gloria, y aveces, en la gloria creas tu propio infierno"
Bebí un último trago de ron y me dirigí a la ducha. En el camino iba dejando la ropa que me quitaba.

Entré a la ducha y solo dejé que el agua caliente cayera sobre mi y resbalara por mi cuerpo. Mientras tanto, trataba de encontrarle un sentido a todos mis volátiles  pensamientos. Me sentia tan desconectado. Todo se sentía  extrañamente distante, como si fuera un fantasma que vagaba por un mundo carente de importancia. Como si estuviera cayendo rápidamente en el olvido. Con el pasar del tiempo los recuerdo de aquellos pensamientos se iban borrando de mi mente, poco a poco.
El espejo de la ducha se fue empañando con el vapor y una sola palabra se iban marcando, como si alguna clase de espectro dibujara sobre el cristal "recuerda". Pasé la mano sobre el espejo para quitar la mayor cantidad de vapor. Me miré al espejo nuevamente, tomé una toalla y salí finalmente de la ducha.
Realmente no quería ir al instituto hoy. Era más como un formalismo, algo que tenías que hacer para ser alguien en la vida, algo que te limitaba a seguir un modelo establecido por la sociedad... 
Mientras me vestía, casi podía escuchar la voz de papá diciendo "cuantos niños quisieran tener la oportunidad que tu tienes" 
Le eché una última mirada a mi botella de ron. Casi como si estuviera  despidiéndome de ella.  Cerré la puerta de mi apartamento y me monté en el coche y aceleré al máximo.

-No puedo llegar tarde. No esta vez-




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